Las 9 Leyendas y Mitos Nicaragüenses Más Famosas
Entre las principales leyendas y mitos de Nicaragua destacan los cadejos, la coyota de El Viejo y el cacique Diriangén. Los nicaragüenses tienen una rica cultura mitológica que da pie a la creación de cuentos dantescos y relatos folclóricos.
Muchos dicen que en Nicaragua no hay ni una sola región en la que no se sepa de una leyenda, mito o relato fantástico. Centroamérica encierra un imaginario negro, mágico, hechicero, paranormal y ancestral que moldea las creencias y supersticiones de sus habitantes.
En Nicaragua es muy importante la transmisión de las leyendas y mitos a través del relato oral, por lo que hablar de espantos, ánimas y seres sobrenaturales —buenos y malos— ya es un hábito de la población.
América Central es un embudo y lugar de convergencia de una cultura mestiza debido a su ubicación geográfica estratégica. Indios, africanos y europeos han forjado historias, cuentos y relatos místicos que hacen referencia a la tradición indígena-ancestral de la región.
Principales leyendas y mitos de Nicaragua
1- El padre sin cabeza
Los frailes y religiosos son protagonistas de muchos cuentos terroríficos originados en la época de la colonia en América Latina.
En la ciudad de León una vez existió un sacerdote que defendía a los indígenas. Por tal razón lo decapitaron, aproximadamente en 1550.
Desde ese día, el padre sin cabeza anda rondando en pena por las noches. Hace su aparición cuando se encuentra con personas que andan de juerga en las madrugadas. Estos son atraídos por una especie de embrujo y el padre lo lleva a la iglesia en donde da la misa en latín.
Acto seguido, el padre muestra su herida producto del degollamiento. Dicen que aquellos que han sido embrujados han pasado semanas sin habla.
2- El cacique Diriangén
Los maribios son del oeste de Nicaragua y adoraban al jaguar como símbolo divino de poder. Existe una leyenda sobre la muerte del cacique Diriagén que cuenta que un día él subió de noche al cerro Casitas para hacer una ceremonia que lo haría convertirse en el dios Sol.
El cacique subió a punta del cerro y se dejó caer hacia las tinieblas. La mitología cuenta que el cacique murió al caer por el despeñadero, pero que su espíritu voló hacia el cielo y siempre surca hacia el oeste.
3- La serpiente iracunda de Catedral
Dicen que una serpiente gigante habita debajo de las aguas de la zona de Catedral. Es tan grande que su parte posterior se guarda en la iglesia de Sutiaba, en la localidad de León.
La Virgen de la Merced es quien tiene sujetada por un pelo a esta serpiente rebelde para que no destruya la ciudad. Cuentan que la serpiente es fiera y se sacude, pero la Virgen hace su mayor esfuerzo para controlarla.
Cuando la serpiente logre soltarse, la Tierra temblará y se inundarán las calles para que esta pueda salir a la superficie.
4- El Punche de Oro de los sutiabas
Cuentan que en la región de Sutiaba hay un tesoro escondido cuyo espíritu se materializa en un enorme cangrejo dorado y brillante que sale del océano y “enciende las playas de Peneloya”.
La mitología indígena señala que todo aquel que intente agarrar al Punche de Oro se quedará sin habla. Y si alguien logra atraparlo alguna vez, se desencantará al cacique Anahuac, a quien los colonizadores asesinaron en un palo de árbol de tamarindo que aún se exhibe en Sutiaba.
El Punche de Oro también sale para que un sutiaba lo agarre, encuentre el tesoro y se haga rico.
5- La Cegua
Ésta es una anciana noctámbula con aspecto de bruja que va espantando a los hombres mujeriegos. Tiene unos silbidos de ultratumba y su cabello es largo hasta la cintura.
Su voz es hueca. Cuando ataca junto a otras ceguas, golpea, pellizca y le arranca los cabellos a su víctima hasta dejarlo inconsciente en la intemperie.
6- Los Cadejos
La leyenda del Cadejo es conocida en varios países de Centroamérica. Estos son dos perros de ojos encendidos, uno negro y otro blanco, uno malo y otro bueno.
El bueno escolta a los hombres honrados que deben trabajar de noche. El malo espanta a los que se trasnochan por irse de juerga.
Cuando alguien exclama “lo jugó el Cadejo”, quiere decir que a alguien lo dejaron moribundo en el piso.
7- La Mocuana de Sébaco
Según el relato, a las tierras del cacique de Sébaco llegaban muchos españoles a quienes este trataba con cordialidad y les regalaba oro con una condición: que se fueran de sus dominios y nunca más regresaran.
Como era de esperarse, los españoles hicieron lo contrario y quisieron robarlo. El cacique, enterado, escondió toda su fortuna confiándole el secreto solo a su hija.
Años después la hija del cacique se enamoró de un español y huyó de la comunidad. El europeo resultó ser un loco que la encerró dentro de una cueva, pero la muchacha, conocedora del lugar, logró escapar por un boquete.
Dicen que esta muchacha se aparece a los transeúntes y los invita a que la sigan hasta la cueva. Nadie le ha podido ver su cara, pero sí su larga cabellera y su esbelta figura.
8- La coyota de El Viejo
Cuentan que en un pueblo llamado El Viejo vivió Teodora Valdivieso, una mujer coyota. Después de que su esposo se dormía, ella se iba detrás de su rancho, pronunciaba el conjuro “abajo carne, abajo carne”, y se transformaba para ir a reunirse con una manada.
Una noche de esas su marido la espió y le echó un puño de sal justo antes de que dijera el conjuro para volver a ser humana, acto que la dejó con su forma de coyota para siempre.
Algunos dicen que aún se oyen sus alaridos de lamento y que, en ocasiones, se la ve avanzar por la llanura acompañada de sus cachorros.
9- Chico Largo del Charco Verde
Cerca de las aguas de la laguna Charco Verde se pasea el Chico Largo.
Dicen que si las personas se meten en la laguna durante jueves y viernes santo, corren el riesgo de ser atrapados por el Chico Largo y ser apresados en su cueva, lugar de donde solo pueden salir transformado en vacas que luego serán vendidas a un matadero.
Temas de interés
Referencias
- Peña Hernández, E. Folklore de Nicaragua. Editorial Union, Masaya,1968.
- Palma, M. Senderos míticos de Nicaragua. Editorial Nueva América, Bogotá, 1987.
- Zepeda Henríquez, E. Mitología nicaragüense. Editorial “Manolo Morales,” Managua, 1987.