Diferencia entre economía positiva y normativa

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La diferencia entre economía positiva y normativa está basada en que la economía positiva trata de explicar lo que la economía es, mientras la economía normativa trata de indicar cómo debería ser.

Así pues, la diferencia está en el enfoque de cada una de ellas. Mientras la economía positiva trata de describir la realidad, la economía normativa nos propone recomendaciones de cómo podría mejorar según criterios subjetivos.

Economía positiva

Tal como indica nuestro diccionario económico, la economía positiva intenta explicarnos cómo funciona en realidad la economía. En este sentido, al tener en cuenta este enfoque estamos dando por hecho que los economistas se comportan como científicos. Por ejemplo, si quieren describir cómo afecta la subida de los impuestos sobre un determinado sector, realizarán un estudio sobre los efectos de las subidas de impuestos y sus consecuencias.

Aunque no siempre es posible, pues la realidad es muy compleja y está formada por muchas variables, la idea fundamental es describir los procesos económicos y sus relaciones de una manera objetiva.

Economía normativa

Por su lado, la economía normativa propone políticas, recomendaciones o acciones basadas en juicios de valor. Esto es, proponen lo que debería ser según distintas ideas preconcebidas. Para ello se basa en la teoría económica disponible (no siempre contrastada de forma empírica).

En este caso, las consideraciones se basan en la ética, la responsabilidad y la concepción del mundo del economista que trata de explicarla. A diferencia de la economía positiva, los hechos en los que se basa la economía normativa no son siempre están demostrados.

Diferencia entre economía positiva y normativa por pensamientos económicos

Durante la historia del pensamiento económico ha existido siempre el debate sobre si era posible hacer una economía sin juicios de valor.

Los últimos escritores de la Escuela Clásica, como William Nassau Senior o John Stuart Mill, estaban convencidos de que era posible dividir de forma clara economía positiva de economía normativa. Al respecto, John Neville Keynes, padre de John Maynard Keynes, estableció una distinción clara entre la definición de los fines a seguir (economía normativa) y la determinación de la mejor manera de alcanzar esos fines (economía positiva). Esta es la postura ortodoxa seguida por Milton Friedman, Max Weber o Lionel Robbins.

Pero también hay autores como Myrdal o Pigou que están en contra de la distinción positivo-normativo. Estos autores argumentan, o bien que la economía está irremediablemente influenciada por nuestros valores y consideraciones políticas (Myrdal), o bien establecen un juicio de valor de antemano para lograr la objetividad en la economía normativa (Pigou).

De modo que hay corrientes económicas que afirman que no puede existir otra economía que la positiva (lo que es), otros que defienden que no puede existir otra economía que la normativa (lo que debería ser) y otros que se niegan a distinguirlas pues piensan que la economía es un todo en este sentido.

Con todo, la diferencia entre economía positiva y normativa es que esta última está influenciada por los juicios de valor y las consideraciones éticas.

Ejemplo de economía positiva y normativa

Imagina que hay un aumento del salario mínimo en el país Babilandia. Tras aumentar el salario mínimo se realiza un estudio que demuestra que los efectos han sido negativos. La economía positiva dice: «La subida del salario mínimo ha provocado efectos negativos sobre el mercado de trabajo». La economía normativa, por su parte dice, obvia el análisis y dice: «El salario mínimo debe ser más alto para asegurar un nivel de vida digno a los trabajadores».