Psicología educativa

¿Qué es el empoderamiento de la mujer y cómo se genera?


El empoderamiento de la mujer se define como el proceso por el cual las mujeres adquieren un mayor dominio y control sobre su propia vida, las circunstancias que la rodean y los elementos que forman parte de ella.

Es decir, poseen poder sobre su cuerpo (deciden como vestirse, como caminar, embarazarse o no, realizarse un tatuaje o no) y su entorno (como por ejemplo la forma en que participan en su núcleo familiar, en las comunidades o en el contexto laboral).

Para esto, se hace necesario que cada una de las mujeres ejerzan sus roles desde la autonomía, posean influencia en el proceso de toma de decisiones, puedan opinar, votar y ejecutar acciones sin ser vetadas o invisibilizadas.

Además, es importante que tengan la oportunidad de acceder y manejar sus propios recursos materiales y económicos, y encontrarse libre de violencia en todas sus expresiones: verbal, física, ideológica o psicológica. También poseer información de todas las índoles y que la justicia les afecte de la misma manera que a los hombres.

El término de empoderamiento de la mujer fue otorgado por primera vez de manera formal en un encuentro celebrado en la ciudad de Beijing en 1995, denominado Conferencia Mundial de las Mujeres. El objetivo principal era aumentar la visibilidad de la mujer en la toma de decisiones y su participación en el poder.

Índice del artículo

¿Qué es necesario para el empoderamiento de la mujer?

Para que se pueda dar el proceso de empoderamiento en las mujeres es necesario que se desarrollen cuatro aspectos que lo conforman:

1- El tener

El tener hace referencia a la capacidad de recursos económicos que posean las mujeres, traducidos en bienes materiales. Ejemplos de bienes materiales son: el dinero, las posesiones, las herramientas tecnológicas.

Sin embargo, no se ve limitado a esto, también incluye la calidad de vida, el acceso a servicios de educación, servicios de salud, seguridad, garantía de alimentación, agua, calzado, vestimenta y seguridad laboral.

2- El saber y el saber hacer

El aspecto del saber es la forma cuantitativa y cualitativa de los conocimientos, destrezas, habilidades, capacidades y aptitudes, exhibidas verbal y comportamentalmente por las mujeres. Les permiten disfrutar de un modo eficiente y eficaz  las opciones que les acarrean beneficios de forma individual y/o colectiva.

Se distingue por:

  • La dirección de personas que realizan las mujeres en pro de su beneficio personal y comunitario.
  • La gestión en cuanto al uso de técnicas y manejo de procedimientos para alcanzar sus objetivos.
  • La gestión de capacitaciones para la formación de otras mujeres.
  • La capacidad de promover el pensamiento crítico y la reflexión.

El saber hacer se caracteriza por la aplicación del conocimiento de manera congruente y óptima en la realidad.

3- El querer

El querer son las motivaciones intrínsecas, la fuerza interna, el deseo psicológico, lo que impulsa a las mujeres, su autoestima, convicciones, y creencias acerca de su estilo de vida, la confianza que tienen en sí mismas. Es el carácter volitivo (voluntad consciente) de hacer, de decidir sobre su presente y las consecuencias de sus elecciones en el futuro.

El querer tiene que ver con la inteligencia emocional, el reconocimiento del estado emocional, la forma en que impacta a los otros y el modo en que las mujeres utilizan eso con los demás. Es proyectar desde la feminidad la vida que quieren lograr y la huella que desean dejar.

4- El poder

El poder es el centro en sí mismo del empoderamiento, se conceptualiza y puede verse cuando:

  • Las mujeres poseen la opción de decidir y tienen responsabilidades a su cargo.
  • Tienen la oportunidad de participar en cualquier proceso de toma de decisiones.
  • Tienen la opción de impactar sobre otros
  • Tienen el poder de controlar o manejar las acciones que otras personas realicen en representación de estas.
  • Ser autónomas en sus acciones y usar sus propios recursos.
  • Romper la hegemonía del poder dada a algunos grupos minoritarios.

Niveles del empoderamiento de la mujer

Hay dos niveles principales de empoderamiento de la mujer:

1- Nivel Individual

En este nivel las acciones están dirigidas al desarrollo del poder de cada una de las mujeres de forma individual. En otras palabras, el planteamiento es que cada mujer pueda plasmar y ejecutar su proyecto de vida y que puedan alcanzar el bienestar y una buena calidad de vida.

El empoderamiento se da en este caso, en función de la forma en que individualmente  las mujeres puedan decidir, crear y tener más oportunidades en pro de su desarrollo.

2- Nivel colectivo

El plan de acción en este nivel va dirigido hacia la promoción del empoderamiento de los grupos sociales femeninos, en referencia a la deseada igualdad de género que quieren alcanzar las mujeres, reforzando así la justicia social.

En este nivel se considera importante estimular que se reconozcan como colectivo,  que cooperen entre ellas, que se organicen en función de sus luchas y defiendan sus derechos, derechos que históricamente no han sido respetados.

Desde este nivel o dimensión las mujeres se sienten con más fuerza y determinación para actuar y defender sus derechos y los de los demás grupos en situación de opresión, lo que impulsará el cambio de forma más rápida y efectiva.

El feminismo y la visión del empoderamiento de la mujer

Desde la perspectiva feminista, el empoderamiento de las mujeres supone transformaciones a nivel individual  e innovaciones en los procesos sociales y estructurales que reproducen las circunstancias de subordinación e invisibilización femenina.

Estos grupos feministas suponen que el empoderamiento en esta población es una estrategia que no solo es positiva para ellas sino también para otros grupos oprimidos. Lo que conllevará: incrementar el poder,  acceder a la utilización y manejo de los recursos materiales, ganar influencia sobre otros grupos y participación en el cambio social.

Todo ello traerá como consecuencia positiva: la toma de  conciencia colectiva e individual, la defensa de sus propios derechos, la potenciación de las capacidades y finalmente la destrucción de la estructura de opresión de las mayorías.

La visión del empoderamiento de la mujer desde el campo feminista implica el despertar de la conciencia en cuanto a la subordinación de las mujeres y la mejora de la confianza en sí mismas.

También, el desarrollo de la autonomía personal y las acciones para determinar cuáles son sus objetivos e intereses en la vida y de ese modo modificar las relaciones establecidas con las instituciones y las estructuras de poder existentes.

En ese sentido, se esclarece la visión  de que el empoderamiento de la mujer no considera el binomio dominación-opresión de otros grupos. Sino que apuesta por la convivencia sana de los seres humanos sin discriminación, igualdad de derechos para todos y por la adquisición de recursos de forma equitativa.

El empoderamiento económico femenino y su relación con la violencia de género

Diversos estudios científicos concluyeron  que el empoderamiento de la mujer desde su sustrato económico protege a las féminas de la violencia de género

Las investigaciones indican que la violencia de pareja aparece con mayor probabilidad cuando las mujeres se encuentran en una relación de dependencia económica y no tienen opciones.

Las estadísticas señalan que a mayor control sobre los recursos financieros que tengan las mujeres, menor es la posibilidad de aparición de violencia sexual.

Con las líneas anteriores se describe como el empoderamiento económico protege a la mujer de distintos tipos de violencia. No obstante, el hecho de que estas manejen sus recursos puede funcionar como un factor potenciador en la aparición de la violencia, debido a que desafían de alguna forma el poder imperante (el masculino).

La Organización de las Naciones Unidas y el empoderamiento de la mujer

La Organización de la Naciones Unidas en su reconocimiento que la igualdad de género es un derecho humano fundamental, propuso como uno de los Objetivos del Milenio ” lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”.

Esto significa que es necesario facilitar mediante diversos mecanismos  el acceso a los servicios de salud, trabajo digno, educación y participación en decisiones políticas y económicas a mujeres y niñas.

El empoderamiento femenino y su importancia en el desarrollo económico mundial

La Organización de las Naciones Unidas manifiesta que si se espera conformar economías sólidas y   alcanzar los objetivos del desarrollo propuestos se hace de vital importancia otorgarle poder y la oportunidad de participar en todos los ámbitos y países del mundo a las mujeres.

Al considerar dicho argumento, la organización se plateó como necesario:

  • En primer lugar, la promoción de la igualdad de género en los contextos empresariales en los niveles altos de gerencia.
  • En segundo lugar, el tratamiento de modo equitativo de mujeres y hombres en contextos laborales; respetando sus derechos, promoviendo la no discriminación.
  • Como tercer punto; resguardar la seguridad, salud y calidad de vida de todos los empleados, sin importar su sexo.
  • En cuarta posición, incentivar la capacitación, formación y educación de los las mujeres profesionales dentro de su trabajo.
  • En quinto lugar, implementar actividades de desarrollo organizacional, “cadena de suministro” y marketing en función del empoderamiento de las féminas.
  • Como sexto requerimiento, fomentar la igualdad por medio de estrategias socio- comunitarias.
  • Y como último punto, la implementación de la técnica de evaluación y difusión de los avances llevados a cabo en función y a favor de la igualdad de género.

Lo más importante acerca del empoderamiento femenino

Lo más destacable del empoderamiento de la mujer no es tener el manejo y dominio absoluto sobre las circunstancias que las rodean y tampoco controlar los recursos materiales y/o financieros que posean.

Lo más importante, sin duda alguna, es tener el conocimiento de cómo acceder a ellos, de cómo usarlos y poder tener la competencia para incidir o influenciar sobre estos y las personas, para así controlar la dinámica de los procesos en los que están envueltas las mujeres.

El colectivo de mujeres puede manejar diversos recursos, sin embargo eso no da garantía de que harán un uso apropiado de estos y puedan beneficiarse individual y colectivamente de los mismos, previniendo situaciones desagradables y que influyan en su desarrollo.

Participación

Como se hace evidente, lo primordial no es tener en las manos el poder; lo esencial es aprender a participar en el proceso que lleva a la ganancia de este. En otras palabras, lo importante van a ser las relaciones que se establecieron y las acciones que se llevaron a cabo para conseguirlo

Esas acciones traerán consigo: mujeres con un sentido de control personal, con un  pensamiento crítico y capacidad reflexiva acerca de su contexto sociopolítico en el que se encuentran, otras ideas con respecto a la participación y organización de las estructuras sociales, el reconocimiento de la importancia de la búsqueda de apoyo social, comunitario e institucional.

Convirtiéndose así en mujeres de acciones, movilizadoras de conciencias, con la capacidad de controlar sus recursos, siendo estas características sus principales fortalezas.

Empoderamiento de la mujer en México

México actualmente impulsa nuevas políticas y leyes que contribuyen al empoderamiento de la mujer. Sin embargo, aún solo el 47% de las mexicanas forma parte de la fuerza laboral.

Estas medidas optadas por el país han permitido que la mujer tenga una relación directa con la productividad nacional.

La Subsecretaria de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional y la Secretaría de Desarrollo Social, se han tomado con seriedad la importancia de generar dentro de la sociedad las herramientas que empoderen a las mujeres del país sin importar su condición social.

Empoderamiento de la mujer en España

Para el gobierno español la paridad entre hombres y mujeres es el futuro. El país es uno de los más igualitarios, donde el 65% de los cargos del Ejecutivo está conformado por mujeres.

Son un ejemplo en muchas políticas que permiten a la mujer tener las condiciones de empoderamiento. España se ha comprometido a la realización de campañas de conciencia y a generar igualdad de oportunidades dentro del país.

Empoderamiento de la mujer en Argentina

Argentina ha sido uno de los países con más impacto mediático en relación con el feminismo y empoderamiento de la mujer. Por razones de desigualdad, se han producido un gran número de huelgas alrededor del país.

El país está altamente comprometido con la igualdad en la sociedad y el empoderamiento político y socioeconómico femenino.

Todo estas políticas y medidas tienen como uno de sus objetivos disminuir la brecha del 27% que existe entre el salario de hombres y mujeres.

Empoderamiento de la mujer en Perú 

La participación por parte de la mujer en el sector productivo de Perú ha ido aumentando gradualmente. Varios son las legislaciones y proyectos en desarrollo que promueven el empoderamiento femenino.

Sin embargo, en el campo político la diferencia es considerable, donde solo un 30% de los parlamentarios son mujeres.

Empoderamiento de la mujer en Colombia

El país ha construido instituciones, proyectos y legislaciones que apoyan el empoderamiento de las mujeres. Aunque se han observado cambios importantes, han sido lentos y en ocasiones insuficientes.

Cerrar o eliminar la brecha entre géneros que existe en el país es uno de los objetivos principales, lo cual además de beneficiar a la mujer, ayuda a la nación con el aumento de su productividad.

Referencias

  1. Musitu Ochoa G., Herrero Olaizola J., Cantera Espinosa L. & Montenegro Martínez M.
    Introducción a la Psicología Comunitaria. Ed. UCO. 2004. Barcelona. España 1° Edición.