Gestión de activos (Asset Management)
La gestión de activos es una actividad que consiste en invertir en aquellos títulos o valores que permitan alcanzar los mejores resultados con respecto a un riesgo y una rentabilidad determinada.
De manera más intuitiva, la gestión de activos como actividad se encarga de aspectos como:
- Qué activos compramos.
- Qué activos vendemos.
- Cuánto capital vamos a mantener en efectivo.
- Qué rentabilidad esperamos obtener de cada una de nuestras inversiones y en conjunto a final de año.
- Cuánto riesgo estamos dispuestos a asumir en cada una de nuestras inversiones y en conjunto a lo largo de un periodo.
Podríamos nombrar muchos más aspectos, pero, sin duda, estos son los más representativos.
La gestión de activos es una actividad que podemos realizar por cuenta propia. Pero en la mayoría de ocasiones suele llevarse a cabo por entidades especializadas. Es decir, podemos gestionar nuestros activos y tomar nuestras propias decisiones. Pero, lo habitual y recomendable, suele ser acudir a profesionales.
Gestión de patrimonios
Como hemos comentado, la gestión de activos consiste en invertir en activos para generar una rentabilidad. La gestión de activos de una persona individual se conoce también como gestión patrimonial.
Para realizar una buena gestión patrimonial se deben tener en cuenta los objetivos de inversión (rentabilidad y riesgo principalmente) y las restricciones (tiempo, impuestos, liquidez, legalidad y singularidades) del individuo.
Para ello, la mayoría de las gestoras de patrimonio (la inmensa mayoría a través de banca privada) elaboran una compleja planificación patrimonial tratando los siguientes aspectos:
- Balance del cliente: Lo que tenemos.
- Objetivos: Lo que queremos
- Plan financiero: Cómo conseguimos los objetivos.
Las empresas de gestión de activos financieros
Las empresas que se encargan de gestionar activos financieros son las empresas de servicios de inversión (ESI) y las sociedades gestoras de instituciones de inversión colectiva (SGIIC). Este tipo de entidades pueden tomar la forma de:
- Sociedad de valores (SV): Pueden ofrecer todo tipo de servicios de inversión.
- Agencia de valores (AV): No pueden operar por cuenta propia. Su cometido es tramitar órdenes de compra o venta según las órdenes de los clientes. No pueden tampoco conceder préstamos ni créditos.
- Sociedad gestora de carteras (SGC): Se encargan de gestionar carteras de clientes según las indicaciones del cliente. Esta actividad también pueden realizarla las sociedades de valores y las agencias de valores.
- Sociedades gestoras de instituciones de inversión colectiva (SGIIC): Son sociedades cuyo objeto social consiste en adminsitrar, representar y gestionar las sociedades de inversión colectiva (IIC).
Las tres primeras están dentro de las empresas de servicios financieros y la tercera por su magnitud merece un trato aparte. Las SGIIC se encargan de gestionar instituciones de inversión colectiva como SICAVs o fondos de inversión.
Aunque no gestionan activos de forma directa, también podríamos citar a las empresas de asesoramiento financiero. Estas empresas se conocen como EAFIs.
Para finalizar, concluimos que tenemos muchas opciones. Todo dependerá de nuestras preferencias, presupuesto y disponibilidad. Como en todo algunos servicios suelen ser más caros que otros. Así, como dentro de cada tipo de servicio encontraremos una gama de tarifas que dependerá, entre otras cosas, de la calidad.
Gestión de activos financieros y gestión de activos empresariales
Llegado a este punto, es de vital importancia diferenciar entre la gestión de activos empresariales y la gestión de activos financieros.
Hemos de decir que, habitualmente, cuando se habla de gestión de activos de forma genérica se hace alusión a la gestión de activos finacieros. Sin embargo, la diferenciación es necesaria porque estamos hablando de disciplinas que trabajan en diferentes ámbitos.
De una manera simplificada, podríamos decir que la gestión de activos financieros se encarga de comprar y vender títulos en bolsa. Y que, por su parte, la gestión de activos empresariales se centra más en supervisar, dirigir y, en definitiva, tomar decisiones en las diferentes áreas o procesos de una organización.