Escuelas de pensamiento económico
Las escuelas de pensamiento económico, o simplemente escuelas económicas, están formadas por las agrupaciones de ideologías económicas.
En este sentido, se trata de un aspecto de economía normativa. Es decir, la economía normativa relata lo que debería ser (escuelas económicas). Por contra, la economía positiva es la que intenta indicar cómo es en realidad (teoría económica) .
Todo sea dicho, cuando hablamos de escuelas económicas no estamos hablando de escuelas en el sentido de colegios, institutos o universidades. Algunas escuelas llevan el nombre de ciudades, por ejemplo, la escuela de Chicago porque es donde surgieron. Aún así, esto no quiere decir que todos los seguidores de la escuela de Chicago sean de allí o hayan estudiado en Chicago.
Principales escuelas económicas
Desde el origen de economía, han surgido muchas escuelas económicas de diferente índole. Sin duda, las escuelas económicas están continuo cambio y evolución. Las principales escuelas económicas son:
- Economía Antigua y Medieval.
- Escuela de Salamanca.
- Escuela mercantilista.
- Fisiocracia.
- Escuela clásica.
- Escuela neoclásica.
- Marxismo.
- Escuela austriaca.
- Keynesianismo.
- Escuela de Chicago.
- Economía Institucional.
- Neoliberalismo.
Además de estas escuelas económicas, existen muchas otras de menor tamaño o menor alcance. Al mismo tiempo, algunas escuelas han tenido, como aquel que dice, descendencia. Es decir, se han desarrollado escuelas paralelas con variaciones en algunos aspectos.
Esto último es debido, principalmente, a que no todos los seguidores de una escuela económica piensan igual en todo. Por ejemplo, no todos los votantes de un partido político están de acuerdo con todas las ideas del partido político. Sin embargo, por afinidad lo votan. Aquí ocurre algo parecido.
¿Qué escuela económica es mejor?
Si bien es cierto que algunas escuelas económicas se han quedado obsoletas con el tiempo o se han demostrado incompletas no existen mejores o peores escuelas económicas. Existen estudios que apoyan a unas y otras.
En última instancia, la afinidad con una escuela económica depende fundamentalmente de las ideas del autor. Existen economistas liberales y economistas comunistas. Un economista no es mejor o peor por el hecho de pertenecer a una escuela económica determinada.
Lo más importante, siempre, es fomentar el debate entre corrientes de pensamiento de un modo argumentado y fundamentado. Durante el último siglo, aunque el asunto viene de lejos (desde Adam Smith) han existido luchas enfurecidas por la razón. Muchos economistas han descalificado a otros por sus pensamientos económicos.
Bajo este prisma, si hay algo en lo que la historia y la academia coincide, es que no se puede descalificar a los seguidores de otras escuelas bajo ningún concepto. Un debate serio debe estar centrado en argumentos económicos y en ideas, pero jamás en ataques generalistas.