Psicología

Pensamiento crítico: características, habilidades, ejemplos, actitudes


¿Qué es el pensamiento crítico?

El pensamiento crítico o el juicio crítico es la habilidad de analizar y reflexionar sobre los hechos de forma objetiva para poder crearse un juicio o una opinión certera. Incluye también la capacidad de pensar sobre los problemas sin aceptarlos, buscando soluciones.

Esta forma de pensamiento no se desarrolla de forma automática con el nacimiento, sino que es necesario practicarla con el objetivo de ser capaz de utilizarla. Para poder desarrollarla es necesario superar algunas características innatas de las personas, como el egocentrismo y el sociocentrismo.

Por otra parte, la capacidad de pensar de forma crítica aporta gran cantidad de beneficios, como resolver problemas sistemáticamente, entender las conexiones lógicas entre ideas y adquirir valores y creencias basados en la realidad. Debido a su importancia, el estudio de esta forma de pensamiento ha sido fundamental desde la Antigüedad.

Ejemplos de pensamiento crítico son buscar información contraria a lo que se está leyendo, buscar soluciones a problemas que se dan como irresolubles o tomar una decisión informada basada en la consulta a diversos profesionales.

Características del pensamiento crítico

Para entender mejor lo que es el pensamiento crítico, vamos a ver sus características más importantes:

Es razonable y racional

Una persona que esté utilizando el pensamiento crítico no llega a conclusiones precipitadas ni se basa en sus emociones para tomar una decisión.

Por el contrario, es capaz de recopilar los datos necesarios como para entender una situación por completo, y luego analizarlos para extraer la conclusión más lógica.

Por lo tanto, cualquier razonamiento que se base en los sentimientos o las opiniones en lugar de en los hechos no puede ser considerado como pensamiento crítico.

Es reflexivo

Para llevar a cabo un acto de pensamiento crítico no es suficiente con poder recopilar datos racionales y dejar de lado las emociones.

Además de esto, una persona que quiera formular un juicio crítico tendrá que ser capaz de reflexionar sobre el tema, de tal manera que se asegure de comprender totalmente lo que está ocurriendo.

Requiere de la voluntad para investigar sobre un tema

Una persona que no sienta curiosidad sobre un tema o situación en concreto no podrá nunca realizar un ejercicio de pensamiento crítico sobre ello.  Esto se debe a que, para poder recopilar todos los datos y analizarlos de forma no sesgada, es necesario querer conocer realmente lo que ocurre.

Por ello, las personas capaces de formular juicios críticos sienten curiosidad de forma innata o, en algunas ocasiones, han aprendido a generársela.

La persona debe ser capaz de pensar de forma independiente

Aceptando toda la información que recibe, una persona jamás será capaz de desarrollar sus habilidades de pensamiento crítico. Por el contrario, para alguien que quiera conseguirlo debe poder analizar todas las opiniones y hechos que recibe, con el fin de separar los que son ciertos de los que no.

Por esta misma razón, una persona que sea capaz de utilizar el pensamiento crítico no es fácilmente manipulable: al reflexionar siempre sobre lo que escucha, será capaz de separar la verdad de lo que no lo es.

Requiere de pensamiento creativo

Debido a que no puede fiarse de todo lo que escucha, una persona con pensamiento crítico tiene que ser capaz de encontrar soluciones novedosas a distintos problemas; de esta manera podrá generar sus propias respuestas, aunque nadie más las haya encontrado todavía.

Tiene que ser imparcial

La persona con la capacidad de generar juicios críticos tiene que poder escuchar todas las versiones de un mismo hecho con el fin de decidir cuál es la verdadera.

Por lo tanto, no puede dejarse llevar por sus prejuicios u opiniones previas; los pensamientos sesgados no tienen cabida en una persona que quiera dominar esta habilidad.

Se centra en decidir de forma consciente qué creer o hacer

Al contrario que muchas personas que nunca eligen su manera de pensar o de actuar y simplemente se dejan llevar, aquellos capaces de utilizar el pensamiento crítico reflexionan de manera consciente sobre estos aspectos tan importantes de su vida.

De esta manera, en lugar de dejarse llevar por lo que piensa la mayoría, son capaces de crear su propio camino y encontrar las verdades que son válidas para ellos.

Habilidades del pensador crítico

Para conseguir utilizar el pensamiento crítico, una persona debe dominar una serie de habilidades fundamentales:

  • Tener conciencia de la situación, con el fin de identificar problemas, ideas o situaciones sobre los que se quiere reflexionar.
  • Entender la importancia de priorizar y organizar los datos para resolver un problema.
  • Ser capaz de recopilar la información pertinente para entender la situación entre manos.
  • Entender todos los datos recogidos, incluso aquellos que tienen significados ocultos.
  • Diferenciar entre la información verdadera de la que no lo es, evitando utilizar prejuicios para separar los dos tipos.
  • Encontrar relaciones lógicas entre los distintos datos, de tal manera que se ordenen en una explicación coherente.
  • Extraer conclusiones y generalizaciones lógicas, además de ser capaz de ponerlas a prueba para comprobar su veracidad.
  • Reorganizar las propias creencias con base en las nuevas experiencias e información adquiridas con el tiempo.

Actitudes del pensador crítico

Convertirse en un pensador crítico implica un proceso; no solo es necesario desarrollar las habilidades mencionadas anteriormente, sino que también hay que adquirir las formas de pensar y de comportarse relacionadas con esta destreza.

En su libro Convertirse en un pensador crítico, el ingeniero industrial y trabajador social Vincent Ruggiero describe lo que él llama “las cuatro actitudes empoderantes” de un pensador crítico. Son las siguientes: humildad, apertura a las críticas, respeto hacia los demás y voluntad para trabajar duro.

Humildad

Incluso los mejores pensadores críticos pueden equivocarse en sus juicios. Cuando una persona cree que ya lo sabe todo sobre un tema, deja de estar abierta a nueva información, críticas o ideas.

Por ello, una de las actitudes más importantes que se deben adoptar a la hora de realizar juicios críticos es la humildad. De esta manera, la persona continuará aprendiendo de todas las situaciones que se encuentre, ya sea para reforzar sus ideas previas o para cambiarlas con base en nuevas ideas.

Apertura a las críticas

Por la misma razón, un pensador crítico tiene que ser capaz de escuchar opiniones contrarias a las suyas.

Sin embargo, esto no significa que tenga que aceptar todo lo que los demás le digan: simplemente debe abrirse a la retroalimentación de los demás antes de decidir si lo que le dicen tiene sentido o si es necesario descartarlo.

Respeto hacia los demás

Aunque en muchas ocasiones sus ideas serán más válidas que las de la mayoría de las personas (debido principalmente a que ha dedicado más tiempo a reflexionar sobre estas), el pensador crítico debe respetar a los demás con independencia de quién tenga la razón.

Incluso cuando no se esté de acuerdo con las opiniones de la otra persona, adoptar una actitud hostil hacia ella perjudicará el proceso de pensamiento crítico, además de las relaciones con los demás.

Voluntad para trabajar duro

Entender la manera real en la que funciona el mundo es un paso muy importante, pero tan solo se trata del primero. Por eso, una vez que ha aclarado sus ideas, el pensador crítico debe estar preparado para ponerlas a prueba mediante la acción.

En este sentido, reflexionar sobre el mejor plan de acción posible para conseguir un objetivo ayudará a alcanzarlo de forma más eficiente; por lo tanto, el pensamiento crítico y el trabajo duro son dos habilidades que se refuerzan mutuamente.

¿Cómo se desarrolla el pensamiento crítico?

A continuación aprenderás varias formas que podrás utilizar desde ahora mismo para comenzar a desarrollar tus habilidades de pensamiento crítico.

Haz preguntas simples

Cuando comenzamos a examinar un tema es fácil sentirse abrumado con la cantidad de información disponible. Normalmente queremos saberlo todo de golpe, pero si nuestras preguntas no son las adecuadas podemos caer presos del exceso de información.

Para evitarlo y comenzar a desarrollar tus habilidades de pensamiento crítico, comienza realizando preguntas sencillas: ¿qué es lo que ya sabes sobre el tema en cuestión?, ¿qué quieres aprender?, ¿hay algún aspecto en concreto sobre el que necesites saber más?, ¿de dónde puedes sacar la información?

Cuestiónatelo todo

En ocasiones lo que creemos saber es tan complejo, o la información está tan mezclada, que resulta complicado separar lo que es cierto de lo que no lo es.

Por lo tanto, para pensar de manera racional sobre cualquier tema lo primero que necesitamos hacer es volver a repasar los fundamentos de lo que tenemos como cierto.

Para ello, tendrás que comenzar a dudar sistemáticamente de todo aquello que dabas por bueno. Cuando detectes una creencia o pensamiento que no puedas respaldar con hechos objetivos y fácilmente verificables, investiga sobre el tema hasta que puedas formarte una opinión racional al respecto.

Presta atención a tus procesos mentales

Nuestra mente es capaz de una gran cantidad de proezas, pero no es infalible. Según Daniel Kahneman, psicólogo ganador de un premio Nobel, cuando examinamos información nuestro cerebro toma una serie de atajos para explicar de forma más sencilla lo que ocurre: los heurísticos.

Estos procesos de pensamiento harán que tengas que estar muy pendiente de lo que pasa dentro de tu mente si quieres conseguir examinar la información disponible sin dejarte llevar por tus prejuicios o ideas preconcebidas.

Evalúa de manera racional la evidencia existente

Cuando estés examinando un problema o un tema en concreto, no es necesario que evites buscar información sobre ello por miedo a no ser objetivo.

Aunque es cierto que para casi todo existe evidencia contradictoria, una de las mejores maneras de practicar el pensamiento crítico es examinando toda la información sobre un tema tratando de distinguir lo que es válido de lo que no.

Para ello, cuando te encuentres frente a una nueva evidencia, pregúntate lo siguiente:

  • ¿Quién ha recopilado esta información? ¿Se trata de una opinión o, por el contrario, son hechos demostrables?
  • ¿De qué manera se han recopilado estos datos? El procedimiento, ¿está basado en el método científico o, por el contrario, se trata de evidencia menos concluyente como encuestas o entrevistas?
  • ¿Qué intenciones tenían los investigadores? ¿Pueden haber influido en los resultados de sus estudios?

Piensa por ti mismo

Por último, en ocasiones la evidencia encontrada no es suficiente como para formarte una opinión definitiva sobre un tema. En estos momentos, tendrás que hacer caso de tu sentido común y de tus experiencias previas para tomar una decisión.

Por ejemplo, en el ámbito de la nutrición parecen existir muchos datos contradictorios sobre lo que es sano y lo que no. Sin embargo, en tu propia experiencia, ¿qué te hace sentir mejor? ¿De qué manera estás más sano y tienes un cuerpo más saludable?

Ejemplos reales de pensamiento crítico

A continuación veremos varias situaciones de la vida cotidiana en las que desarrollar el pensamiento crítico puede sernos de ayuda.

Distinguir noticias verdaderas de las falsas

Los medios de comunicación están plagados de noticias falsas, medias verdades, propaganda e información pensada para despistar a los espectadores.

Aunque la mayoría de nosotros creemos que somos capaces de distinguir lo que es cierto de lo que no, la realidad es que cada día resulta más difícil.

En estas situaciones, es fundamental desarrollar las herramientas de pensamiento crítico para evitar creer en noticias falsas que pueden aumentar nuestra desinformación.

¿Tus amigos tienen siempre la razón?

Uno de los mayores problemas de los adolescentes es su necesidad de encajar dentro de su grupo de referencia. Debido a este impulso tan poderoso, muchos de ellos aceptan todo lo que sus amigos les dicen sin pensar racionalmente sobre ello.

Esto puede llevar a problemas en todo tipo de áreas: desde en sus relaciones de pareja hasta en temas de drogas o alcohol. 

Por ello, un adolescente que desarrolle su pensamiento crítico estará mucho más protegido que el resto frente a problemas generados por su falta de racionalidad cuando está con sus amigos.

Otros ejemplos

  • Un investigador piensa que no lavarse las manos antes de cuidar a enfermos o realizar operaciones puede aumentar mucho la tasa de mortalidad.
  • Un astrónomo piensa que el sol no es el centro del universo, y que posiblemente la nuestra sea solo una de los millones de estrellas que existen.
  • Un empresario piensa que el precio de los automóviles puede descender e inventa un sistema para disminuir el precio de los mismos.
  • Un grupo de hermanos piensa que, aunque se crea imposible, sí es posible volar y desarrollan un prototipo de avión para demostrarlo.
  • Un ingeniero aeronáutico piensa que reutilizar los cohetes, en vez de fabricar cohetes de un solo uso, es la mejor forma de disminuir los viajes al espacio.
  • Un ingeniero mecánico piensa que los coches a gasolina son un peligro para el medio ambiente y que es necesario desarrollar coches eléctricos.

Temas de interés

Tipos de pensamiento

Pensamiento creativo

Cómo ser creativo

Pensamiento divergente

Pensamiento lateral

Pensamiento abstracto

Juegos mentales

Juegos para la memoria

Referencias

  1. “7 Characteristics of Critical Thinking” en: RN Central. Recuperado en: 10 Abril 2018 de RN Central: rncentral.com.
  2. “Adopting the Attitude of a Critical Thinker” en: Cengage. Recuperado en: 10 Abril 2018 de Cengage: blog.cengage.com.
  3. “Critical thinking” en: Wikipedia. Recuperado en: 10 Abril 2018 de Wikipedia: en.wikipedia.org.
  4. “7 Ways to Improve Your Critical Thinking Skills” en: College Info Geek. Recuperado en: 10 Abril 2018 de College Info Geek: collegeinfogeek.com.
  5. “Critical thinking in everyday life” en: Thinker Academy. Recuperado en: 10 Abril 2018 de Thinker Academy: thinkeracademy.com.