Teoría clásica de la distribución
La teoría clásica de la distribución se basa en la teoría del valor clásica, para explicar cómo se reparte el producto total de una economía entre los trabajadores (salarios), capitalistas (beneficios) y terratenientes (rentas).
Primero que todo cabe destacar que en este artículo no incluimos a Karl Marx como miembro de la economía clásica, pues más bien él fue un crítico de la economía clásica, cuyos principales exponentes fueron Adam Smith y David Ricardo. Marx fundó una corriente de pensamiento distinta: el marximo, que sería la base teórica del socialismo.
Salarios
Según Smith
En la sociedad primitiva, el producto del trabajador constituye su salario, como recompensa natural a su esfuerzo físico e intelectual.
En la sociedad primitiva no había patronos con quien compartir el producto de dicho trabajo. Pero, en la sociedad capitalista se involucra tanto a los propietarios del trabajo, como a los propietarios de la tierra y a los propietarios del capital (instrumentos de trabajo y máquinas).
Por ello, el total de la producción debe ser distribuido entre estos tres segmentos poblacionales. A los trabajadores se les remunera con el salario, a los propietarios de la tierra con la renta y a los propietarios del capital con los beneficios.
Como los trabajadores han perdido autonomía en la producción, no les corresponde parte del excedente. Son vistos como un insumo más, un costo más. Dicho costo es lo que denominamos salario.
Smith evidencia que la determinación del salario está dada por un proceso de negociación entre patronos y trabajadores. Y en esta confrontación, ganan los patronos porque tienen mayor poder económico. La necesidad que tiene el patrono del trabajador no es tan grande como la que tiene el trabajador del patrono.
Entonces, para Smith el salario no se determina por el trabajo incorporado, sino por la negociación entre los trabajadores y los patronos
Según Ricardo
El precio natural de la mano de obra es el costo de la canasta de alimentos y productos necesarios para la subsistencia y perpetuación de los trabajadores.
De este modo, el aumento del salario dependerá del aumento del precio de la canasta de bienes básicos. Dicha canasta está influida por factores históricos, sociales y morales. Así, el precio puede variar a lo largo del tiempo y sobre todo de un país a otro.
Al igual que Smith, Ricardo señaló que el excedente no remunera a los obreros, pues los salarios hacen parte del consumo productivo. Se entiende el salario como una obligación de los capitalistas por mantener a quienes trabajan y proveen su esfuerzo para la fabricación de mercancías.
Si la mano de obra fuera producida gracias a la división del trabajo se podría aplicar la teoría del valor clásica que determinan los precios de las mercancías a partir del trabajo, tierra y capital involucrados en su producción. No obstante, la mano de obra no se produce con trabajo, tierra y capital (a menos que sea mano de obra esclava).
Para salir de esta complicación, Ricardo hace un viraje para afirmar que el valor del trabajo depende de la cantidad de trabajo necesario para producir las subsistencias de los obreros. Entonces, para Ricardo el salario no se determina por oferta y demanda laboral, sino por el precio de las subsistencias.
Beneficios
Según Smith
El beneficio es el porcentaje del producto neto que corresponde a los propietarios del capital. Capital es el valor mercantil o precio de los insumos utilizados en la producción.
Los propietarios del capital merecen remuneración por su audacia al invertir una parte de su riqueza y con ello dar trabajo a otras personas con el fin de producir, transportar y vender mercancías. Sin embargo, Smith deja claro que los beneficios no son una tipología de salario que remunera al trabajo de administración, sino que corresponde enteramente a la cantidad de capital involucrado en la producción.
Para Smith, la tasa de ganancia (otra forma de llamar a los beneficios) está dada por la abundancia del capital. En los lugares o actividades donde hay poco capital, la tasa de beneficios es mayor; y donde hay mucho capital, la tasa es menor.
Según Ricardo
El beneficio es la retribución para el capitalista que es propietario de las herramientas y la maquinaria necesaria para que sea efectivo el trabajo. El capitalista quiere vender sus productos y reinvertir la ganancia para reponer su capital y acrecentarlo para producir más y seguir una dinámica de continua acumulación.
A diferencia de los terratenientes, quienes gastan sus rentas en consumir bienes de lujo, los capitalistas invierten casi la totalidad de sus beneficios. Por lo tanto, la base del crecimiento económico de una sociedad capitalista son sus empresarios.
Para Ricardo, la tasa de ganancia depende inversamente de la tasa de salarios. Para él es evidente que si los precios de las subsistencias son altos, el empresario tendrá que pagar más a los trabajadores para que puedan sobrevivir y su ganancia será menor.
Rentas
Según Smith
Tan pronto como la tierra se vuelve propiedad privada, los terratenientes demandan una renta por el uso de sus tierras, incluso aunque ellos no la trabajen. Dicho pago se entrega en forma monetaria o en especie.
Smith señala que hay tierras más demandadas y otras menos demandadas. Esto depende de que el empresario que quiera arrendarlas alcanza a obtener una utilidad bruta que alcance a cubrir la renta y los salarios. Las tierras más demandadas suministrarán renta al terrateniente, las otras casi nunca lo harán. Así, en Smith se vislumbra una incipiente renta diferencial.
Según Ricardo
La renta es la parte del producto que se paga al terrateniente por el uso de las riquezas del suelo. No obstante, él afirma que la tierra no es uniforme en calidad.
Según Ricardo, se comienza a producir en las tierras más fértiles y más cercanas, por las cuales no se paga renta. Conforme aumenta el nivel de población, se tiene que ampliar la frontera agrícola y se tiene que usar tierras menos fértiles, las cuales se tienen que mejorar y por eso se paga renta.
Ricardo advertía que, si la población continuaba aumentando de manera tan rápida, se requerirían cada vez más tierras y debido al incremento en la demanda, subirían considerablemente los precios de las subsistencias. Entonces, él concluía que si no se facilitaba la importación de granos desde otros países, los salarios y las rentas se elevarían. Esto ocasionaría una disminución constante de beneficios hasta llegar a un estado estacionario, donde la economía se estancaría permanentemente y el capitalismo se agotaría.
La formalización de Sraffa
El economista italiano Piero Sraffa, en su obra magna en 1960 titulada “Producción de mercancías por medio de mercancías” hizo la formalización matemática de la teoría clásica del valor y de la distribución.
Él resume el sistema económico capitalista en las tres siguientes ecuaciones:
Consumo productivo = subsistencias + insumos
Producto bruto = subsistencias + insumos + rentas + beneficios
Producto neto (excedente) = producto bruto – consumo productivo = rentas + beneficios
Referencias:
Notas de clase del profesor José Félix Cataño, quien dicta la asignatura “Economía Política I” en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia.