Sanción administrativa

Las infracciones administrativas que traen como causa una sanción son incumplimientos de deberes jurídicos u obligaciones establecidas por la norma jurídica administrativa. Tanto las personas físicas como las personas jurídicas pueden ser los autores de estas infracciones y por tanto los destinatarios de estas sanciones.

Hay que diferenciar entre la sanción administrativa y la pena. La pena es la consecuencia al haber cometido un delito tipificado en el código penal. En cambio, la sanción es la consecuencia al haber cometido una infracción administrativa recogida en una norma jurídica administrativa.

Las penas pueden consistir en privación de libertad, mientras que las sanciones administrativas nunca pueden ser constituyentes de privación de libertad, habitualmente, se trata de multas pecuniarias.

Las características esenciales de la sanción administrativa son:

• Tiene como finalidad la prevención de comportamientos que conlleven a un mal ajeno.
• Aunque no es su objetivo principal, tienen una finalidad retributiva, es decir, sirven como castigo para los ciudadanos.
• Pueden ser destinatarios personas físicas o jurídicas.
• Las sanciones tienen que cumplir con el principio de legalidad y deberán estar recogidas en una norma jurídica administrativa.
• Deben cumplir con el principio de proporcionalidad. Es decir, la sanción debe ser proporcional a la infracción cometida. ¿Cómo se sabe si las sanciones son proporcionales? Algunos criterios que se toman en cuenta son si la infracción es reiterada, es decir, si la persona que la comete es reincidente, así como la intencionalidad con la que se ha cometido el acto ilícito y los daños causados.
• Suelen dividirse en leves, graves y muy graves.
• Son un acto administrativo, es decir, es una acción de la administración pública.
• En ningún caso pueden consistir en privación de libertad, como sí lo sería el ingreso en prisión.
• Adoptan forma pecuniaria, es decir, la sanción administrativa suele ser el pago de una multa.
• Las sanciones tienen un plazo de prescripción.
• La sanción administrativa puede conllevar aparejada una indemnización por daños y perjuicios.

Como las sanciones son actos administrativos, pueden ser recurridas si el sancionado no está de acuerdo con la graduación de su gravedad o simplemente con su imposición.

Dependiendo de si la sanción constituye un acto administrativo firme o definitivo (que pone fin a la vía administrativa) se podrán interponer los recursos establecidos para la vía administrativa como el recurso de reposición o de alzada.

Una vez agotada la vía de los recursos administrativos sin conseguir que el ciudadano haya visto satisfechas sus pretensiones, solo le queda una opción, recurrir a la vía judicial.

Los actos administrativos se pueden recurrir en sede judicial mediante el recurso contencioso-administrativo.

Un claro ejemplo, son las multas de tráfico. La normativa de tráfico estipula que si un conductor circula a más de X kilómetros por hora será sancionado con una multa de 10$ por ejemplo. Por tanto, si un radar comprueba que se ha cometido la infracción de rebasar la velocidad estipulada en la normativa, el conductor deberá hacer frente a la sanción de 10$.

Otro tipo de sanciones administrativas son las tributarias.