Recursos financieros
Los recursos financieros son aquellos activos que tienen algún grado de liquidez. Por tanto, desde una vertiente económica sería aquellos relacionados con el efectivo y sus equivalentes líquidos.
Así, se pueden definir los recursos financieros como aquellos activos que, o bien son dinero (efectivo), o son susceptibles de serlo. Por ejemplo, el dinero en cuenta, las líneas de crédito o las acciones. Todos ellos, salvo el dinero en efectivo, tienen un coste financiero o de capital (interés) que hay que tener en cuenta.
Tipos y formas de generarlos
Podemos clasificarlos en recursos propios o ajenos. Los primeros los conforman el dinero en efectivo, el capital social (que son las acciones de los propietarios o socios) o las reservas obtenidas de los beneficios. Respecto a los ajenos, tenemos los préstamos o créditos o las emisiones de valores como las acciones u obligaciones.
La forma de obtener este tipo de recursos, por parte de la empresa, es principalmente la venta de productos o prestación de servicios procedente de su actividad económica. De esta forma, al cobrar por aquello a lo que se dedica, la empresa genera flujos de efectivo o cash flow. Pero puede utilizar otras vías como la emisión de acciones o las subvenciones o ayudas públicas, entre otras.
Ejemplos de recursos financieros
Existen multitud de ejemplos, pero algunos de los más conocidos son los que mostramos a continuación:
- El dinero en efectivo, que es el principal recurso de la empresa para financiarse.
- Los depósitos bancarios. Equivalentes al dinero en efectivo pero con una disponibilidad limitada, a cambio de una rentabilidad. Hoy en día con bajos tipos de interés es una opción residual.
- Créditos o préstamos concedidos por el banco a largo plazo, a corto plazo, con garantía hipotecaria, etcétera.
- Divisas en moneda extranjera. Son equivalentes al dinero en efectivo, pero su valor fluctúa dependiendo del tipo de cambio.