Geología

Jurásico: características, subdivisiones, flora, fauna


El período Jurásico es el segundo de los tres que conforman a la Era Mesozoica. Así mismo, ocupa el segundo lugar en cuanto a duración. Su nombre viene dado por cordillera Jura, que pertenece a los Alpes en el continente europeo.

Este período quizás es uno de los más conocidos, ya que debido a que es la época de los grandes dinosaurios, despierta más interés en las personas. Incluso una película muy famosa lleva su nombre.

El Jurásico ha sido uno de períodos geológicos más interesantes de estudiar, tomando en cuenta que en él el planeta experimentó grandes cambios, a nivel geológico, climático y en lo referente a biodiversidad.

Índice del artículo

Características

Duración

El período Jurásico tuvo una duración de 56 millones de años, iniciando hace unos 201 millones de año y culminando hace 145 millones de años.

Amplia variedad de formas de vida

Durante el período Jurásico la vida se diversificó ampliamente, tanto a nivel de plantas como de animales. Las plantas crearon selvas y bosques, en los que proliferaron una gran cantidad de animales.

Entre los animales, los dinosaurios fueron los que dominaron el paisaje, tanto en los ambientes terrestres como los acuáticos.

Gran actividad tectónica

A nivel geológico, en el período Jurásico hubo una intensa actividad de las placas tectónicas. Esto trajo como consecuencia que se iniciara la fragmentación del supercontinente Pangea para dar origen a los continentes que se conocen hoy en día.

Divisiones

El período Jurásico se dividió en tres épocas: temprano, medio y tardío. Así mismo, estas se encontraban divididas en un total de 11 edades: cuatro en el Jurásico temprano, cuatro en el Jurásico medio y tres en el Jurásico tardío.

Geología

Al principio de este proceso, en el planeta solo había una gran masa de tierra, el supercontinente Pangea, y un océando inmenso, el Phantalassa. El evento geológico más importante y trascendental que ocurrió durante este período fue la ruptura del supercontinente Pangea, proceso que se inició al principio del período.

Ruptura de la Pangea

Durante el período Jurásico la actividad de las placas tectónicas fue muy intensa. Gracias a esto, se produjo el proceso de ruptura del supercontinente Pangea, que se inició en este período y culminó en el siguiente.

La fragmentación de la Pangea se inició con lo que en el área de la geología se conoce como “rifting”, un proceso geológico que consiste en la formación de ciertas grietas en la litósfera como producto del ascenso de material magmático hacia la corteza.

Durante el Jurásico ocurrió un proceso de rifting en el que se abrió nuevamente o se reactivó la llamada sutura hercínica. Esta no era más que el sitio en el que ocurrió la orogenia Herciniana, cuando colisionaron Euramérica y Gondwana a finales del período Devónico.

Conforme fue abriéndose poco a poco la brecha, el agua del océano fue tomando ese lugar, profundizando entonces la separación entre lo que hoy en día son los continentes africano y europeo.

Así fue como la Pangea quedó dividida en dos fragmentos inmensos de tierra: Laurasia, localizado al norte, y Gondwana al sur.

Cambios en los océanos

Al inicio del período Jurásico existía un solo océano grande que rodeaba a esa gran masa terrestre que era la Pangea. Ese océano se conocía con el nombre de Panthalassa.

A medida en que la Pangea se fue fragmentando para formar Laurasia y Gondwana, ese espacio se fue llenando de agua, formando lo que los especialistas han llamado océano Tetis.

A nivel del Jurásico medio comenzó a formarse el océano Atlántico y hubo los primeros indicios del mar Caribe.

Conforme fue avanzando el tiempo, continuaron las modificaciones, de manera que al estar totalmente fragmentada la Pangea, el océano Tetis funcionaba como un canal de comunicación entre el océano Atlántico, el océano Índico y el océano Pacífico.

Al final del período Jurásico existían dos continentes: Laurasia y Gondwana, los cuales experimentaron nuevas divisiones en períodos posteriores, para originar los continentes que se conocen hoy en día.

Clima

El período Jurásico se caracterizó por presentar unas condiciones climáticas en las que predominó la humedad y la temperatura cálida.

Durante este período, las plantas cubrieron casi la totalidad de los continentes existentes, lo que ocasionó que aumentara la humedad, producto de la transpiración.

En los inicios del Jurásico, las lluvias eran bastante abundantes, lo cual favoreció al crecimiento y proliferación de las plantas. Conforme fue avanzando el tiempo, el clima fue estabilizándose, manteniéndose húmedo y con temperaturas altas.

Estas características climáticas fueron de gran importancia en la diversificación y permanencia de las formas de vida durante el período.

Vida

El período Jurásico fue de gran importancia para el desarrollo de la vida. Hubo una gran biodiversidad, tanto a nivel de flora como de fauna.

Ha sido uno de los períodos geológicos en los que se observó una mayor diversificación y variedad de las especies que habitaban el planeta.

Esto se debió en gran medida a que las condiciones geográficas del planeta fueron las ideales para que prosperara de manera adecuada la vida. El Jurásico fue la época de dominio de los grandes dinosaurios, muchos de los cuales han sido los más representativos y conocidos para la mayoría de las personas.

-Flora

En el período Jurásico, la vegetación fue abundante y muy rica. El clima imperante durante ese período geológico permitió el desarrollo de gran cantidad de bosques y selvas, las cuales dominaban el paisaje, fortaleciendo también la diversificación de los animales.

Durante este período prosperaron gran variedad de plantas, entre las que destacan las Bennettitales, Cycadales y las coníferas. Así mismo, en este período también fueron abundantes plantas pequeñas como los helechos y las esfenópsidas.

Bennettitales

Este fue el grupo más abundante de plantas que se observó durante el período Jurásico, de acuerdo a los registros fósiles recolectados. Pertenecía al grupo de plantas con semillas y se extinguieron en el período siguiente al Jurásico, el Cretácico.

De acuerdo a los fósiles recolectados las células de la epidermis de estas plantas presentaban bordes ondulados, lo cual constituye una característica diferencial de este género.

Estas plantas se encuentran, desde el punto de vista evolutivo y filogenético, emparentadas con las Cycadales. Debido a esto, por largo tiempo fueron descritas dentro de este orden. Sin embargo, gracias a estudios posteriores, se estableció que las Bennettitales constituyen un género aparte.

De este grupo de plantas, dos géneros prevalecían: Cycadeoidea y Williamsonia. Las plantas pertenecientes al género Cycadeoidea eran de tamaño pequeño y aspecto redondeado. Además presentaban un tallo pequeño, cilíndrico sin ramificaciones. En el ápice terminal presentaban unas hojas de tipo pinnado.

Por otra parte, las plantas pertenecientes al género Williamsonia estaban conformadas por troncos delgados y altos (de hasta 2 metros) con ramificaciones. Sus hojas eran de tipo helecho y producían flores grandes. Sus células reproductoras (óvulos) se almacenaban en una estructura de forma de copa, conocida como cono. Cada planta almacenaba un promedio de entre 30 – 55 óvulos.

Cycadales

Este es un grupo de plantas cuyo origen se remonta al período Carbonífero de la Era Paleozoica. Este grupo de plantas presentan troncos gruesos y bajos y otros que no lo son tanto (semejantes a palmeras).

Además presentaban hojas de tipo pinnado, ubicadas en verticilos terminales. Estas podían medir entre 50 y 150 cm de largo. Así mismo, este tipo de plantas presentaban influorescencias masculinas y femeninas. Las semillas de este tipo de plantas eran con forma de óvalo, cubiertas con una estructura de contextura carnosa.

Estas plantas eran dioicas, lo que quiere decir que había ejemplares de sexo femenino y ejemplares de sexo masculino. Las células femeninas (óvulos) se producían y almacenaban en megaesporofitos, en tanto que las células masculinas (polen) lo hacían en microesporofitos.

Coníferas

Conjuntamente con las Benettitales y las Cycadales dominaron el paisaje durante los períodos Triásico y Jurásico. Incluso hay géneros que se mantienen hasta la actualidad. Deben su nombre al hecho de que sus semillas se encuentran en estructuras que se conocen con el nombre de conos.

Pertenecen al grupo de las gimnospermas. La mayoría de los ejemplares de estas plantas eran monoicos, lo que quiere decir que presentaban estructuras reproductivas tanto femeninas como masculinas en el mismo individuo.

Durante el Jurásico, este grupo de plantas estuvo representado por las Taxodiáceas, Pinaceas y los Ginkgoales.

Las Taxodiáceas se caracterizaron por ser plantas monoicas que podían llegar a ser muy altas, con hojas lineares y dimorfas que se localizaban en 2 planos. La estructura reproductora masculina tenía una localización axial en la planta, mientras que la femenina tenía ubicación terminal.

Las Pináceas, por otra parte, eran plantas que se caracterizaban por presentar canales de resina, tanto en hojas como en el tallo. Sus hojas eran simples, tipo aguja, ubicadas en forma de espiral. Eran plantas monoicas. La estructura reproductora masculina estaba formada por una gran cantidad de estambres, en tanto que la femenina estaba conformada por conos leñosos que presentaban escamas independientes, los cuales tardan un período de 2 ó 3 años en madurar.

Por último, las ginkgoales eran plantas arborescentes dioicas. Sus hojas presentaban una nerviación paralela, con el limbo dividido o lobulado. La mayoría de las especies de este grupo se extinguieron en el transcurso del tiempo. Hoy en día solo sobrevive la especie
Ginkgo biloba, planta muy usada de forma ornamental y medicinal.

-Fauna

Durante el período Jurásico, la fauna se diversificó y amplió en gran medida. Fue una época dominada por los grandes dinosaurios, quizás los más conocidos a través de los estudios de los fósiles recuperados.

La vida animal conquistó todos los hábitats: terrestre, marino y aéreo.

Invertebrados

De este grupo de animales, los que predominaron eran los moluscos, especialmente los gasterópodos, bivalvos y cefalópodos.

Entre estos últimos se distinguieron varias subclases: Ammonoideos, Nautiloideos (persisten hasta la actualidad) y Belemnoideos (los moluscos más abundantes del período).

Así mismo, otro grupo que experimentó cierta diversificación fueron los equinodermos, siendo sus representantes más abundantes en este período los de la clase asteroidea, a la que pertenecen las estrellas de mar. Dentro de los equinodermos también destacaron los equinoideos (erizos de mar), que también poblaron los hábitats marinos del Jurásico.

En este período también abundaron los artrópodos. Entre estos, pertenecientes a la clase de los crustáceos, se encuentran los cangrejos, como los del género Mesolimulus. Así mismo, hubo algunos ejemplares como las mariposas, saltamontes y avispas.

Vertebrados

Del grupo de los vertebrados, los que dominaron por completo este período fueron los reptiles, más específicamente los dinosaurios. También hubo otro tipo de vertebrados que destacaron en menor medida, como los primeros anfibios (ranas).

En este período también existían unos pocos representantes del grupo de los mamíferos, de pequeño tamaño.

Vertebrados en hábitats acuáticos

Las aguas de los mares en el período Jurásico se encontraban repletas de vida. Existía gran variedad de peces, pero los reyes del agua eran los reptiles acuáticos. Entre estos, los más representativos eran los ictiosaurios y los plesiosaurios.

  • Ictiosaurio: se encontraba distribuido por todos los mares, era carnívoro y de gran tamaño (podía llegar a medir hasta 18 metros). Presentaban varias aletas: una caudal y una dorsal. Tenían un cuerpo alargado y un hocico largo, similar al de los delfines actuales, dentado. De acuerdo a los registros fósiles que se han encontrado, estos animales eran vivíparos (El embrión se desarrolla en el interior del cuerpo de la madre).
  • Plesiosaurio: eran los animales marinos de mayor tamaño (medían hasta 23 metros). Tenían un cuello extremadamente largo, cuatro extremidades con forma de aletas y un cuerpo bastante ancho.
Vertebrados en hábitats aéreos

Durante el período Jurásico aparecieron pequeñas aves, sin embargo quienes prevalecían eran los reptiles voladores, los Pterosaurios.

Los Pterosaurios tenían tamaños variados, desde muy pequeños hasta inmensos como un autobús. Tenían en cuerpo cubierto de pelos y unas extensas alas formadas por una membrana que se enganchaba a uno de los dedos de la mano.

En la superficie superior de su cabeza presentaban vistosas crestas. Eran ovíparos y según los especialistas, tenían una muy excelente vista. En cuanto a los hábitos alimenticios, eran carnívoros, podían alimentarse de peces (su alimento preferido) o de algunos insectos.

Vertebrados en hábitats terrestres

Los hábitats terrestres eran dominados principalmente por grandes dinosaurios. 

Entre los dinosaurios herbívoros, se pueden mencionar el apatosaurio, el braquiosaurio, el camarasaurio y el gigantspinosaurio, entre otros.

  • Apatosaurio: era de gran tamaño, podía llegar a pesar hasta 30 toneladas, presentaba una cabeza pequeña y un cuello bastante grueso. Podía medir hasta 21 metros.
  • Braquiosaurio: era un animal cuadrúpedo, que se caracterizaba por su gran tamaño y su largo cuello. Fue uno de los dinosaurios más grandes de los que se tiene registro. Podían llegar a pesar hasta 80 toneladas y medían unos 13 metros de alto y 23 metros de largo.
  • Camarasaurio: era bastante largo, podía medir hasta 18 metros de longitud. Presentaba en las vértebras de la columna vertebral unas especies de cámaras de aire que se cree era para disminuir su peso corporal.
  • Gigantspinosaurio: este era un dinosaurio que se encontraba totalmente blindado con placas óseas, además de espinas puntiagudas en su cola y unas espinas muy grandes a nivel de los hombros. No era tan grande, en comparación con otros (medían hasta 5 metros de longitud).

Entre los dinosaurios carnívoros se pueden mencionar: el alosaurio, el compsognathus y el cryolofosaurio, entre muchos otros.

  • Alosaurio: era un animal de gran tamaño, en sus extremidades presentaba grandes garras, así como también dientes de gran tamaño. Podían medir hasta 12 metros de longitud y pesar máximo 2 toneladas. Como elemento distintivo, presentaba por encima de los ojos una arista ósea.
  • Compsognathus: era un dinosaurio carnívoro extremadamente pequeño. Si acaso alcanzaba el metro de longitud. Presentaba garras en sus extremidades y un peso aproximado de 3 Kg.
  • Cryolofosaurio: no era de gran tamaño. Alcanzaba los 6 metros de longitud y los 3 metros de alto. Su característica distintiva era una cresta en la parte superior de la cabeza. En las extremidades delanteras presenta fuertes garras capaces de destrozar a sus presas.

Divisiones

El período Jurásico se encontró dividido en tres épocas o series:

Jurásico inferior (temprano)

Fue la primera etapa del Jurásico, inmediatamente después del período Triásico. Tuvo una duración promedio de 24 millones de años. Estuvo conformada a su vez por cuatro edades:

  • Hettangiense: 201 millones de años – 199 millones de años.
  • Sinemuriense: 199 millones de años – 190 millones de años
  • Pliensbachiense: 190 millones de años – 182 millones de años
  • Toarciense: 182 millones de años – 174 millones de años.

Jurásico medio

Fue la etapa intermedia del período Jurásico, con una duración promedio de 14 millones de años. Estuvo dividida en cuatro edades:

  • Aaleniense: 182 millones de años – 174 millones de años.
  • Bajociense: 174 millones de años – 170 millones de años.
  • Bathoniense: 170 millones de años – 168 millones de años.
  • Calloviense: 168 millones de años – 166 millones de años.

Jurásico superior (tardío)

Fue la última etapa del período Jurásico, precediendo al período Cretácico. Duró aproximadamente 16 millones de años. Se dividió en tres edades:

  • Oxfordiense: 166 millones de años – 157 millones de años.
  • Kimmeridgiense: 157 millones de años – 152 millones de años.
  • Oxfordiense: 161,2 hasta 155,7 millones de años atrás, aproximadamente.

Referencias

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