Keynesianismo
El Keynesianismo es una de las teorías económicas más conocidas, su principal característica es que apoya el intervencionismo como mejor manera para salir de una crisis.
Debe su nombre al economista británico John Maynard Keynes, que centró su carrera en estudiar los agregados económicos y los ciclos económicos.
Esta disciplina económica produjo una auténtica“revolución keynesiana”, que aparcó los pensamientos económicos clásicos, basados en el liberalismo y en el laissez faire. El keynesianismo prometía una solución para el mayor enemigo del capitalismo, los ciclos económicos.
Keynes creía que la principal causa de las crisis es la baja demanda, derivada de las bajas expectativas de los consumidores. Propuso el intervencionismo como mecanismo para estimular la demanda y regular la economía en momentos de depresión. Keynes estudió los problemas agregados de la economía, como el paro, la inversión, el consumo, la producción y el ahorro de un país. Sus argumentos construyeron la base de la Macroeconomía.
¿En qué consiste el Keynesianismo?
El keynesianismo se basa en el intervencionismo del Estado, defendiendo la política económica como la mejor herramienta para salir de una crisis económica. Su política económica consiste en aumentar el gasto público para estimular la demanda agregada y así aumentar la producción, la inversión y el empleo.
El objetivo de la ciencia económica es estudiar la asignación de recursos. Hasta entonces la mayoría de los economistas se habían centrado en la escasez de recursos. Keynes, por el contrario, se centró en el exceso de recursos. Años antes, Karl Marx ya había dicho que “la crisis es el resultado de la imposibilidad de vender”. Keynes se preguntó cómo era posible que habiendo demasiados recursos hubiera crisis. ¿Cuál fue su solución para que no hubiera exceso de recursos?, estimular la demanda para que se consuman esos recursos sobrantes.
El desempleo es uno de los principales problemas de las crisis, Keynes argumentó que el paro no existe debido a la escasez de recursos, sino por la escasez de demanda, que provoca que no se consuma los suficiente como para tener que producir una cantidad de bienes que de trabajo a todos. Dicho de otra manera, el problema del paro es la falta de demanda y no la falta de recursos.
El desempleo surge además por la rigidez de los salarios a la baja. Al bajar los precios aumenta el poder adquisitivo de los trabajadores, pero por otro lado, resultan demasiado caros para las empresas, que comienzan a despedir, provocando paro. Al haber menos empleados en una economía, baja el consumo agregado y por tanto, bajan de nuevo los precios, dirigiendo la economía a un círculo vicioso, del que, según el keynesianismo, solo se puede salir estimulando la demanda, para generar el proceso inverso y aumentar el consumo, los precios y el empleo.
En conclusión, el keynesianismo se basa en estimular la demanda para provocar un aumento del consumo y el empleo en momentos de crisis. ¿Y cómo se estimula la demanda? Mediante políticas monetarias y fiscales. Keynes fue partidario de utilizar las políticas fiscales. Aunque a finales del siglo XX, las deudas de los países occidentales comenzaron a crecer de tal manera que los keynesianistas pasaron a recomendar las políticas monetarias como mecanismo para estimular la demanda.