Recursos disponibles

Los recursos disponibles son, por tanto, aquellos de los que se puede disponer. Por tanto, los recursos potenciales o que aun no están en disposición de producir utilidades, quedarían fuera de la definición. Por ejemplo, una montaña es un recurso natural, pero no es un recurso disponible si no genera utilidad, por ejemplo, a través del turismo.

Las características más destacadas de los recursos disponibles son:

• En primer lugar, deben generar una utilidad, normalmente económica, con el objetivo de satisfacer las necesidades humanas.
• En segundo término, deben tener una disponibilidad limitada basada en su escasez.
• Por último, debe tener un potencial de agotamiento a través de su consumo.

Una de los clasificaciones más simples establece tres grandes grupos:

• Los recursos bióticos y abióticos, los primeros serían todos los organismos vivos y los segundos, los que no entren en el grupo anterior.
• Recursos renovables y no renovables, en función de si pueden ser regenerados o no después de su uso o de si tienen la capacidad de no agotarse con el tiempo. Por ejemplo, el Sol o la madera.
• Recursos potenciales y reales. Los primeros aún no están preparados para generar utilidades, a diferencia de los segundos, que ya estarían en disposición de hacerlo.

Un ejemplo de recurso disponible son las llamadas «energías renovables«. Entre ellas, una sería la fotovoltaica, que aprovecha la luz del Sol para generar electricidad. Por un lado tendríamos un recurso que no se agota, el Sol y otro que se basa en este para producir energía, las placas fotovoltaicas. En ambos casos podríamos decir que son renovables, abióticos y reales.