Régimen

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Un régimen hace referencia al sistema de gobierno que posee un determinado Estado. Abarcando las relaciones con el poder, su ámbito jurídico y las libertades y derechos que poseen sus ciudadanos.

El régimen político establece la situación de todos sus componentes, así como las relaciones entre ellos. Su clasificación es muy amplia, siendo la democracia el primer criterio que se toma en cuenta.

Para que un régimen sea considerado como democrático no es suficiente con que existan unas elecciones, pues estas pueden estar condicionadas y manipuladas. Deben existir otros criterios como una amplia provisión de libertades civiles y de derechos políticos. Así como la posibilidad real de turnismo en las instituciones.

Los regímenes que no poseen todos los componentes necesarios para ser considerados como democracias. O aquellos que tienen vicios relevantes se denominan regímenes híbridos.

Por último, se encuentran los no democráticos.

Elementos de un régimen político

Estos son los elementos comunes a cualquier tipo de régimen:

  • Gobierno: Es quien detenta el poder político, puede tenerlo una o varias personas, dependiendo del caso concreto.
  • Instituciones públicas: Son las que legitiman la existencia del régimen político y dan cuerpo al mismo.
  • Población: Son los ciudadanos que componen el régimen.
  • Relaciones sociales: Son las confluencias sociopolíticas que se dan entre la población, gobierno e instituciones, derivadas del marco político y legal constituido.
  • Ley: Es la que regula en qué términos pueden desarrollarse dichas relaciones, además de sostener artificialmente al gobierno y al conjunto de las instituciones.

Tipos de régimen

Existen numerosas formas de clasificar los regímenes, pero algunas de ellas no tienen en cuenta algunos de sus elementos clave.

Por ejemplo, dividir los regímenes democráticos entre monarquías y repúblicas no parece lo más adecuado. ¿Por qué? Porque lo relevante es quién ostenta y ejerce el poder. En las monarquías parlamentarias el rey es el jefe del Estado pero no tiene poderes reales, el ejecutivo acapara todas las competencias.

Así, una clasificación más óptima de los regímenes democráticos, teniendo en cuenta quien detenta el poder, sería la de regímenes parlamentarios, semipresidencialistas y presidencialistas.

Regímenes democráticos

Son las consideradas como democracias plenas. Muchos autores han establecido los requisitos para que un régimen pueda ser considerado como democrático. Pippa Norris, reputada politóloga establece cuatro condiciones:

  • Elecciones libres.
  • Derecho a voto para toda la población adulta.
  • Provisión de libertades civiles y derechos políticos.
  • Que los cargos elegidos tengan capacidad real de obrar sin interferencias externas.

Robert Dahl establece ocho condiciones, algunas se incluyen en la lista anterior, otras son algunas como: fuentes alternativas de información o que los políticos electos sean dependientes de los ciudadanos.

Dentro de estos regímenes, según se organizan los distintos poderes estatales, tenemos los siguientes tipos:

  • Régimen parlamentario: El poder legislativo es elegido por sufragio universal y este, por votación, escoge al primer ministro, quien designa de forma libre a su gabinete, formando el poder ejecutivo. El jefe del Estado no tiene atribuciones reales, o están claramente definidas para casos excepcionales. El cargo corresponde al rey en caso de las monarquías, o al presidente electo en las repúblicas. Ejemplo: España.
  • Régimen presidencialista: Se elige por sufragio universal al jefe del Estado, que es a la vez el jefe del Gobierno, y al poder legislativo. El presidente es el que elige a su gabinete, componiendo el poder ejecutivo. Ejemplo: Estados Unidos
  • Régimen semipresidencialista: Se elige por sufragio al poder legislativo y al jefe del Estado. Además, este último nombra al primer ministro, quien designa a sus ministros. Se establece la llamada bicefalia del ejecutivo, ya que se divide entre el jefe del Estado y el jefe del Gobierno. Ejemplo: Francia.

Regímenes híbridos

Los regímenes híbridos son aquellos que combinan elementos de los sistemas autoritarios y de las democracias. Constituyéndose como una categoría propia que, según el caso concreto, se acercará más a uno u a otro. Pero hay que tener en cuenta que son sistemas con su propia categorización.

Entre ellos, distinguimos los siguientes tipos:

  • Pseudodemocracias: En estos regímenes las elecciones son una fachada que legitiman el régimen y su gobierno. Este último, a su vez, domina las asambleas y los medios de comunicación. Irán es un ejemplo de este tipo de régimen. Podemos encontrar estos subtipos: democraduras, en las que se manipula el voto; autoritarismo hegemónico, donde la competencia no es plena; y los regímenes censitarios, donde se prohíbe la participación a ciertos sectores.
  • Autoritarismo competitivo: Son regímenes que poseen elecciones e instituciones democráticas. Pero el poder del gobierno es tan grande que realizan abusos constantes de poder. En este caso, al contrario que en las pseudodemocracias, las elecciones no son una mera fachada; pero sí es muy complicado el cambio debido al control de los medios y de la justicia. Un ejemplo de este tipo de régimen es Rusia.

Autocracias

Son el tercer tipo de régimen, caracterizados en general por una gran escasez de derechos y libertades y la represión de la oposición política. Dentro de estos regímenes encontramos también numerosos tipos, aunque dentro de ellos también se aprecian otros subtipos:

  • Autoritarismo: Son regímenes desideologizados y con un pluralismo muy limitado. Son tradicionalistas y conservadores y buscan la congelación del país en la situación previa a la instauración del régimen. El cual ha sido instaurado como protección ante amenazas de cambio. Tienen una escasa movilización y no hay liderazgo carismático. Ejemplo: España de Franco.
  • Totalitarismo: Es quizá el régimen menos democrático, posee una alta ideologización y se elimina cualquier atisbo de pluralismo. También se desea una alta participación de la sociedad en el régimen, asegurando así su legitimación. El liderazgo es carismático. Ejemplos: URSS de Stalin o la Alemania de Hitler.
  • Despotismo o tiranía: El tirano ejerce su poder sin límites, disponiendo del país y sus recursos como le viene en gana. Se fusiona lo público y lo privado. El líder está personificado y la ideología se sostiene mediante símbolos y ceremonias. Ejemplo: Corea del Norte.
  • Caocracia: Sinónimo de Estado fallido. Es el país en los que el Estado se ha derrumbado y no monopoliza la violencia. Los guerrilleros y jefes de la guerra locales tienen poder ilimitado y controlan sus zonas de poder. Un caso muy claro es el de Somalia.