Capacidad de producción
La capacidad de producción es el techo de máxima obtención de bienes y servicios que pueden lograrse por unidad productiva durante un periodo de tiempo acotado.
La capacidad de producción es la capacidad que tiene una unidad productiva para producir su máximo nivel de bienes o servicios con una serie de recursos disponibles. Para su cálculo, tomamos de referencia un periodo de tiempo determinado.
Este indicador suele utilizarse mucho en la gestión empresarial. Ya que, si una unidad de producción está produciendo por debajo de su capacidad de producción, esta unidad no está siendo explotada a su máximo rendimiento.
Si queremos obtener incrementos, así como decrementos, en la capacidad de producción, estos van ligados a procesos de inversión o desinversión. Es decir, si queremos incrementar la capacidad de producción en una fábrica, la empresa deberá invertir en una nueva máquina que tenga la capacidad de producir más.
Por último, debemos tener en cuenta que la capacidad de producción siempre se mide teniendo en cuenta una utilización de los recursos de forma óptima, así como la tenencia de unos medios productivos en condiciones normales de funcionamiento.
Diferencia entre capacidad de producción y volumen de producción
Conviene no confundir estos dos conceptos. Cuando hablamos de la capacidad de producción, estamos hablando de la cantidad máxima de bienes y servicios que puede producir una unidad de producción, bajo unas condiciones de funcionamiento normales, así como una utilización óptima de los recursos.
Por otro lado, el volumen de producción, mide la cantidad de bienes y servicios que una unidad productiva ha sido capaz de producir con los recursos disponibles y, no siempre bajo unas condiciones normales de funcionamiento.
De esta forma, mientras que la capacidad de producción mide el máximo nivel de producción que puede alcanzar una unidad de producción, el volumen de producción mide el resultado que finalmente se ha producido con las distintas unidades de producción.
En otras palabras, el volumen de producción no es necesariamente igual a la capacidad de producción, pues la unidad productiva puede estar funcionando por debajo de su máximo nivel de rendimiento, obteniendo un menor volumen de producción, en contraste con su capacidad productiva.
En la gestión empresarial, es muy útil conocer los dos datos. De esta forma, si conocemos el volumen de producción y su capacidad de producción, podemos saber cuanto están dejando de producir las unidades productivas en escenarios en el que los volúmenes de producción no alcancen su capacidad de producción. Basta con restar el volumen de producción y la capacidad de producción.
Diferencia entre capacidad de producción y capacidad óptima de producción
Estos dos conceptos tampoco deben confundirse. En muchos escenarios, la capacidad de producción mide el máximo nivel de producción por unidad productiva, utilizando todos los recursos disponibles bajo unas condiciones favorables de funcionamiento.
Sin embargo, en muchas ocasiones, las unidades productivas no pueden sostener su nivel máximo de producción en el largo plazo, a la vez que la demanda no siempre exige una producción en su máxima capacidad.
Para ello se utiliza el concepto de capacidad óptima de producción. Es decir, el máximo nivel al que puede producir una unidad productiva, de forma sostenible en el largo plazo. Es decir, en condiciones normales, cual es el máximo nivel al que puede producir una unidad productiva de forma sostenible durante un periodo largo de tiempo.
Este concepto, de igual forma, es muy útil en la gestión empresarial, ya que no siempre disponemos de la capacidad de disponer de nuestras unidades productivas en su máximo rendimiento, sosteniendo ese rendimiento en el largo plazo. Cualquier suceso podría provocar una paralización en la producción, incurriendo en severos problemas para la compañía.
Planificación de la capacidad de producción
Como decíamos, la capacidad de producción siempre se debe medir en un periodo determinado de tiempo. Es decir, cuando queremos hacer una planificación o saber cuál ha sido la capacidad de producción, debemos tener en cuenta el factor temporal.
De esta forma, la planificación de la producción se hace de la misma manera. Si queremos planificar la producción, debemos especificar el nivel de capacidad de producción de las distintas unidades productivas a un rendimiento óptimo para la compañía.
Para ello, la planificación de la producción se hace desde distintas ópticas temporales, las cuales son:
- Corto plazo (menos de 6 meses)
- Medio plazo (entre 6 y 18 meses)
- Largo plazo (a partir de 18 meses)
Ahora bien, para realizar la planificación de la producción en las distintas ópticas, debemos tener en cuenta que la capacidad de producción en el largo plazo siempre condiciona a las capacidades en el corto y el medio plazo, la que esta puede requerir una serie de procesos de adaptación para lograr los objetivos planteados por la compañía.
De esta forma, si queremos planificar la producción, debemos tener en cuenta una serie de factores:
- Previsión de la demanda esperada.
- Identificación de la capacidad necesaria para satisfacer la demanda.
- Identificación de alternativas en casos de no poder satisfacerla.
- Evaluación y toma de decisiones.
De esta forma, podemos realizar una planificación de la producción que determine el buen rendimiento de la compañía en los distintos plazos planteados.
¿Qué factores condicionan la capacidad de producción?
La capacidad de producción de una unidad productiva siempre está condicionada por una serie de factores. Estos factores determinan la posibilidad de producir más o menos en un periodo acotado de tiempo.
Por ello, podemos clasificar estos factores condicionantes en dos categorías:
- Factores internos.
- Factores externos.
Entre los factores internos que pueden condicionar la capacidad de producción cabría destacar:
- Equipamiento y mantenimiento.
- Instalaciones.
- Distribución de la planta de producción y el proceso productivo.
- Recursos disponibles.
- Capacidad empresarial.
- Sistemas de control de la calidad.
- Gestión de los puestos de trabajo.
- Gestión de los trabajadores.
- Diseño del producto o el servicio.
- Recursos financieros.
Por otro lado, entre los factores externos que podrían condicionar la capacidad de producción cabría destacar:
- Marco institucional.
- Entorno político.
- Legislación y regulación vigente.
- Convenios colectivos sindicales.
- Convenios de empresa.
- Capacidad de proveedores.
- Entorno económico.
- Competencia empresarial.
- Relación con entidades de crédito.
Estos factores internos y externos deben tomarse siempre en cuenta, ya que condicionan nuestra capacidad de producción, así como el funcionamiento de la compañía.
¿Cómo se calcula la capacidad de producción?
Si queremos saber cual es la capacidad de producción de una unidad productiva, la fórmula para el cálculo es bastante simple. La forma de hacerlo sería, en primer lugar, calculando la cantidad de horas por unidad productiva que tenemos disponibles.
Es decir, si contamos con una jornada laboral de 8 horas en la que disponemos de 10 unidades de producción, la cantidad de horas de producción total son 80 horas.
En segundo lugar, debemos medir la capacidad de producción para un producto, en función a la unidad productiva y las horas disponibles. Es decir, debemos dividir la capacidad de producción para un artículo entre el número de horas disponibles, obteniendo así la capacidad de producción diaria.
En otras palabras, supongamos que cada unidad productiva tarda 1 hora para fabricar una unidad del bien o el servicio. Para el cálculo debemos dividir el número de horas disponibles (80) entre el tiempo que tarda en producir una unidad de producción en producir una unidad de producto o servicio (1). Así, obtendríamos la capacidad de producción diaria.
En el ejemplo, la capacidad de producción diaria sería 80, ya que disponemos de 80 horas de fabricación diaria, mientras que cada unidad fabricada tarda, de media, 1 hora en producirse.
En tercer lugar, y mucho más simple. Si queremos medir la capacidad de producción mensual de las unidades de producción, basta coger la capacidad diaria obtenida en el paso anterior y multiplicarla por los días laborales con los que disponemos en el mes.
De la misma forma, se realizaría para calcular la capacidad de producción anual, pues deberíamos multiplicar por el número de días trabajados en un año.
Posteriormente, con estos datos, ya podríamos obtener otra serie de indicadores como el volumen de producción o la tasa de eficiencia. Es decir, si sabemos que la capacidad de producción diaria es de 80 unidades, si estamos produciendo 40, podemos saber que la tasa de utilización es del 50%. Es decir, el volumen de producción estaría funcionando a un 50% en relación a su capacidad de producción.