Estuario: características, ubicación, flora, fauna, clima, ejemplos
Un estuario es un accidente geomorfológico que conforma un ecosistema ubicado en la desembocadura de un gran río al mar. Lo identifica la existencia de una sola salida al mar con una fuerte influencia de las mareas que impiden la sedimentación.
Lo que define al estuario es la dinámica que se establece entre el agua dulce del río y el agua salada del mar. El ecosistema resultante reúne características tanto de los ecosistemas riparios (de río) como de los marinos.
Los estuarios se encuentran en todas las costas del mundo donde desemboca un gran río sometido a fuertes mareas. Se considera un bioma de gran importancia, debido a la diversidad de ecosistemas que genera.
En aquellos estuarios ubicados en zonas tropicales y subtropicales se desarrollan manglares y praderas submarinas. La fauna alberga una gran variedad de peces, tortugas acuáticas, crustáceos, moluscos y mamíferos marinos, como los delfines de río.
El clima de los estuarios es variable, dependiendo de la latitud donde se encuentren, pudiendo presentarse tanto en clima tropical, templado o frío. Sin embargo, debido a su condición costera, su clima se ve atemperado por la influencia de la masa oceánica.
La productividad en el estuario es alta debido a los distintos ambientes acuáticos que alberga y a la carga de nutrientes que proporciona el río. En ellos se encuentran algunas de las más importantes zonas de pesca.
Algunos ejemplos de estuarios son el río de La Plata entre Argentina y Uruguay y el estuario del Guadalquivir en España.
Índice del artículo
- 1 Características del estuario
- 2 Tipos de estuarios
- 3 Ubicación
- 4 Flora
- 5 Fauna
- 6 Clima
- 7 Ejemplos de estuarios en el mundo
- 8 Referencias
El estuario es una zona de transición entre un río de gran caudal y profundidad y el mar, donde las mareas determinan la dinámica hidrológica. La forma despejada, abierta, con un solo canal de desembocadura que caracteriza al estuario, es debida a las mareas.
En esta zona, las mareas son fuertes y al ascender retienen el agua del río dejándola salir de golpe al retirarse por lo que se impide la sedimentación. Esto lo diferencia de los deltas donde el río acumula sedimentos que forman los característicos canales con múltiples desembocaduras.
La marea es el movimiento de ascenso y descenso que experimentan las aguas marinas ante la atracción gravitatoria del Sol y la Luna. Este flujo (ascenso) y reflujo (descenso) de las aguas marinas ocurre cada 6 horas, es decir dos veces diarias.
Pleamar y bajamar
Se denomina pleamar al punto máximo de altura que alcanza la marea en una zona dada, así como al tiempo que dura este fenómeno. Mientras que la bajamar es el punto más bajo del nivel marino alcanzado en el reflujo de la marea.
Dinámica en el estuario
Durante la pleamar, el ascenso de las aguas marinas hacia el continente ejerce presión contra las aguas del río que avanzan para desembocar. Esta fuerza de las aguas marinas retiene a las aguas del río, por lo que el cauce en la desembocadura se amplia.
De igual forma provoca el desbordamiento, formando marismas (pantanos de agua salada). Luego cuando las aguas marinas se retiran en bajamar, las aguas del río avanzan con fuerza hacia el mar.
También inciden en esta dinámica el caudal que alcance el río, la fuerza de la marea así como la dirección y velocidad de los vientos. Por ejemplo, si el caudal del río es bajo domina la acción de la marea y la salinidad del agua será máxima.
En el estuario hay un gradiente dinámico de salinidad, con áreas donde hay mayor cantidad de agua dulce y otras donde domina el agua salada. Esto es producto de la interacción del agua dulce del río con el agua de mar.
Zonificación y estratificación
El gradiente de salinidad se da tanto en sentido horizontal como vertical. Por tanto, hay agua dulce hacia la entrada del río y agua salada en el mar, con una zona intermedia estuarina de salinidad media.
Por otra parte, dada la diferencia de densidad entre el agua dulce y la salada, se presentan capas diferenciadas. Al ser el agua dulce menos densa, tiende a ocupar la capa superior mientras que el agua salada forma el estrato inferior del estuario.
Estas capas se mueven en direcciones opuestas, donde el agua dulce se dirige al mar y la salada tiende a penetrar tierra adentro.
Debido al aporte de nutrientes que arrastra el río, los estuarios son muy productivos, atrayendo a gran cantidad de especies marinas, de río y terrestres. En algunos estuarios el aporte de agua dulce con nutrientes es considerable como en el del río de La Plata, donde los ríos Paraná y Uruguay aportan 20.000 m3/seg
Dada la complejidad de factores marinos y fluviales que actúan, se presentan diversos tipos de estuarios.
Se habla de estuarios micromareales cuando la diferencia de altura entre pleamar y bajamar es menor de 2 m. En tanto en los mesomareales la diferencia es de 2 a 4 m y en los macromareales entre 4 y 6 m.
Igualmente, existen estuarios hipermareales donde la diferencia entre pleamar y bajamar es superior a 6m.
Tomando en cuenta el relieve de la costa en el estuario, se presentan los estuarios de planicies costeras, los fiordos y los estuarios con barreras. Los primeros se forman por inundación del valle en el que ocurre la desembocadura.
Estos estuarios de planicies costeras tienen forma de embudo hacia el mar y una profundidad no mayor a 30 m, salvo hacia la desembocadura. Si el valle costero es inundado por el mar en lugar del río, se forma una ría.
Los fiordos se presentan en regiones que estuvieron cubiertas de hielo en el Pleistoceno. El peso de estas masas de hielo excavaron valles preexistentes haciéndolos estrechos, profundos y de forma rectangular, con paredes casi verticales.
Por su parte, los estuarios de barrera son similares a los de planicie costera, pero la sedimentación ha formado una barrera transversal en la desembocadura.
También existen estuarios originados por movimientos tectónicos, por ejemplo levantamientos del terreno. Como por ejemplo el estuario que constituye la Bahía de San Francisco en Estados Unidos.
Los estuarios están ubicados en las desembocaduras de grandes ríos en las costas de todos los continentes.
Dado que el estuario es un ecosistema definido por características geomorfológicas e hidrológicas, presentes en distintas latitudes, la flora varía mucho de uno a otro. En todos los casos, son frecuentes las plantas palustres y halófitas.
Por otra parte, los estuarios albergan diversos ecosistemas asociados con sus especies propias, tales como manglares, praderas submarinas, planicies fangosas de marea y marismas. Por ejemplo, son comunes en las marismas de zonas templadas los herbazales de Spartina, combinado con distintas especies de algas.
En aquellos estuarios ubicados en zonas tropicales y subtropicales, cuyas aguas no superan los 20 ºC, se desarrolla el ecosistema de manglar en sus costas. De igual forma se pueden encontrar praderas sumergidas de hierbas acuáticas como Thalassia y Zostera.
Al igual que con la flora, la fauna varía dependiendo del lugar donde ocurre el estuario, sea latitud tropical, templada o fría. Un animal destacado en muchos estuarios tropicales y subtropicales es el delfín de río, de los cuales existen cuatro géneros (superfamilia Platanistoidea).
Un grupo abundante en las zonas de estuario son las aves, con diversas especies de aves marinas asociadas. Entre estas son comunes el alcatraz (Morus bassanus) y la gaviota (familia Laridae).
En general las especies acuáticas más abundantes son aquellas eurihalinas, es decir las que soportan amplias variaciones de salinidad. Esto es natural si consideramos las diferencias de este factor a lo largo del estuario.
Por otra parte abundan las especies de peces, tortugas, crustáceos y moluscos, tanto de río como marinos.
Para algunas especies marinas el estuario constituye un área para el desarrollo de sus larvas que remontan el río y retornan al mar como adultos. Tal es el caso del sábalo atlántico (Brevoortia tyrannus), un pez del grupo de los arenques.
Los estuarios pueden originarse en cualquier clima, tanto en regiones tropicales, templadas o frías, dependiendo de la latitud a la que se encuentren. Pero, debido a su carácter costero, su clima se ve atemperado por la influencia de las masas oceánicas.
De tal forma que aún en una zona fría, su clima será menos extremo que el clima característico de tierra adentro.
Este estuario surge en la desembocadura conjunta de los ríos Paraná y Uruguay en el Atlántico, entre Argentina y Uruguay. Es uno de los más grandes del mundo, con 40 Km de ancho en su zona interna y 200 Km en la zona externa.
En sus costas se presentan marismas pobladas de especies de Spartina y otras plantas que soportan salinidad (halófitas).
Clima
Presenta un clima templado atemperado por la incidencia de la masa oceánica del Atlántico occidental.
Fauna
Es propio de sus aguas el delfín de río llamado franciscana o delfín del Plata (Pontoporia blainvillei) y se localiza también la tonina (Tursiops gephyreus). Por otra parte, se encuentran diversas especies de tortugas acuáticas como la tortuga siete quillas (Dermochelys coriacea) y la tortuga cabezona (Caretta caretta).
Entre los peces se reconocen 72 especies, entre ellas la anchoa (Engraulis anchoita) y la corvina blanca (Micropogonias furnieri).
Se forma en la desembocadura del río Guadalquivir en la Provincia de Andalucía, España, cerca de la ciudad de Sevilla. En la antigüedad el estuario se abría a una laguna o golfo (golfo Tartésico o Lacus Ligustinus), que se sedimentó.
Sobre estos sedimentos pantanosos se establecieron las llamadas marismas del Guadalquivir, parte de la reserva de Doñana.
En este ecosistema dominan las hierbas halófitas, tales como los espartillos (Spartina spp.). En sus márgenes se encuentran también árboles como la encina (Quercus rotundifolia) y el álamo blanco (Populus alba).
Clima
La zona del estuario del Guadalquivir está sometida a un clima mediterráneo oceánico, con veranos cálidos e inviernos templados.
Fauna
Abundan peces como la anguila (Anguilla anguilla), el jarabugo (Anaecypris hispanica), la colmilleja (Cobitis paludica) y la trucha común (Salmo trutta). Mientras que en los predios circundantes se encuentra el lince ibérico (Lynx pardinus), el corzo (Capreolus capreolus) y el jabalí (Sus scrofa).
De igual forma, abundan las aves como el águila imperial ibérica (Aquila adalberti), la malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala) y el flamenco (Phoenicopterus roseus).
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