Cancelación de deuda
La cancelación de deuda consiste en una operación mediante la cuál un deudor y un acreedor llegan a un acuerdo sobre un saldo pendiente que sea beneficioso para ambas partes.
Por tanto, no estamos realmente ante un pago de la deuda, sino un acuerdo de cancelación de esta. Este puede ofrecer mejores condiciones de pago o condonaciones totales o parciales. Siempre que beneficie a ambas partes.
Formas de realizar cancelación de deuda
Las deudas pueden cancelarse de varias formas. Además, esta cancelación puede ser parcial o total. Veamos cada una de ellas.
- Cancelación anticipada. Esta suele producirse en los préstamos bancarios. El prestatario puede decidir, a veces debido a una mejora de su situación económica, amortizar parte de su deuda o todo el préstamo. Normalmente, conlleva una comisión de cancelación.
- Subrogación de deuda. Suele darse en los préstamos hipotecarios. Así, cuando vendemos un piso con una hipoteca podemos ofrecer al comprador que se haga cargo de ella. Lo que se hace es descontarla del precio final.
- Pacto entre las partes. En este caso, es un acuerdo bilateral en que ambos, deudor y acreedor deciden cuánto paga el segundo y cómo lo va a llevar a cabo.
- Normas o leyes. En diversos países existen normas que regulan este proceso, en ocasiones doloroso. En España hay una llamada «Ley de segunda oportunidad» y que establece procedimientos de cancelación de deudas para empresarios en apuros.
La cancelación de deuda. Requisitos y recomendaciones
Para cancelar una deuda deben darse una serie de requisitos en el deudor y debe ser aceptado por el acreedor. Normalmente, se da esta situación cuando la persona que debe pasar por un momento en que le es imposible pagar.
En las deudas hipotecarias y dependiendo del país, se suele cancelar entregando el bien financiado. Sin embargo, en otras circunstancias, como empresas con problemas financieros o que podrían quebrar, se les propone una cancelación para evitar su cierre.
Por otro lado, hay algunas recomendaciones para evitar gastos innecesarios o situaciones como las descritas. Sobre todo, una buena planificación financiera, saber qué gastos e ingresos tengo y, por tanto, hasta dónde puedo llegar. Puede parecer obvio, pero es imprescindible hacerlo.
Ventajas e inconvenientes de cancelar de deudas
Vamos a ver algunas ventajas e inconvenientes de cancelar deudas. Estamos ante situaciones económicas delicadas en las que buscamos una opción que beneficie a ambas partes.
- La principal ventaja es un nuevo comienzo. Cuando cancelamos una deuda, eliminamos ese lastre de nuestra vida y podemos iniciar nuevos proyectos.
- Por otro lado, un acuerdo de pagos o de amortizaciones nos permitirá cuadrar nuestro presupuesto de gastos e ingresos. A su vez, podremos hacer frente a la deuda sin que esto suponga nuestra ruina económica.
- El primer inconveniente son los costes. El acreedor tenía un plan de pagos con unos réditos esperados en un tiempo determinado. De esta forma, cuando cancelamos debemos compensar estos beneficios que no obtendrá.
- Por otro lado, tenemos que, a veces, las condiciones implican aumentar plazos. Eso sí, si no tenemos una planificación clara, simplemente estaremos retrasando los problemas.
Ejemplos de cancelación de deuda
Veamos, para terminar, algunos ejemplos de cancelación de deudas.
- Uno de los más habituales, en países como España, es la cancelación debida a la Ley de segunda oportunidad. Esta permite, en determinadas circunstancias, la eliminación total o parcial de las deudas o una ampliación de plazos.
- Venta de vivienda hipotecada. Por ejemplo, vendemos una vivienda que tiene un valor de 100.000€ y una hipoteca de 40.000€. El comprador se hace cargo de ella y, o bien la amplía por el resto, o paga la diferencia en efectivo. Normalmente, conlleva ciertos gastos de subrogación.
- Un préstamo de una empresa con el banco. Este decide, al ser un buen cliente, darle una facilidad para que lo pague. Estaba a cinco años y se lo amplía a diez.