Historia

¿Qué fue la revolución copernicana?


La revolución copernicana es un término aplicado al gran cambio que se produjo en Europa occidental en la forma de considerar la ciencia. En un principio, su origen se encuentra en los descubrimientos de Nicolás Copérnico sobre el sistema solar en el siglo XVI, pero el verdadero alcance de esa revolución fue que cambió la forma de ver el mundo.

En ese momento, la teoría sobre el sistema solar más extendida era la geocéntrica, que afirmaba que el resto de los planetas giraban alrededor de la Tierra. Copérnico, un astrónomo polaco, demostró gracias a sus observaciones que, en realidad, era el sol el eje central del sistema.

Este descubrimiento no solo supuso romper con las creencias establecidas y defendidas por la Iglesia. A medio plazo, supuso un cambio de paradigma en la investigación científica y en la filosofía, abriendo camino a las ideas de la Ilustración. La modernidad sustituyó a lo medieval, dando primacía al pensamiento científico.

Muchos otros autores recogieron el testigo de Copérnico y continuaron realizando investigaciones mediante el método científico. Entre los más destacados se encontraban Galileo, Kepler y Newton, que acabaron por perfeccionar los trabajos realizados por el astrónomo polaco.

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Nicolás Copérnico

El nombre de revolución copernicana proviene de un astrónomo de origen polaco que vivió entre 1473 y 1543. Este estudioso es descrito por muchos autores como renacentista dada la amplitud de sus intereses.

Copérnico estudió en la Universidad de Cracovia y en la de Bolonia. Después, hacía el año 1500, comenzó a formarse en ciencias y astronomía en Roma. Fue en este último campo en el que el científico realizó unos descubrimientos que acabarían por revolucionar la ciencia.

De hecho, hoy en día se usa la expresión “giro copernicano” cuando se quiere recalcar un resultado que cambia totalmente las creencias o costumbres de los individuos o sociedades.

Teoría heliocéntrica

En la época en la que Copérnico vivió, la teoría más extendida sobre el sistema solar era la geocéntrica de Ptolomeo. Este modelo situaba a la Tierra en el centro del universo, con el resto de los cuerpos celestes girando a su alrededor.

El astrónomo polaco propuso una nueva teoría basada en sus propias aportaciones: la heliocéntrica. Así, en su obra De revolutionibus (cuyo nombre “De Revoluciones” hace referencia a la trayectoria de los planetas y estrellas) afirmó que el centro del universo se encontraba próximo al Sol.

Alrededor de este, según Copérnico, giraban los cuerpos celestes, siguiendo una trayectoria uniforme y eterna. Entre estos cuerpos se encontraba la Tierra, lo que contradecía a la Iglesia y a los académicos que la situaban como el centro, para ellos, de la creación.

Esta teoría fue mejorada posteriormente por otros científicos, quedando culminada en el siglo XVIII por Isaac Newton.

Base de la teoría

La teoría heliocéntrica de Copérnico dio respuesta a los problemas para comprender el movimiento de los planetas. En realidad, situar al Sol como centro del universo no era nuevo, ya que Aristarco de Samos, en el siglo III a.C, había propuesto ese modelo para explicar la carencia de paralaje estelar.

Sin embargo, la simplicidad del modelo geocéntrico hizo que ese antiguo conocimiento quedara arrinconado. Parte del mérito de Copérnico fue  ir más allá de lo que los sentidos humanos veían cuando miraban al cielo y no dejarse llevar por las enseñanzas eclesiásticas que situaban al hombre, y por lo tanto a la Tierra, como el centro de lo existente.

En el siglo XVI, se comenzaron a encontrar muchos desajustes en las predicciones que acompañaban al modelo geocéntrico. Las trayectorias de los planetas, por ejemplo, no coincidían con las que ese modelo señalaba.

A pesar de la defensa realizada por los astrónomos ptolemaicos, como Tycho Brahe, ninguna de las mediciones que realizaron se ajustaron tanto a la realidad como las de Nicolás Copérnico.

Revolución en la ciencia

Más allá de su importancia para la astronomía, la revolución copernicana supuso una revolución científica. A partir de ese momento, la ciencia y el modo de estudiar el mundo cambiaron definitivamente.

A consecuencia de esa revolución, a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII se produjo una crisis en el panorama intelectual europeo. El resultado fue el comienzo del siglo de las luces o de la a Ilustración. En pocas décadas, esto significaría un cambio que afectó a todos los ámbitos, desde la ciencia hasta la política.

Teorías copernicanas y la Iglesia

Aunque muchos estudiosos afirman que la oposición de la Iglesia a las ideas de Copérnico no fue demasiado dura, sí existen pruebas de que supusieron un choque con sus enseñanzas. El principal fue que el heliocentrismo desterraba la idea de que el hombre y la Tierra eran el centro de la creación.

Un ejemplo de esto fue el ataque que Martín Lutero contra los escritos del astrónomo. El teólogo reformador lo acusó de falsedad y de querer falsear la astronomía.

Otros autores que siguieron a Copérnico sí encontraron una oposición mucho más dura por parte de la Iglesia católica. Galileo, defensor de la teoría heliocéntrica, vio su obra prohibida.

Del medievo a la modernidad

Como se ha señalado anteriormente, la repercusión del trabajo de Copérnico fue más allá de la astronomía. Así, en primer lugar, supuso un cambio en la visión del mundo. Esta pasó de tener al hombre en el centro a colocar a lo que la ciencia podía demostrar. Esto acabó provocando un cambio en todo el saber científico.

Además, también significó una revolución en el método científico. Tras Copérnico, la base de todo descubrimiento fue la observación y la experimentación, logrando resultados mucho más acertados.

Influencia

Científicos como Galileo, Kepler y después Newton fueron seguidores del modelo heliocéntrico propuesto por Copérnico. A partir de su trabajo, esos científicos fueron presentando nuevas teorías hasta alcanzar un punto culminante: la mecánica newtoniana.

De acuerdo a los expertos, la aceptación del modelo heliocéntrico fue un hito en la historia de Occidente. Se considera que, con esa teoría, acabó una época marcada por la religión y su imposición, vigente durante la Edad Media.

Tras Copérnico, Giordano Bruno, Galileo y Kepler, el mundo de la Física y la Astronomía avanzó a grandes pasos. Por otra parte, esto acabó marcando a toda una corriente de filósofos, como Descartes o Bacon.

En parte, la gran revolución copernicana cuestiono la manera que había tenido el ser humano de explicar el mundo. No bastaba con observar que el Sol parecía girar alrededor de la Tierra, sino que la ciencia pasa a ser necesaria para descubrir su verdadera mecánica.

Referencias

  1. Cosmoeduca. La revolución copernicana. Obtenido de iac.es
  2. Encyclopaedia Herder. Revolución copernicana. Obtenido de encyclopaedia.herdereditorial.com
  3. BBC Mundo. Cuál fue realmente la Revolución Copernicana. Obtenido de elcomercio.pe
  4. Westman, Robert S. Nicolaus Copernicus. Obtenido de britannica.com
  5. Dennison, Bill. Nicholas Copernicus and the Copernican Revolution. Obtenido de ian.umces.edu
  6. Kuhn, Thomas S. The Copernican Revolution: Planetary Astronomy in the Development of Western Thought. Recuperado de books.google.es
  7. Biography. Nicolaus Copernicus. Obtenido de biography.com