Animales

Búho: características, alimentación, reproducción, hábitat


El búho es un ave de rapiña perteneciente a la familia Strigidae. Su característica principal es el disco de plumas que bordea cada uno de sus ojos. Estos son grandes y están orientados hacia adelante. Su sentido de la vista está muy desarrollado, permitiéndole cazar sus presas durante la noche.

Para a sus víctimas, también se vale de su agudeza auditiva. La morfología de sus orejas le permite identificar, con una alta precisión, la orientación y la distancia donde se encuentra la fuente de cualquier sonido.

Con relación a su cuerpo, es redondeado y siempre mantiene una postura erguida. Sus extremidades son fuertes y se encuentran cubiertas de plumas. Posee unas garras afiladas, con las cuales no solo sostiene con firmeza al animal que caza, sino que también las utiliza para desgarrar su carne.

Otro aspecto que identifica al búho es su vuelo silencioso. Esto lo logra gracias a una serie de adaptaciones corporales, dentro de las cuales se encuentran sus plumas. Estas son suaves y tienen unos flecos en las principales plumas de vuelo.

El hábitat preferido de los búhos son los bosques, aunque también pueden vivir en matorrales y en áreas cercanas a la costa. Se distribuyen mundialmente, con la excepción de la Antártida.

Índice del artículo

Evolución

Los primeros fósiles de los búhos pertenecen al período prehistórico del Paleoceno. Sin embargo, en el Eoceno ocurrió una radiación de especies y familias de gran relevancia. Con respecto a la familia Strigidae, su aparición es algo incierta.

Algunas muestras fosilizadas que fueron atribuidas a este clado, pertenecían a los Tytonidae. La primera evidencia de estas especies aparece en Europa y en Norteamérica, durante el Mioceno inferior, entre 22 y 24 millones de años atrás. Después de este evento, probablemente dichos búhos pudieron desplazar a los Tytonidae.

El fósil más antiguo conservado es del Ogygoptynx wetmorei, encontrado en Colorado, donde habitó hace 58 millones de años. Este sugiere la existencia de una radiación de dichas aves hace 50 millones de años.

Además, sus características indican que los antecesores de los actuales búhos eran más grandes que la especie actual.

Linneo colocó a los Falconiformes y a los Strigiformes en un mismo grupo, debido a su alimentación carnívora y a sus características comunes. Esta clasificación duró alrededor de 130 años, hasta que las investigaciones revelaron una información diferente.

Actualmente, los taxónomos sostienen la existencia de una estrecha relación entre los búhos y los Caprimulgiformes. Esto se encuentra respaldado por los datos que arroja la hibridación ADN-ADN.

El búho en la cultura popular

El búho se encuentra asociado, en algunas partes del mucho, con la desgracia y la muerte, probablemente por ser un ave nocturna y por el profundo chillido que utiliza como llamada.

No obstante, también se les relaciona con la prosperidad y sabiduría. Esto puede deberse a que, en la Mitología Griega, la diosa Atenea, maestra de la sabiduría, siempre estaba acompañada de un búho.

Los antiguos egipcios empleaban, en los jeroglíficos, una representación de esta ave para el sonido de la letra “m”. Dentro de la cultura nativo-americana, a menudo se les relaciona con la hechicería y con el mal.

En Mesoamérica, los mayas y los aztecas, consideraban que el búho era un símbolo de destrucción y muerte. En este sentido, el dios azteca que representa a la muerte, Mictlantecuhtli, era frecuentemente simbolizado con este animal.

Dentro de la riqueza de la cultura japonesa, es visto como símbolo de lo positivo y de lo negativo, dependiendo de la especie. Así, los búhos graneros se perciben como elementos demoníacos y los búhos águilas como mensajeros de los dioses.

En la civilización india, el búho blanco se asocia con la prosperidad, puesto que es un compañero de la diosa de la riqueza.

Características

Los búhos poseen una cabeza grande con ojos de gran tamaño. Alrededor de cada uno tienen un círculo de plumas, conocido como disco facial. Existe una hipótesis que plantea que este contribuye a la canalización del sonido hasta sus oídos.

Con relación al pico, es robusto y corto, con la mandíbula superior en forma de gancho. Sus alas son grandes, redondeadas y anchas. Sus patas son fuertes, con unas garras poderosas.

Tamaño

La familia Strigidae es muy extensa. Está dividida en 26 géneros con características comunes y propias, que los definen y diferencian del resto de los búhos.

Dentro de las especies más pequeñas están los búhos pigmeos, que miden 13 centímetros y pesan alrededor de 50 gramos. La envergadura de ala es de 32 centímetros. Otro ejemplo es el búho elfo (Micrathene whitneyi), con un peso de 40 gramos y una longitud entre 13,5 y 15,5 centímetros.

Así mismo, un grupo de estas aves tienen un gran tamaño. Tal es el caso del búho de Eurasia (Bubo bubo), que puede llegar a pesar 4,200 gramos y su cuerpo mide de 60 a 75 centímetros.

También, el búho de Verreaux (Bubo lacteus), con un largo aproximado de 76 centímetros, un peso de 4 kilogramos y una envergadura de 2 metros.

Entre estos extremos existen alrededor de 200 especies, de diversos tamaños. De manera general, los machos suelen ser más pequeños que las hembras.

Sin embargo, existen algunas excepciones: el macho del Athene cunicularia es ligeramente más grande que la hembra. De igual manera ocurre con varias especies de Ninox.

Plumas

El plumaje de los búhos es suave, de color blanco, crema, gris, negro, marrón y dorado. Entre las especies, pueden existir variaciones, pero todas las coloraciones están adaptadas para mezclarse con su hábitat nativo.

El hecho de poder pasar desapercibidos dentro del medio ambiente donde viven, es muy importante para todos los miembros de esta familia. Debido a que son unos feroces depredadores, son temidos y perseguidos por diversas aves. Inclusive si están muertos, pueden ser asaltados y atacados.

Especializaciones

Aunado a esta adaptación, las plumas también han evolucionado para que el búho tenga un vuelo silencioso. Esto favorece la captura de las presas durante la noche. La mayoría del plumaje no tiene una superficie lisa, sino que se encuentran cubiertas de un fino plumón.

En cuanto a las plumas primarias y secundarias, tienen el borde posterior suave y poco definido. Las plumas de vuelo primarias tienen el borde externo aserrado.

En casi todas las especies, estas pueden cubrir, en mayor o menor grado, sus patas y garras. Así, tienen una protección extra en sus extremidades, contra los roedores.

También puede funcionar como un aislante térmico, ante las temperaturas extremadamente bajas. La excepción de esta característica es el búho pescador, con sus patas desnudas, que le permiten mojarlas regularmente en el agua sin sufrir problemas.

Algunos integrantes del género Glaucidium y el búho real poseen unos parches en la parte posterior de la cabeza, similares a unos ojos. De esta manera, probablemente, tratan de amedrentar y confundir a sus depredadores.

Ojos

El ancho del campo vincular delantero de los Strigidae es de 50°. Aunque la posición de los ojos parezca frontal, existe una divergencia de 55°. Así, la región binocular es estrecha, mucho más de lo que podría asumirse, y no se encuentra maximizada dentro de la imagen.

Sin embargo, la ubicación de los ojos se encuentra asociada a una mejor percepción de profundidad, inclusive si en el ambiente la luz es escasa.

En la protección de estos órganos, intervienen tres párpados. El superior se cierra en el momento que el animal parpadea y el inferior cuando duerme.

La membrana nictitante, o tercer párpado, es una fina capa. Esta se extiende diagonalmente sobre el ojo, desde la parte interna hacia la externa. Su función es humedecer, limpiar y proteger la superficie ocular.

Oídos

La audición es uno de los sentidos más desarrollados en los búhos. Mediante ella, un animal de este tipo puede escuchar sonidos emitidos a muy bajo volumen, cuya fuente se encuentra a una larga distancia.

Aunado a esto, tienen la habilidad de ubicar exactamente el lugar donde se encuentra la presa. Esto lo pueden lograr gracias a un rasgo anatómico bastante inusual: sus orejas están colocadas de manera asimétrica sobre su cabeza. Así, puede captar ondas sonoras de diferentes fuentes y direcciones.

De esta manera, una oreja está localizada a mayor altura que la otra. Además, una está posicionada más adelante. Las pequeñas diferencias temporales en la recepción de cada oído del estímulo auditivo son interpretadas por el cerebro, arrojando una información muy precisa sobre la ubicación de la presa.

Así mismo, para tratar de identificar la dirección y la distancia en la que se encuentra el sonido, estas aves suelen mover sus cabezas en diferentes direcciones. Debido a esto, necesitan un cuello flexible, que le permita girar su cabeza hasta en 270° en diferentes sentidos.

Taxonomía y clasificación

– Reino Animal.

– Subreino Bilateria.

–Filum Cordado.

– Subfilum Vertebrados.

– Superclase Tetrapoda.

– Clase Aves.

– Orden Strigiformes.

Familia Strigidae

Subfamilia Asioninae        

Géneros: Asio, Pseudoscops, Nesasio.

Subfamilia Striginae          

Géneros: Bubo, Ketupa, Jubula, Lophostrix, Mascarenotus, Margarobyas, Megascops, Psiloscops, Otus, Ptilopsis, Pyrroglaux, Pulsatrix, Strix, Scotopelia.

Subfamilia Surniinae         

Géneros: Aegolius, Glaucidium, Athene, Micrathene, Heteroglaux, Surnia, Ninox, Sceloglaux, Xenoglaux, Uroglaux.

Alimentación

La dieta de los búhos es muy variada y va a depender del hábitat donde se encuentren. Algunos se alimentan de mamíferos de tamaño pequeño, como los ratones, ratas, ardillas, murciélagos y conejos.

También consumen diversos invertebrados, entre los que se encuentran cangrejos, arañas, caracoles, insectos, y algunos gusanos de tierra. Así mismo, comen, anfibios, reptiles y otras aves, como las urracas, perdices, palomas y los córvidos. Los búhos pescadores cazan peces de agua dulce.

El búho real (Bubo bubo) es el ave rapaz de mayor tamaño en Europa. Es un depredador capaz de capturar presas de gran tamaño, de hasta 10 kilogramos. Algunas de estas son el cervatillo, el zorro y otras aves grandes, como el busardo ratonero y el milano real.

En la época de invierno, su alimentación puede cambiar de manera drástica. Esto es debido a que sus principales presas se esconden en sus madrigueras, de la cual salen con muy poca frecuencia. Así, esta ave rápidamente modifica su dieta, adaptándola a las nuevas exigencias climáticas.

Durante esa temporada, los Strigidae suelen almacenar sus presas durante por varios días. Para descongelarlas, estas aves las “incuban”, calentándolas antes de ingerirlas.

Diversidad alimentaria

La especialización trófica de esta ave es el producto de su historia evolutiva y de su ecología. Existe una estrecha relación alimentaria entre la morfología del búho, los aspectos etológicos y los ecológicos.

Así, las plumas, las patas y la forma de gancho de su pico están vinculados a su manera de forrajear y a las condiciones de su hábitat. De esta manera, los grandes depredadores, como el búho real, capturan presas de mayor tamaño que aquellos de menor tamaño.

También, los que cazan mientras vuelan tienden a hacerlo sobre presas más móviles que los que utilizan la técnica del acecho sigiloso.

En este orden de ideas, dentro de este grupo de aves rapaces nocturnas existen taxones que se han especializado en la depredación de animales vertebrados. Ejemplos de esto son el Asio flammeus y Tyto alba, que basan su dieta casi exclusivamente en roedores.

Otros, como algunas especies de Megascops, prefieren los invertebrados. Sin embargo, la gran mayoría se adaptan a la dieta estacional. Así, la alimentación de una especie pudiera estar más relacionada con la disponibilidad de las presas que con la predilección específica por alguna de estas

Por ejemplo, en el A. flammeus, ante la escasez de los roedores en su hábitat natural, incorpora insectos y aves a la dieta diaria.

Métodos de alimentación

Aunque algunos búhos cazan en el día, la gran mayoría de las especies son nocturnas. Estas aves rapaces se encuentran adaptadas para cazar en condiciones de poca luz. Para esto se valen de su aguda visión y del excelente sentido del oído que poseen.

Además, las características de su plumaje hacen que tengan un vuelo silencioso, el cual les permite acechar al animal sin que este lo note. Dentro de las adaptaciones para permitirlo está la cresta rígida de plumas que poseen a todo lo largo del borde anterior del ala.

Así mismo, también juega un papel en este sentido el material aterciopelado que se encuentra sobre las alas. En la parte externa de esta tienen una franja flexible.

Los Strigidae son cazadores muy pacientes, pudiendo permanecer inmóviles por largo tiempo sobre una rama, observando cada movimiento de su presa. Cuando llega el momento preciso, vuelan en absoluto silencio y la captura se produce en fracciones de segundo.

Otra técnica de caza es conocida como la búsqueda activa. En esta, el búho vuela sigilosamente grandes extensiones de terreno en búsqueda de su presa. Puede capturarla lanzándose vertiginosamente sobre ella o mientras está en pleno vuelo.

Digestión

Con la fuerza de sus garras logra inmovilizar a su presa, que con frecuencia no ofrece resistencia. Luego la traslada hacia otra zona para consumirla. En algunas ocasiones puede transferirla rápidamente hasta el pico, devorándola rápidamente.

Suelen tragarse toda la comida de una vez. Cuando la presa es muy grande, emplean el pico y las garras para desgarrarla en pedazos más pequeños. Como no tienen buche, a diferencia de otras aves, todo lo que ingieren llega directamente al estómago, donde es digerido.

Los Strigidae, al igual que algunos pájaros, luego de haber transcurrido aproximadamente 10 horas de haber comido, regurgitan los pellets. Estos contienen aquellos elementos que no pudieron digerir, como los huesos, piel y plumas.

Reproducción

El búho alcanza su desarrollo sexual cuando tienen entre 1 y 3 años de vida. No obstante, algunas especies pequeñas pueden reproducirse al año de edad.

Desde ese momento, tanto el macho como la hembra, son fértiles, ya que poseen la madurez sexual, física y anatómica para reproducirse. Sin embargo, si las condiciones básicas de supervivencia no están garantizadas, el búho pudiera postergar por un tiempo su apareamiento.

La gran mayoría de los búhos integrantes de la familia Strigidae son monógamos. Muchas parejas tienen fuertes enlaces entre ellos, de manera tal que podrían durar juntos durante varias temporadas, inclusive de por vida. Tal es el caso del búho de los Urales (Strix uralensis) y de varios búhos pequeños.

Sin embargo, en el caso de existir abundancia en la comida, algunas especies, como por ejemplo el búho boreal (Aegolius funereus), suelen formar de manera simultánea dos parejas.

Otros, pueden juntarse durante una temporada de cría y buscar un nuevo compañero durante la temporada siguiente. En conclusión, el comportamiento de apareamiento podría depender de las características de las especies, de las fluctuaciones poblacionales y de la disponibilidad de alimentos.

Apareamiento

El período reproductivo podría variar según las regiones y la latitud geográfica de cada especie. Para los que viven en las zonas frías, el celo se inicia con la llegada del invierno, fecha que coincide con el momento cuando los jóvenes se dispersan. En áreas más cálidas, los Strigidae encelan al inicio de la primavera, cuando la temperatura es mucho más favorable.

Cortejo

El cortejo es una etapa muy importante dentro del proceso de apareamiento. En este, el macho realiza conductas muy variadas, entre las que se encuentran las llamadas. Estas podrían ser realizadas durante un mes, con la finalidad de atraer a las hembras a su territorio, en el cual el macho generalmente permanece la mayor parte del tiempo.

También pudiera hacerlo para renovar el vínculo con alguna pareja anterior que se encuentre dentro del grupo. Después de que logra su objetivo, el macho suele ofrecerle comida a la hembra, para demostrar de esta manera su idoneidad como abastecedor de alimentos para ella y para sus crías.

Así mismo, podría mostrarle los nidos que se encuentran dentro del área. Una vez que hayan formado pareja, ambos vocalizan, como si cantaran a dúo. Esta es una de las características principales del cortejo en los búhos.

Otro de los comportamientos del ritual de apareamiento son las exhibiciones aéreas, en las cuales el macho se eleva y golpea con sus alas el cuerpo, tratando de impresionar a la hembra. También, la pareja podría volar y realizar giros sobre el territorio.

Nidación

Los Strigidae no construyen sus nidos. Usualmente anidan en el suelo, en grietas de poca profundidad o entre las raíces de las plantas. Además, también pueden hacerlo en cuevas o en cavidades de los árboles, bien sean naturales o las hechas por los pájaros carpinteros.

Otros colocan sus huevos debajo de la tierra, como es el caso del búho de madriguera (Athene cunicularia). Así, utilizan las madrigueras que han sido utilizadas por los conejos. Las especies más grandes toman los nidos de otras aves, entre las que se encuentran los halcones y cuervos.

Generalmente, la pareja elige el mismo lugar de anidación, al que regresa cada año. Para hacer más comfortable el nido, suelen utilizar sus propios pellets regurgitados.

Incubación

Los huevos son redondeados y blancos. La cantidad de huevos que puede poner la hembra varía entre las especies. Sin embargo, el promedio es de 2 a 4, pudiendo ser mayor si las condiciones alimenticias son abundantes.

Algunos búhos pescadores ponen un huevo, mientras que otros, como el búho excavador (Athene cunicularia) podría tener una puesta de hasta 10 huevos.

El intervalo de tiempo entre la puesta de cada huevo es entre uno y dos días, pudiendo llegar hasta cuatro. Cuando esto ocurre, las crías nacen con diferencias significativas.

La hembra comienza a incubar desde que pone el primer huevo. Este proceso podría durar desde 22 hasta 32 días, en el caso de las especies de mayor tamaño. Durante este tiempo pocas veces dejan el nido, ya que el macho se encarga de su alimentación.

Las crías

Cuando nacen los polluelos, tienen su cuerpo cubierto de plumas cortas y de color pardo. El macho continúa llevando alimentos al nido, donde la madre los regurgita y los coloca directamente en el pico de cada cría. Esto lo realizan hasta que estos tienen tres semanas de vida.

Una vez transcurrido ese tiempo, ya se alimentan por sí solos, con la comida que les trae el macho. Cuando tienen 6 semanas, vuelan fuera del nido para explorar a sus alrededores. Los vuelos cortos comienzan a realizarlos en la semana 8 o 9, siendo en la semana 14 cuando abandonan completamente el nido.

Hábitat y distribución

Los búhos se distribuyen en todo el mundo, exceptuando la Antártida. Son aves que se adaptan fácilmente a diversos ecosistemas, siempre que cuenten con las condiciones básicas en cuanto al clima y a los alimentos, entre otros.

Estos animales pertenecen al grupo de aves que rara vez realizan una migración anual. Algunos pueden desplazarse, cuando baja la temperatura, hacia lugares más cálidos. Sin embargo, la gran mayoría permanecen en el lugar donde nacieron, siempre y cuando no existan alteraciones en su medio ambiente.

Localización de algunas especies

El búho nevado (Nyctea scandiaca) habita en la tundra del norte. Durante la época de cría y en el verano prefiere la copa de los árboles. Otras especies, como el búho nival, se encuentran tanto en el Viejo como en el Nuevo Mundo.

El género Otus es el más grande de la familia Strigidae, con un total de 63 especies. Un aspecto que los caracteriza es que alrededor de 30 de estas viven en islas, pequeñas o grandes. Así, el Otus rutilus se encuentra en toda la región de Madagascar.

El Otus nudipes habita en las Islas Vírgenes y en Puerto Rico, siendo abundante en la Isla Culebra; y se cree extinto en la isla de Vieques. El Bubo virginianus, conocido como búho cornudo, cuenta con una amplia variedad de hábitats, abarcando desde Alaska hasta Argentina.

Otra especie extendida a nivel mundial es el búho de Eurasia, que vive en el Viejo Mundo, en territorios que van desde Noruega y España hasta el este de China, el norte de Japón y Rusia.

El grupo de los búhos pescadores está localizado en el sudeste asiático y en África. El búho de Blakiston es uno de los que habita en la zona más septentrional, al sureste de Siberia, la isla de Sajalín, Manchuria y la isla de Kuril.

Los miembros del género Strix, llamados búhos de la madera, se distribuyen uniformemente por todo el mundo, prefiriendo las regiones boscosas.

El género Ninox, vive en Australia, Nueva Zelanda y en todo el sudeste asiático. No obstante, existen dos excepciones: el Ninox scutulata, que habita desde Japón y Siberia hasta la India y el Ninox superciliaris, que vive solo en Madagascar.

Habitat

Los búhos viven en casi todos los hábitats, excepto en aquellas de gran altura y en los desiertos sin árboles, como el Sahara. Sin embargo, la mayor concentración de Strigidae, casi el 80%, ocurre en los bosques de tierras bajas, en comparación con aquellos bosques tropicales de una gran altitud.

No obstante, existen especies, entre las que se encuentran el Bubo ascalaphus, que viven en regiones xerófilas. Estos poseen un plumaje dorado, que les permite camuflarse perfectamente en el desierto donde residen.

De igual forma, la coloración del búho de Hume (Strix butleri), también contribuye a que pase desapercibido en el hábitat árido en el que se desarrolla.

Los búhos pescadores, pertenecientes a los géneros Scotopelia y Ketupa y Scotopelia, están distribuidos a lo largo de los ríos, lagos o pantanos, donde pueden cazar a los peces que conforman su dieta.

Descripción de algunos hábitats

El Glaucidium passerinum y el Glaucidium californicum prefieren los bordes de los bosques de hojas caducas o de coníferas. Las especies que viven más al sur, como el Glaucidium perlatum, están localizados en matorrales y zonas costeras.

Uno de los Strigidae con un hábitat abierto es el búho excavador. Este vive Norteamérica y en América del Sur, en las praderas del desierto y áridas llanuras de estas regiones.

La especie no forestal más conocida es el búho nival. Para aparearse, lo hace en varias áreas de la tundra ártica, en regiones elevadas o en las rocas.

Comportamiento

Los búhos tienen hábitos solitarios, menos cuando se encuentran en la etapa reproductiva. Algunos, como el Asio otus, se unen en refugios durante el invierno, formando grupos de hasta 20 aves.

Para socializar, emiten vocalizaciones. Estas pueden ir desde el gruñido, muy parecido al del cerdo, hasta el chirrido profundo de los grandes búhos. Dichas llamadas las suelen utilizar para llamar a los jóvenes, para amedrentar a los intrusos y para marcar su territorio.

Pueden ir acompañadas de diversas posturas corporales. Mientras las emiten, algunos búhos se inclinan ligeramente hacia adelante, mostrando así las plumas blancas de su cuello, que lucen como un destello en medio de la noche.

Así mismo, mueven en diferentes posiciones los mechones que se encuentran en las orejas. Una postura agresiva de los Strigidae es cuando abren sus alas, levantándolas y dándoles un giro de tal forma que la parte de atrás quedan mirando hacia adelante. Al mismo tiempo, inflan las plumas de su cuerpo. Todos esto hace que la apariencia del búho luzca más grande.

Cuando estas exhibiciones se combinan con el fuerte sonido que pueden producir con sus picos, le dan a esta ave la apariencia de una feroz amenaza, que muchos depredadores evitan.

Peligro de extinción

Debido a que la mayoría viven en regiones tropicales o en islas, se encuentran vulnerables a que su hábitat sea destruido. En 1994, BirdLife International señaló que el 11% de las especies de búhos están en peligro de extinguirse, mientras que el 7,4% están muy cercanas a esto.

La principal causa de la disminución de la población es la fragmentación de los bosques. El hombre ha destruido el hábitat natural de los búhos, para construir asentamientos urbanísticos y carreteras. Así mismo, esto ha provocado que muchos ríos se sequen, desapareciendo con ellos los peces que forman parte de la dieta de algunas especies.

Un ejemplo de la influencia negativa de las acciones del hombre sobre estas aves lo constituye el Athene blewitti, que habita en la India. En el año de 1997 fue redescubierto, luego de 113 años desde el último registro verificado de dicha especie.

Seis meses después de esto, el corte de los árboles desbastó su hábitat, reduciendo notablemente su posibilidad de sobrevivir.

Los Strigidae están amenazados por persecuciones, envenenamiento y por su captura ilegal para comercializarlos. Además, debido a que su vuelo es bajo y lento, muchos mueren mientras atraviesan las carreteras. Esto es producto de su colisión con los vehículos que por ahí transitan.

Cautividad (leyes y cuidados)

Cuidados

Alojamiento

En el lapso de los primeros 30 días desde su nacimiento, la cría puede estar en una caja pequeña. Esto es debido a que en las primeras etapas se mueve poco. La temperatura debe estar controlada y como sustrato puede colocarse una toalla de papel blanco, que no tenga colorantes.

Luego de este tiempo y hasta el día 49, el polluelo debe tener el espacio suficiente para que pueda realizar algunos pequeños saltos y desplegar sus alas. Así mismo, el área debe permitirle al joven practicar la caza con el alimento que le sea suministrado.

Después del día 50, la jaula debe permitirle ejercitar sus primeros intentos de vuelo. Es recomendable que en ese sitio se coloque la misma caja donde estuvo anteriormente, para que duerma en ella.

Para evitar el estrés del ave, los expertos sugieren evitar el contacto visual con otros animales o con las personas. Para esto, se debe cubrir la jaula con lona en la parte interior, dejando el techo sin tapar, para que pueda observar el entorno. En este lugar, puede permanecer el joven búho hasta que sea liberado.

Alimentación

La dieta idónea de los búhos debe incluir pequeños mamíferos y algunas aves. Un aspecto importante a considerar es que tengan una certificación de calidad, debido a que si está contaminada la comida podría causar graves daños a las crías.

Ectoparásitos

Si los polluelos tienen parásitos externos, deber eliminarse, porque pueden generar diversas afecciones. Los agentes infecciosos más comunes en el nido son los ácaros del género Dermanyssus. Estos pudieran retardar su crecimiento, causar alergias e incluso la muerte.

Impronta

Para evitar la impronta podría alimentarse a la cría con una marioneta semejante a la cara de un búho adulto. También podría ingresarse la comida de tal manera que el polluelo no vea el rostro del criador.

Liberación

El proceso de liberación debe considerar que el ave se encuentre en perfecto estado de salud, que haya sido alimentada previamente y que se realice en las primeras horas del atardecer.

Leyes de protección

Los Strigidae se encuentran incluidos en el apéndice II de CITES. En este se encuentran aquellas especies que, aunque no estén en grave peligro de extinguirse, podrían estarlo si su comercialización no es regulada.

Dentro de los controles, se hace necesario un permiso de exportación. Aunque dentro del marco legal de CITES no se contempla una autorización para realizar importaciones, algunos países tienen una legislación estricta que impone rigurosas medidas al respecto.

Referencias

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