Las 15 Leyendas y Mitos Ecuatorianos Más Conocidas (Cortas)
Las leyendas y mitos ecuatorianos varían según la región. En este artículo te traigo una recopilación de las historias más famosas y representativas de Ecuador. Entre ellas destacan la cantuña, la doncella de Pumapungo, la princesa triste de Santa Ana, el demonio del barranco, entre otras.
El Ecuador a pesar de ser un territorio relativamente pequeño, es un país rico en culturas, leyendas y folclore. Las actividades típicas ecuatorianas toman diversas formas de acuerdo a el área, la ciudad e incluso los edificios a los que son asociados.
Algunas de las expresiones folclóricas sirven de inspiración para festivales mientras que otras inspiran leyendas y creencias populares. Algunas de las historias fueron creadas para mantener a los niños en juicio y evitar malos comportamientos.
Otras pertenecen a una vasta mitología en donde los personajes se entrecruzan en cada historia, como aquellas pertenecientes a la cultura Shuar en el Amazonas.
Lista de mitos y leyendas ecuatorianas
Sierra
1- Cantuña y su pacto con el diablo
Cantuña era un respetado indígena en los tiempos coloniales al que le fue encomendada la construcción del atrio de la Iglesia de San Francisco en Quito.
La paga por dicha labor era muy buena, pero la condición era que debía realizarse en el menor tiempo posible. Cantuña entonces decidió vender su alma al diablo con la condición que todas las piedras del atrio estuvieran allí puestas antes de que salieran los primeros rayos del sol.
Este grabó en una piedra que cualquier persona que la tocara reconocería únicamente a Dios. Tres pequeños demonios que trabajaban esa noche no pudieron tocar la piedra y dejaron incompleta la construcción.
Cuando el diablo llegó para llevarse el alma de Cantuña, este reclamó que la obra no había sido completada y que por tanto no se podía cumplir el trato, ganando su alma de vuelta.
2- La doncella de Pumapungo
Pumapungo, localizado en Cuenca, era el destino de descanso preferido por los emperadores incas. Este lugar estaba impresionantemente decorado y hoy en día es posible visitar sus ruinas. El lugar contaba con una fuente sagrada que era usada exclusivamente por el emperador.
También se encontraba atendido por unas doncellas conocidas como las Vírgenes del Sol. Estas mujeres eran criadas desde pequeñas en distintas artes y habilidades que usaban para entretener a los emperadores.
Nina era una de las Vírgenes del Sol residentes en Pumapungo y aunque estaba prohibido, se enamoró de uno de los sacerdotes del templo. Este par solía reunirse en las noches de luna llena en los jardines del lugar.
Cuando el Emperador se enteró de este hecho mandó a matar al sacerdote, pero prohibió que se informara a Nina de esto.
La doncella al ver que su amante no acudía a sus encuentros finalmente murió de pena moral. Se dice que hoy en día en las mismas noches de luna llena se puede oír su lamento entre las ruinas del lugar.
3- El Guagua Auca
Se dice que el Guagua Auca es un demonio creado por el alma de un niño que nació y murió sin llegar a ser bautizado. Este aterra a borrachines en los caminos a altas horas de la noche. Se manifiesta con un chillido incesante que desespera a cualquiera.
Los incautos sin saberlo buscan el origen del chillido hasta que encuentran lo que parece ser un niño envuelto en una manta. Más tarde las personas descubren como la fisionomía del supuesto niño cambia y se dan cuenta de que en realidad estaban cargando a un demonio.
Cuentan que muchos han sido encontrados muertos y con espuma en la boca como resultado del encuentro con el Guagua Auca.
4- Los orígenes de los Cañaris
Los cañaris eran una etnia que estuvieron asentadas a lo largo de las provincias de Azuay y de Cañar. El término cañari viene a ser descendientes de la culebra y la guacamaya, lo que da una pista sobre la leyenda que se ha formado acerca de sus orígenes.
Según cuenta, en aquellas tierras Pachamama mandó un diluvio que cubrió hasta la cima de la montaña más alta. Todo se destruyó y solo dos hermanos sobrevivieron, los cuales estuvieron viviendo en la cima esperando a que el nivel del agua bajara.
A punto de morir por hambre, los hermanos descubrieron una cueva en la que había comida. Al día siguiente volvieron y de nuevo apareció comida. No entendían como llegaba hasta allí, hasta que un día se percataron que dos mujeres con forma de guacamaya eran las que dejaban allí el alimento cada día.
Los hermanos y las guacamayas se enamoraron y tuvieron muchos hijos, siendo los primeros pobladores del Cañar moderno.
5- La veleta de la catedral de Quito
Durante la etapa colonial de Quito vivía en la ciudad un poderoso caballero lleno de riquezas, pero también de orgullo y prepotencia. No dudaba en insultar o despreciar a todo aquel que se cruzase por su camino, ya que se sentía el hombre más importante del mundo.
Tanto era su desprecio por todo, que un día volviendo borracho a su casa se detuvo frente a la majestuosa veleta en forma de gallo de la catedral de Quito. La observó y de sus palabras solo salieron barbaridades como “¡ese gallo es patético!”, “¡Menuda broma de gallo!” o “Es más bien un gallito en vez de gallo”.
Para sorpresa del caballero, el gallo tomó vida y se descolgó de la veleta, atacándole ferozmente. Le hizo heridas por todas partes y luego volvió a su posición original.
A la mañana siguiente, el hombre despertó con todas las marcas de picotazos y sangre por el cuerpo. No supo si fue verdad o producto de su imaginación por los efectos del alcohol, pero desde entonces no volvió a pasar por delante de la catedral ni abrió el pico para humillar a nadie más.
6- Atahualpa
Atahualpa es uno de los emperadores incas más conocidos de la historia. Por un lado por ser el último antes de la llegada de los españoles y por otro por sus salvajes y sangrientos actos de batalla.
Fue su padre el que le enseñó a ser tan sanguinario, enseñándole desde joven el arte de la guerra y técnicas de caza.
Precisamente, durante su infancia, Atahualpa merodeaba los bosques de Cuzco en busca de poder cazar algún animal. Al rato se cruzó en su camino un hermoso guacamayo que se posó tranquilamente en un árbol. Atahualpa pensó que sería una buena pieza y no paró hasta que lo mató.
Orgulloso, volvió a casa para mostrarle el trofeo a su padre, a sabiendas que era una especie difícil de conseguir. Pero justo antes, Atahualpa se encontró con su madre, la reina Pacha, la cual le dio una hermosa lección: “Al enemigo solo se le ataca en la guerra, ya que posee armas para poder defenderse”. Luego, tomó el loro y le hizo un tocado a su hijo para que siempre recordara aquellas palabras.
Costeras
7- La princesa triste de Santa Ana
En el área de lo que hoy se conoce como Guayaquil, se encontraba un rey que amasaba una gran riqueza en sus fortalezas. La hija del Rey cayó enferma y no se encontraba cura para su mal.
Un día apareció un hechicero ante el Rey y ofreció curar la salud de la princesa a cambio de toda la fortuna que poseía. Ante la negativa de éste, un hechizo cayó sobre las tierras que habitaba este regente, condenando a su pueblo a la desaparición.
Siglos después, cuando uno de los expedicionarios españoles escalaba uno de los cerros de la zona, éste se encontró con una hermosa princesa que le dio dos opciones: le ofreció una hermosa ciudad llena de oro o ser una esposa devota y fiel para él.
El español decidió optar por la ciudad de oro y ante esto la princesa decidió conjurar una maldición sobre él. Éste comenzó a rezarle a la Virgen de Santa Ana que lo salvara y esta efectivamente lo rescató. Es por esto que el cerro donde fue fundada la ciudad de Guayaquil fue bautizado con el nombre de Santa Ana.
8- El demonio del barranco
Se dice que hay un demonio que vive en los barrancos cerca de los ríos. Éste siempre está en busca de casas construidas en los bordes para halarlas hacia el río.
Una noche, el demonio se disfrazó de un hombre apuesto y encantador y en su intento por tumbar la casa con sus habitantes que había dentro, hechizó a la familia para que fueran a dormirse en el momento.
Uno de los niños logró ocultarse debajo de una silla y huyó en la búsqueda de un sacerdote. Éste, con sus rezos, logró salvar a la casa y a la familia entera.
9- El duende
El duende es una criatura mítica de distintas regiones del Ecuador que habita los bosques y las junglas del país. Éste suele reposar sobre grandes rocas en los ríos y se le describe usando un gran sombrero y ropas oscuras.
Este personaje se suele enamorar de jóvenes hermosas a las que comienza a seguir. Llama su atención al arrojar piedras o con silbidos y se muestra celoso cuando las parejas de éstas aparecen.
Algunos piensan que no se trata de duendes aislados, sino de toda una comunidad que se distribuye a lo largo de cuevas, desfiladeros y ríos.
10- La dama de Guayaquil
Esta leyenda se extendió a principios del siglo XVIII y sigue teniendo protagonismo en la cultura popular ecuatoriana.
Cuenta la historia de como una mujer elegante, con vestido negro y velo en la cara, se aparecía a los hombres que a medianoche rondaban las calles estando borrachos. La mujer, misteriosa y atractiva, llamaba la atención de los hombres por su dulce fragancia.
Ellos caminaban tras ella, pero nunca conseguían alcanzarla. Callejeaban hasta que ella se detenía a escasos metros del cementerio general. En ese momento, la mujer se daba la vuelta y, al quitarse el velo, la fragancia se convertía en un olor nauseabundo y su bella imagen de su cara tomaba forma de calavera.
Los ebrios hombres entraban en shock y empezaban a convulsionar en el suelo hasta que fallecían. Era su castigo por ser tunantes, borrachos e infieles a sus esposas.
11- Umiña, la diosa manteña
Umiña era la hija de una sacerdotisa y un sabio cacique de una región costera de Manta. La joven era muy reconocida en el pueblo por sus increíbles ojos verdes esmeralda, nada comúnes entre los nativos de la zona.
Por desgracia, Umiña vio como su madre era asesinada y su padre también moría en condiciones un tanto extrañas. Posteriormente, ella misma fue asesinada cruelmente, contando la historia que fue una orden de su madrasta, una bruja que le extrajo su corazón. Se dice que quizás también asesinó al padre de Umiña.
La leyenda nace cuando el corazón de Umiña se transforma en una hermosa y grande esmeralda roja. Al enterarse el pueblo del milagro, veneraron a la piedra y construyeron templos en su honor. Aseguran que aquellos que tocaron la piedra sanaron todas sus dolencias.
Amazonas
12- Kuartam el sapo
Este mito cuenta la historia de un cazador de la cultura Shuar que se internó en el bosque. Su esposa le había advertido que no hiciera burla del sonido que emitiera un sapo de llegárselo a encontrar.
Efectivamente el cazador en su rutina se topó con el particular sonido y no reparó en comenzar a imitarlo en tono de burla. El sapo molesto se transformó en un puma y se comió parte del cuerpo del hombre.
La esposa de éste, al enterarse de lo que sucedió, decidió tomar venganza y encontrar al sapo. Una vez que lo halló, tumbó el árbol en el que se encontraba causando la muerte del animal. En su interior la mujer pudo encontrar los restos de su marido.
13- Etsa y el demonio Iwia
Iwia era un demonio que solía atormentar a la comunidad Shuar en la selva. Un día devoró a todos los miembros de una familia con excepción de un pequeño niño (Etsa). Éste lo llevó a su guarida en donde lo crió y le hizo creer que era su padre.
Etsa, creció y su tarea era la de proveer pájaros a Iwia como postre. Un día se percató de que ya no quedaban más aves en el bosque y se hizo amigo de una paloma llamada Yapankam.
Esta le contó lo que había sucedido con sus padres y le dijo que la manera de devolver las aves a la selva era la de introducir las plumas en la cerbatana y soplar. Así hizo Etsa y decidió matar al demonio para liberar a las aves de su yugo.
14- Nunkui y la yuca
Los shuar habían consumido todos los recursos de las llanuras que habitaban. Un día Nunkui, la madre tierra, le ofreció al pueblo a su hija como regalo. Les advirtió que, si cuidaban de ella, les proveería de alimentos de toda clase, pero que si la llegaban a maltratar sufrirían de nuevo de hambre.
Los shuar aceptaron y pudieron encontrar una cantidad de alimentos a su disposición. Un día los niños de la comunidad maltrataron a la niña y, en castigo, la tierra se tragó a los alimentos. Es por esto que hoy, elementos como la yuca tienen que ser buscados por debajo de la tierra.
Galápagos
15- El muro de las lágrimas de la isla Isabela
A 5 kilómetros de Puerto Villamil en la isla Isabela de las Islas Galápagos se encuentra un sitio histórico conocido como el muro de las lágrimas. Este fue construido entre 1945 y 1959 por prisioneros que eran enviados a pagar sus penas en la isla.
La pared tiene cerca de 25 metros de altura y se dice que causó la muerte de muchos durante su construcción.
Las personas que habitan la isla dicen que cuando la niebla se sienta sobre el lugar, durante el crepúsculo o la noche, pueden ser oídos débiles lamentos. Otros dicen que los fantasmas de algunos prisioneros se pueden ver en el camino que conduce al sitio.