Geografía

Río Balsas: historia, características, recorrido, afluentes, flora, fauna


El río Balsas está ubicado en la región central de México. Con 771 km de longitud es uno de los ríos más largos del país, ya que riega con sus aguas a 8 de los 32 estados mexicanos.

El Balsas baña un área aproximada de 117.305 km2, que representa un 6 % del territorio nacional. En 2010, un total de 10.990.154 personas habitaban a lo largo de la cuenca, lo que representaba un 10 % de la población nacional.

El cauce del río Balsas ha sido un motor fundamental para el desarrollo de país, ya que abastece un 10% de los requerimientos de energía eléctrica de México; y un 25% de las necesidades de estado. Para 2009, un 78% del agua superficial de la cuenca estaba destinada a la producción de este importante recurso.

Índice del artículo

Historia

Época prehispánica

Los asentamientos más antiguos en la cuenca de río Balsas datan de hace 22.000 años y se concentran en su parte baja, en la costa del Pacifico.

A lo largo de la cuenca se establecieron distintas culturas aborígenes, entre las que destacan mexicas, tarascos, mixtecos, chubias, teotihuacanas, chichimecas, yopes, mezcala, purépechas, amuzgos, mayas, toltecas, coixcas, pantecas, matlazincas, tolimecas, tlahuicas, olmecas, cuitlaltecas y tlaxcaltecas. Estas culturas configuraron sus formas de vida en torno al río y los recursos naturales presentes en la zona.

Existe evidencia bibliográfica que recoge la naturaleza de las relaciones que se establecieron entre estos pueblos, que se encontraba en distintos niveles en su evolución cultural. En el micro universo del México prehispánico abundan las alianzas, las conquistas, el sometimiento y las traiciones entre las culturas que compartían la región.

La cuenca posee una gran riqueza histórica y cultural contenida en los distintos sitios arqueológicos. Entre los más destacados se encuentran Tzintzuntzan, Tingambato, Cacaxtla, Cuetlajuchitlán, Palma Sola, Teopantecuanitlán, Tehuacalco, Xihuacan, La Soledad de Maciel, Xochipala, Cueva de Oxtotitlán y Ixcateopan de Cuauhtémoc.

Época hispánica en adelante

En 1519, durante la conquista del territorio mexicano, el explorador Hernán Cortés acudió ante la instancia del senado tlaxcalteca para solicitar permiso para pasar sus tropas por su territorio en camino a Tenochtitlán.

Cortés contaba con que su enemistad con los mexicas les ganaría su apoyo o al menos su neutralidad, sin embargo, el senado no accedió a su petición al no confiar en las intenciones de los hombres blancos provenientes de oriente.

El 2 de septiembre de 1519, la república Tlaxcala se enfrentó a las fuerzas españolas comandadas por Cortés, resultando vencidos. Después de la conquista de Tenochtitlán, en 1520 se iniciaron las expediciones para ubicar los recursos mineros disponibles en el territorio del actual estado de Guerrero.

Hacia 1810, luego de 300 años de dominio español, a lo largo del territorio de la cuenca se habían establecido ciudades. En los principales centros poblados, los criollos fueron insuflados por las corrientes filosóficas de la época con deseos de independencia. Esta fue alcanzada finalmente el 27 septiembre 1821 con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México.

En 1937 el gobierno del estado mexicano inició la construcción de las primeras plantas hidroeléctricas en la cuenca alta del río Balsas. Debido a la topografía de la región, la cuenca del Balsas posee un gran potencial para la producción hidroeléctrica. Por ello, en 1940 la Comisión Federal de Electricidad prohibió el aprovechamiento de sus aguas y sus afluentes para cualquier uso diferente a la generación de energía eléctrica.

El 22 de marzo de 2011 el para entonces presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, levantó la prohibición permitiendo el aprovechamiento de la cuenca del río Balsas para consumo humano.

Características generales

La cuenca del río Balsas baña 420 municipios de los estados mexicanos de Guerrero, Jalisco, Michoacán, México, Morelos, Oaxaca, Puebla y Tlaxcala. El río recorre de oeste a este la depresión que se conforma entre la cordillera neovolcánica y la Sierra Madre del Sur.

El clima en la región varía en función de la altura, presentando climas templados, cálidos y secos. El período de lluvias se presenta de junio a septiembre con una distribución de precipitaciones desigual sobre el territorio de la cuenca, con tasas más bajas hacia el oriente.

El promedio de precipitaciones anual es de 978 mm y presenta niveles mínimos de 525 mm en los estados de Tlaxcala y Puebla, registrando como máximo anual un total de 2.317 mm en el estado de Morelos.

Las altas temperaturas diurnas producen que un 81 % del agua de las precipitaciones regrese a la atmósfera, agregándole un enorme porcentaje de humedad al clima de la región. El 15% del agua de las precipitaciones alimenta el caudal del río Balsas. Mientras, el 4% restante se filtra al suelo y hacia los acuíferos de la cuenca.

Nacimiento, recorrido y desembocadura

El río Balsas nace en la confluencia de los ríos San Martín y Zahuapan, en el valle de Puebla entre los estados mexicanos de Puebla y Tlaxcala en el centro del país.

La cabecera del Balsas se encuentra en el valle de Puebla, entre la Sierra Nevada y la Sierra de Tlaxco a una altura aproximada de 1.000 msnm.

Inmediatamente después de su nacimiento toma sentido sur. A 20 km de la ciudad de Puebla forma el cañón conocido como Balcón del Diablo y se dirige en dirección sur oeste. Después de su encuentro con el río Huajuapan, toma sentido oeste.

En su camino al océano cruza la Sierra Madre tomando sentido sur para formar su delta a la altura del poblado de Zacatula, en el estado de Guerrero. El cauce del río Balsas se divide en tres tramos: alto, medio y bajo.

El alto Balsas ocupa el territorio de Morelos y partes de Tlaxcala, Puebla, Oaxaca, México y Guerrero. El medio Balsas ocupa porciones de México, Michoacán y Guerrero. El bajo Balsas abarca porciones de Jalisco y Guerrero. Luego de un recorrido aproximado de 771 km, el río Balsas desemboca a través de su delta en el océano Pacifico.

Contaminación

La naturaleza del río Balsas se ve afectada por las aguas residuales de origen municipal, industrial y agrícola que desembocan en su cauce.

En la cuenca están instaladas únicamente 43 plantas de tratamiento municipales para los 420 municipios. Este déficit estructural se traduce en que la mayoría de las poblaciones descargan sus aguas residuales en los afluentes del Balsas o directamente en sus aguas.

En todo caso, el punto de entrada de los desechos líquidos orgánicos e inorgánicos de origen urbano no hace la diferencia, ya que todos van a dar al cauce principal del Balsas y compromete la calidad de sus aguas.

Pese a su volumen reducido, las aguas residuales industriales generan un gran impacto sobre el equilibrio ecológico del Balsas, ya que los principales centros industriales se ubican en regiones ecológicamente críticas de la cuenca alta y del delta.

A lo largo de la cuenca hay instaladas un total de 231 plantas de tratamiento de aguas residuales industriales, sin embargo, se ha registrado presencia de hidrocarburos aromáticos policíclicos y compuestos organoclorados en sus aguas. Estos compuestos son muy nocivos para la vida acuática y afectan los ecosistemas más productivos de la región.

A esto se suma el impacto de los agroquímicos del retorno de las aguas agrícolas y los desechos sólidos, que son arrojados por los pobladores de manera irresponsable. Todos estos elementos hacen del río Balsas un ecosistema con severos problemas de contaminación.

Economía

La principal actividad económica de la cuenca del río Balsas es la producción de energía hidroeléctrica. A esta actividad se dedica el 78% del agua superficial disponible, con el fin de cubrir partes de las necesidades de los estados más poblados de la región y aportar una cuota para el abastecimiento nacional. En conjunto, las centrales hidroeléctricas instaladas en el cauce del río Balsas tienen un potencial de 2.330 MW.

En segundo lugar se encuentra la producción agrícola. Esta industria consume 7.909,72 mm3 de agua, para regar 174.089 hectáreas de cultivos. El área es abastecida por medio de presas que funcionan a través de canales. Entre los principales productos de la región se encuentran caña de azúcar, limón, sorgo, mango, ajonjolí y hortalizas.

Principales ciudades que recorre

El territorio de la cuenca del río Balsas es ocupado por 10.990.154 de personas, un 10% de la población nacional. A nivel interno un 68% de la población habita en la cuenca alta.

En 1995 existían 17 centros poblados de más de 50.000 personas en la cuenca del río Balsas, que concentraban un 32 % de la población. El 35% habitaba ciudades medianas de entre 2.500 y 50.000 habitantes y el 33% se ubicaba en comunidades con menos de 2.500 habitantes.

Entre las ciudades poblacionalmente más importantes que recorre el Balsas en su camino al mar están Puebla, en el estado de Puebla, con 1.160.000 habitantes; Lázaro de Cárdenas en el estado de Michoacán con 178.817 habitantes y Tlaxcala en el estado de Tlaxcala, con 36.500 habitantes.

Afluentes

El río Balsas recoge el agua de las precipitaciones y los ríos ubicados en las tierras altas que rodean su cuenca, en su paso hacia tierras más bajas. Entre los afluentes más importantes se cuentan los ríos San Martín, Tacámbaro, Amacuzac, Zahuapan, Tepalcatepec, Cutzamala, Mixteco, Huajuapan, Acatlán, Iguala y Temalcatepec.

Flora

La extensa área de la cuenca del río Balsas abriga distintos tipos de vegetación que varían en función de la altura y la temperatura. Entre los tipos de vegetación más representativos se hallan bosques tropicales, espinosos y de encino-pino, matorrales xerófilos, vegetación acuática y subacuática.

La vegetación de bosque tropical es la más extendida en la cuenca, ubicándose entre los 0 y los 1.600 msnm. Se trata de poblaciones vegetales densas constituidas por árboles y matorrales.

Entre las especies más comunes están copal, jaboncillo español, pochota, guayacán, amate negro, higuerón, saiba amarilla, noma, maguey, palo bobo, guásimo, cucharito, espino, romerillo, salvia roja de árbol, palo blanco, roble de castilla, chupandía, lapacho rosado, palo de Brasil, cuachalalate, pochote boludo, papache, guanacaste, almendro de río, haba de indio y nogal maya.

La vegetación de bosque espinoso se concentra en la cuenca baja del río Balsas. Las especies más comunes son palo verde, mezquite blando, cucharita del cerro, palo prieto, arco negro, cholulo, azulillo y rompe capa.

El bosque de encino-pino alcanza alturas de hasta 35 metros. En la cuenca del río Balsas se ubica en las partes altas de cordillera neovolcánica y la Sierra Madre del Sur. Las especies más comunes son aguatle, encino aguacatillo, pino moctezuma, encino capulincillo, pino chimonque, encino blanco, pacingo, encino tesmolillo, ocote blanco y encino quiebra hacha.

La vegetación de los matorrales xerófilos alcanza un máximo de 4 metros de altura y abunda en los estados de Puebla, Michoacán y Oaxaca. Las especies más representativas son chaparro amargoso, cola de pavo, cascabelillo, jiotilla, acebuche, cruceta, pitahaya barbón y retama.

En la cuenca del Balsas la vegetación acuática y subacuática tiene una distribución limitada a los espacios donde las actividades humanas les permiten prosperar. Los sitios de mayor concentración son las lagunas, los pantanos y las presas.

Algunas de las especies que se encuentran en esta área son totora, junco, cola de caballo, lama, lenteja de agua, helecho mosquito mexicano, jacinto de agua, musgo espigado, repollito de agua, lila de agua, lampazo, clavito, helecho trébol de agua, sensitiva de agua y ninfa de agua espinosa.

Fauna

En el territorio de la cuenca del río Balsas existen varias zonas que se encuentran bajo distintos esquemas de protección, con la finalidad de resguardar las especies vegetales y animales que en ellas habitan. Estas zonas de protección también cumplen la función de garantizar el equilibrio ecológico del río, sirviendo como zonas para permitir su depuración y la autorregulación de sus aguas.

En la región se encuentran especies que han sido catalogadas bajo amenaza y en peligro de extinción. El mayor número de endemismos en la región corresponde a los vertebrados, con 233 especies endémicas.

Entre los peces destaca la presencia de especies que habitan en agua salada, estos se encuentran en la zona baja del delta del río, cuya salinidad permite su presencia.

Se pueden apreciar jaiba, cigüeña, iguana verde, cerceta, pato boludo menor, róbalo, garrobo, lebrancha, tortuga golfina, sardinita, cuije de cola azul, mojarra, gavilán americano, pargo amarillo, tecolotito, cuije de cola roja, gavilán selvático, lenguado, cocodrilo narigudo, cuatete, boa común, langostino, reinita acuática y tilapia.

Referencias

  1. Rafael Fernández Nava, Listado florístico de la cuenca del río Balsas, México, Revista Polibotánica Núm. 9 (1998). Tomado de polibotanica.mx
  2. La cuenca del río Balsas, Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, tomado de inecc.gob.mx.
  3. Juan Carlos Valencia-Vargas, Desarrollo de la región hidrológica del Balsas mediante la modificación de su veda, Revista Tecnología y Ciencias del Agua versión digital, vol.6 (2015). Tomado de scielo.org.mx.
  4. Cuenca Baja del río Balsas, sitio web de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), Tomado de conabio.gob.mx. 
  5. El agua del río Balsas será para consumo humano, diario Excélsior, versión digital, publicado el 19 de marzo de 2011. Tomado de excelsior.com.mx.