Cooperación

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Llamamos cooperación a la ayuda mutua entre individuos con el fin de alcanzar un bien común. Cada uno de los cooperantes aporta algo al proceso cooperativo, normalmente dinero o trabajo

La cooperación es un elemento básico de la humanidad desde sus orígenes. Es un proceso por el cual una serie de individuos se unen con el fin de resolver un problema común o para conseguir algo que todos necesitan. Esta unión responde a criterios de eficiencia, se presupone que tratar de alcanzar un objetivo de forma individual tiene un coste mayor que si se realiza de forma grupal. En muchos casos, directamente es imposible conseguirlos de manera individual.

La cooperación está altamente extendida, la vemos en todos los ámbitos de la vida. Las familias, los amigos, las empresas, el deporte, todos ellos funcionan de forma cooperativa. No tiene por qué implicar un interés económico.

Por ejemplo, si unos amigos deciden jugar un partido de fútbol, deben cooperar entre ellos y aportar lo máximo al proceso cooperativo (jugar lo mejor que puedan) para ganar el partido. O en una familia, para que la casa se mantenga limpia y ordenada todos sus miembros deberán colaborar. 

Pero la cooperación también puede no ser tan evidente como parece, esto lo vemos en el dilema del prisionero.

Se trata de una situación ficticia desfavorable en la que la colaboración implica unas pérdidas mínimas para las dos personas implicadas; pero si se comportan de forma egoísta, uno gana todo y el otro pierde todo. Con lo cual, el individualismo y el egoísmo suponen una gran tentación. 

Origen y evolución de la cooperación

Como mencionamos al principio, la cooperación es un acto muy antiguo. Es innato al hombre y a su relación con otras personas. Hasta cuando el ser humano no había formado las primeras sociedades existía tal práctica.

La unidad más antigua y elemental es la familia. Para que sus integrantes sobrevivieran, era necesaria la colaboración de todos ellos, tanto en el cuidado mutuo como en la obtención de comida. Lo mismo pasaba en unidades pequeñas como las tribus, que se repartían el trabajo para poder cazar, recolectar, criar a los hijos, etc.

Posteriormente, con la creación de las primeras sociedades complejas, la cooperación se volvió incluso más importante. Con la existencia de mayores bienes y servicios y la complejidad para conseguirlos, la ayuda mutua era más necesaria que antes. Para la construcción de viviendas, para la fabricación de prendas, para la obtención de comida, etc. Eran tareas las cuales necesitaban de más de un individuo.

En la época contemporánea y la sociedad de la información, la cooperación es más palpable aún. Todos y cada uno de los trabajos que desarrolla el ser humano son para aportar un valor a la sociedad y así obtener un salario. Eso a nivel global. A nivel más concreto, las empresas son cada vez más grandes y la división del trabajo es cada vez mayor, lo cual genera que cada una de las partes debe estar más implicada que nunca. 

También se han desarrollado fórmulas empresariales como las cooperativas y las UTES, en las cuales esta práctica cooperativa se realiza de forma explícita. La implicación de los países desarrollados por ayudar a los más desfavorecidos también ha suscitado la cooperación internacional.

Tipos de cooperación

Podemos establecer dos grandes categorías para clasificar los tipos de cooperación.

Estas son las siguientes:

  • Cooperación directa: Es la forma de cooperación más evidente. A través de la cooperación directa, los individuos se unen de forma consciente con el fin de conseguir un bien u objetivo común, o de realizar cualquier tipo de ayuda. Ejemplo: un equipo médico, una empresa, cooperación internacional, etc.
  • Cooperación indirecta: La cooperación ya no es tan evidente, es más difusa. Los individuos inmersos en la cooperación no son conscientes de que, a través de sus comportamientos y acciones, están colaborando entre sí. Ejemplo: El libre comercio, a través de él se posibilita que todo el mundo pueda acceder a cualquier bien y servicio; o el pago de impuestos, que retorna en servicios públicos de carácter universal. 

Formas de cooperación

Entrando en formas más específicas de cooperación, vamos a ver algunas formas en las que la cooperación se concreta de forma directa y va más allá.

Cooperación empresarial

Ante las exigencias del mercado y la alta calidad de los servicios que han de prestar las empresas, existen algunas fórmulas por las cuales estas han evolucionado:

  • Subcontratación: Es una práctica en la que la empresa principal encarga a otra más pequeña que le suministre ciertos productos con el fin de ser más eficientes en la producción de un bien. Esto se realiza porque el desarrollo del producto encargado es imposible para la empresa principal o supondría elevar los costes de producción. Ejemplo: Los servicios de una empresa de demoscopia prestados a un medio de comunicación.
  • UTE: Se trata de una unión temporal de empresas. Sucede cuando varias empresas se unen en una sola, cada una de ellas aporta al proyecto el trabajo en el que está especializada. Es una figura muy útil para elaborar proyectos que demanden la unión de trabajos muy diferentes o específicos. Como ejemplo tenemos una constructora.
  • Franquicia: A través de esta fórmula, el franquiciador cede al franquiciado la marca y los productos a comercializar a cambio de una contraprestación económica. Ambos ganan, quien posee la franquicia tiene un negocio con un producto fuerte y conocido y, además, se encarga de numerosos aspectos de la empresa. El franquiciador, por otro lado, se beneficia de la expansión de sus productos y de una mayor popularidad, así como de una mayor retribución económica sin llevar la empresa de forma directa. Ejemplo: McDonald’s. 
  • Cooperativa: Se trata de una fórmula empresarial en la que los trabajadores de la empresa son dueños de la misma, teniendo voz y voto en las decisiones que se tomen en ella. Como tal, también son receptores netos de los beneficios. A pesar de ello, para ser socio hay que cumplir una serie de requisitos. Es común en empresas agrícolas y alimentarias. 

Cooperación internacional

Con la globalización y la inmensa desigualdad que existe entre los diferentes países que conforman el planeta, numerosas ONG, particulares, Estados y organizaciones internacionales se han preocupado de ayudar a que los países subdesarrollados o en vías de desarrollo mejoren su nivel de vida.

Como particulares encontramos a los misioneros, personas que van directamente a los países a los que quieren ayudar y lo hacen de forma directa, aportando alimentos, educación, ropa o ayudando a las tareas cotidianas.

Como ONG encontramos algunas como médicos sin fronteras, que aportan ayuda sanitaria a personas en países de pobreza extrema.

Los Estados cooperan a través de convenios o ayudas directas que mejoren la situación estructural del país.

Por último, organizaciones como la ONU buscan mediar en conflictos y velar porque se respeten los derechos humanos en todo el mundo.