Presidencialismo
El presidencialismo es un sistema político. En este, el eje central de la vida política es el presidente. Así pues, posee una serie de particularidades que lo distinguen del parlamentarismo y del semipresidencialismo.
Cuando hablamos de presidencialismo, o de cualquiera de los otros dos sistemas políticos, lo hacemos desde el punto de vista de las relaciones entre el poder ejecutivo y el legislativo. El presidencialismo se da en repúblicas, no en monarquías, ya que consiste en que el jefe de Estado es la máxima autoridad y es elegido por sufragio universal. La más conocida quizá sea Estados Unidos, pero también es el sistema político imperante en los países latinoamericanos.
Sistema o régimen presidencial son otras formas de denominar el mismo concepto, con lo cual sirven como sinónimos y se estaría hablando de lo mismo.
La característica fundamental de este sistema es la superioridad del presidente, que es a la vez jefe de Estado y jefe de gobierno. Estableciéndose así, al contrario que en el parlamentarismo, una personificación muy grande en las campañas electorales. Además de una gran unificación del poder en la figura del presidente.
Hay que destacar que, a pesar de ser un sistema propio de los regímenes democráticos, muchos países que adoptan esta configuración no lo son realmente. Debido a que una democracia no solo se vale de la celebración de elecciones, pues no todas pueden ser consideradas como tal. Ejemplos de ello son Bolivia y Venezuela, que a pesar de ser repúblicas presidencialistas y de celebrar elecciones, no son consideradas como democracias por numerosos observadores de referencia.
Características del parlamentarismo
Las características que hay que destacar principalmente de un sistema político son las siguientes: la elección de los cargos; el papel del presidente; la adopción de las decisiones; y el cese del gobierno y de la cámara legislativa.
Respecto a la elección de los cargos, se celebran dos elecciones. Unas para elegir al presidente, y otras para escoger al poder legislativo. Las dos se realizan por sufragio universal, pero su celebración se realiza en momentos temporales diferentes. Como consecuencia, se pueden dar casos en el que la mayoría de la cámara no coincida con el partido del presidente, existiendo así una mayor separación de poderes. El presidente, por su parte, es el que elige libremente a los ministros, secretarios o la denominación que posean los componentes de su gabinete.
En cuanto al papel del presidente, este es la máxima autoridad, ya que es, simultáneamente jefe de Estado y de gobierno. Y además está avalado popularmente, ya que es elegido directamente por los ciudadanos. A diferencia del parlamentarismo, en este caso el presidente tiene grandes atribuciones, y puede actuar libremente. Puede vetar las decisiones de las cámaras legislativas; realizar algunas tareas legislativas; dirige la política exterior del Estado; nombra numerosos altos cargos funcionariales. Además de otras atribuciones que están recogidas en la Constitución de cada país.
Siguiendo con la adopción de decisiones, en materia legislativa es el congreso el que presenta y aprueba las leyes. Se reserva al senado, la cámara territorial, algunas competencias que difieren según el país del que se trate. Corresponde al presidente y a su gabinete la ejecución de las leyes aprobadas en el congreso.
Por último, el cese del presidente se puede conseguir a través de un impeachment, por el que se remueve al presidente en caso de delito. Asimismo, esta herramienta ha de seguir un proceso. Al igual que el parlamento no tiene capacidad de cesar al presidente, también ocurre en sentido contrario. El presidente no puede disolver el parlamento a placer.
Ventajas y desventajas del presidencialismo
Como todo sistema, el presidencialismo posee una serie de ventajas:
- Elección popular del presidente: El presidente cuenta con la máxima legitimidad, ya que ha sido elegido a través de las urnas.
- División de poderes: Que presidente y parlamento sean elegidos en elecciones diferentes, y que ninguno pueda interferir sobre el otro, refuerza la separación de poderes.
- Independencia del parlamento: No depende del partido mayoritario de cámara legislativa.
Pero también cuenta con una serie de desventajas, las principales:
- Inestabilidad: Al contrario de lo que nos dice la teoría, en América Latina han ocurrido numerosos golpes de Estado y situaciones de tensión política.
- Tendencia al bipartidismo: En los regímenes presidenciales hay un menor pluralismo político, tendiendo así hacia escenarios bipartidistas.
- Doble legitimidad: Tanto el presidente como el parlamento han sido elegidos directamente por los ciudadanos. Por tanto, en situaciones de bloqueo, es difícil saber qué organismo presenta una mayor legitimidad.
Ejemplos de presidencialismo
Al igual que los regímenes parlamentarios, numerosos países del mundo han optado por la fórmula presidencial. Algunos de los ejemplos son la casi totalidad de los países latinoamericanos; pudiendo destacar a México como claro ejemplo de presidencialismo. También lo son Estados Unidos; Corea del Sur; y países africanos y de Oriente Medio, aunque no pueden ser considerados como democráticos.
Consideradas democracias plenas no tenemos muchos ejemplos, según el ranking de The Economist, solamente lo serían Uruguay y Costa Rica. Aunque hay otros países considerados como democracias de gran prestigio como Estados Unidos, Argentina, Chile, Brasil o Corea del Sur.