Dimisión
La dimisión es la renuncia a un puesto de trabajo y se formaliza a través de un documento firmado por el trabajador. Se trata de una decisión unilateral y voluntaria por parte de la persona que ostenta el cargo.
Es decir, la dimisión consiste en la voluntad de la persona de no querer seguir ejerciendo un puesto de trabajo o un cargo. No se trata de una renuncia a un derecho, sino de renunciar a unas obligaciones a las cuales se había comprometido. La primera consecuencia es la extinción del contrato de trabajo. Pero en este caso es voluntad del trabajador y no del empleador.
La dimisión está regulada por el derecho laboral y el administrativo (para los casos de mandatarios públicos). Cuando una persona no quiere recibir una indemnización a la que tiene derecho, no se trataría de una dimisión, sino de una renuncia de derechos.
El simple abandono del trabajo o no acudir al mismo no es una dimisión tácita. La dimisión debe ser expresa.
Características de la dimisión
El documento en el que conste la dimisión de un cargo debe cumplir con las siguientes notas esenciales:
- La dimisión debe quedar por escrito con la decisión tomada y con la firma. Este documento es conocido como carta de dimisión. Es recomendable que también contenga los motivos por los cuales se abandona el cargo, pero no es obligatorio estipular causa.
- La carta en la que se dimite también debe dejar constancia de la fecha en la que se firma y cuándo se hará efectivo la baja de las obligaciones.
- No es una decisión del empleador, es decir, no es un despido.
- Algunas dimisiones pueden ser forzadas. Por ejemplo, en el caso de los políticos o aquellas personas con cargos administrativos que ven comprometida su integridad moral o profesional. A esta figura se la conoce como dimisión de oficio. Es decir, se ven incumplidas ciertas normativas y la consecuencia es la obligación de dimitir.
- En el mundo laboral también se conoce como baja voluntaria.
- Esta renuncia debe darse con un margen de tiempo para que la empresa pueda cubrir ese puesto -> el preaviso.
Consecuencias de la dimisión
Las principales consecuencias que tiene esta baja voluntaria son:
- La persona que dimite no tiene derecho a indemnización.
- Tampoco tiene derecho a la prestación por desempleo.
- Puede dar lugar a que la empresa demande al trabajador y conseguir que se indemnice a la misma por daños y perjuicios. Sobre todo, sucede en caso de altos cargos que no realizan preaviso.