Macroambiente de una empresa
El macroambiente de una empresa es el entorno que le rodea y le influye, pero sobre el que no puede actuar. Es decir, aquellos factores que pueden afectar a su producción de forma externa y sin posibilidad de ser modificados por la propia organización.
Las diferentes empresas que existen en el mundo están rodeadas de un ambiente que se puede diferenciar en dos tipos diferentes, el macroambiente y el microambiente. El macroambiente hace referencia al entorno en el que la empresa no puede actuar, pero que sí afecta a su funcionamiento.
En cambio, el microambiente es aquel que tiene relación con todo aquello que depende directamente de la empresa. Como puede ser su personal, la toma de decisiones o las estrategias a seguir.
Un buen macroambiente permite que la organización pueda disfrutar de estabilidad para poder llevar a cabo su actividad, pero no le garantiza ningún logro. Sumado a esto, también hay que destacar que el macroambiente es una fuente de oportunidades.
En función de la tendencia de los diferentes factores del macroambiente, se pueden identificar futuras necesidades del mercado y cubrirlas antes de que el mercado se sature. Por ello, es importante realizar un profundo análisis del macroambiente cuando se va a montar una empresa y actualizarlo con el paso de los años.
Factores que afectan al macroambiente de una empresa
A continuación, te explicamos cada uno de los factores que afectan al macroambiente de una empresa:
- Política: La situación política del país o del entorno de países que le rodean es un factor clave para poder llevar a cabo la actividad de la empresa con normalidad y estabilidad. Sumado a esto, la presión fiscal y demás pagos que haya que realizar al Estado también deben ser contabilizados para el cálculo de los márgenes.
- Medioambiente: Es uno de los factores cada vez más tenidos en cuenta. Ubicar una empresa en el lugar adecuado puede optimizar enormemente sus costes y ampliar el margen de beneficio. Cuando se habla de recursos naturales escasos, como el agua u otras materias primas, hay que tomar la decisión detenidamente.
- Cultura: Este factor puede ser determinante para la empresa. Crear una empresa que no va a ser aceptada socialmente le impedirá crecer y tener los clientes necesarios para mantenerse en el tiempo. Un ejemplo de ello es crear una carnicería de cerdo en aquellos países que no consumen este tipo de carne, o montar una tienda de insectos comestibles en Europa, donde todavía no es común consumirlos.
- Demografía: Para realizar un análisis de la demografía es importante estudiar a la perfección el público del producto que se va a ofrecer. Cuando se lanzan productos para gente joven, los clientes potenciales deben de ser suficientes para obtener rentabilidad. Supongamos el ejemplo de una empresa que comercializa unos andadores para ancianos de más de 80 años. Si en el área geográfica en el que se van a vender apenas hay gente que llegue a esta edad, sería ilógico comenzar la actividad en dicho lugar, pues no se van a generar los suficientes ingresos.
- Economía: El funcionamiento de la economía del lugar en el que va a desempeñar la empresa su actividad económica es un factor muy importante. Aquellas economías con mayor tasa de pobreza no son las más favorables para ofrecer determinados productos. Por ejemplo, si la marca Ferrari desea vender vehículos de lujo en una ciudad europea, pensará en montar un concesionario en Mónaco o Marbella, pero no en una zona rural de baja industrialización y avance tecnológico.
- Tecnología: Hay determinados productos que requieren de un mínimo desarrollo tecnológico para poder ser útiles. Sumado a esto, si el producto que va a ofrecer la empresa está relacionado con la tecnología, deberá analizar en cuánto tiempo puede quedar obsoleto y qué nivel de innovación requiere para no quedarse atrás. Por ejemplo, una empresa que venda smartphones no irá a comercializarlos a un país en el que no hay una buena red de cobertura de datos o wifi.
Todos estos factores afectan, en mayor o menor medida, a las empresas de un país. Para saber de qué forma van a afectar a una determinada compañía es necesario conocer su producto y a quién está dirigido.
Ejemplo de macroambiente de una empresa
Supongamos que tenemos una empresa de servidores de internet. Los servidores no son más que un gran número de ordenadores que están funcionando de forma permanente. Sumado a esto, no necesitan estar en un lugar concreto, simplemente deben de estar funcionando.
Con estas circunstancias, y esto es un ejemplo real, las necesidades de estas empresas son varias. Entre ellas destaca la gran cantidad de electricidad utilizada para la refrigeración constante de los equipos. El objetivo es mantener una temperatura estable y poder extraer de ellos el mayor rendimiento posible.
Muchas empresas de este tipo se han ido a Islandia por los siguientes motivos. En primer lugar, es un país en el que la electricidad es gratis, ya que se produce gracias a la geotermia, por lo que las empresas no tienen que pagar nada por el funcionamiento de los equipos. Sumado a esto, se encuentra cerca de Groenlandia, por lo que el frío también reduce los costes de tener grandes equipos de refrigeración.
En conclusión, el macroambiente de la empresa es todo aquello que influye sobre una compañía, pero no hay más opción que adaptarse a él o cambiar de ubicación. Es una fuente de oportunidades para crear negocios rentables.