Préstamo bancario

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El préstamo bancario, como su propio nombre indica, es una operación bancaria. En esta operación, el banco presta un determinado capital a una persona, que deberá ingresar este capital, así como unos intereses fijados previamente por ambas partes.

El préstamo bancario, por tanto, es una operación en la que el banco presta un determinado capital a un interesado. Este interesado debe, posteriormente, abonar el capital prestado al banco, lo que se conoce como principal, así como una serie de intereses que fueron pactados previamente por ambas partes. El hecho de que reciba este nombre es porque hablamos de un contrato de préstamo ofrecido por el banco, a un cliente que así lo solicita.

También conocido préstamo al consumo o personal, hablamos de un tipo de contrato muy común en el día a día de las personas y las empresas. Pues tanto personas físicas como jurídicas hacen uso de este tipo de herramientas.

Es la principal actividad económica que realiza una entidad bancaria, generando su ingreso a través de los intereses que se pactan previamente.

Personas que intervienen en un préstamo bancario

Entre las personas que intervienen en un determinado préstamo bancario, deben figurar, al menos, las siguientes:

  • Entidad bancaria o acreedor: Es la que tiene el capital, desea prestarlo, y puede conformar un contrato de préstamo por el que debemos pagar una serie de intereses.
  • Solicitante, cliente y deudor: Es el que solicita el capital. Este debe abonar, posteriormente, el principal del préstamo, así como los intereses que le corresponden, y que fueron pactados previamente con la entidad bancaria.
  • Avalista: En ocasiones, cuando el solicitante no presenta garantías para cubrir el riesgo mínimo que exige el banco, este necesita contar con un aval, que garantice que cumplirá con la obligación en caso de que este no pueda abonar el capital y cumplir, así, con el contrato.

¿Para qué se utiliza un préstamo bancario?

Un préstamo bancario, entendido como un anticipo de capital, puede ser utilizado para numerosos fines.

Entre ellos, destacan:

  • Ejecutar un gasto de gran dimensión y para el que no contamos con el capital.
  • Invertir una determinada cuantía, de la que no disponemos.
  • Necesidad de pagar a acreedores, sin posibilidad de contar con fondos propios.
  • Necesidad de comprar un bien que requiere de un gran volumen de gasto, como un coche.
  • En una empresa, la compra de maquinaria y herramientas que permiten el trabajo.
  • El pago de un gasto imprevisto, con el que no contábamos y para el que no disponemos de un colchón.

Los intereses en un préstamo bancario

Como es habitual, un banco debe obtener ingresos por desempeñar su actividad principal: prestar dinero.

Estos ingresos vienen derivados del cobro de intereses, que es el porcentaje que establecen banco y solicitante por el préstamo de dicho capital. Estos intereses deben abonarse al banco, como parte del dinero que a este se le debe. Los intereses pueden ser fijos o variables, dependiendo del plazo de devolución, de amortización, de dicho préstamo. Asimismo, estos intereses van directamente relacionados con el riesgo que presenta el solicitante, pues a mayor riesgo, mayores serán los intereses que debemos abonar.

Estos intereses suelen estar expresados como la TAE o la TIN, y quedan pactados antes de firmar dicho préstamo.

Requisitos para obtener un préstamo bancario

Entre los requisitos que debemos cumplir para optar a que del banco nos dé un préstamo bancario debemos saber que estos varían en función de la entidad bancaria. No obstante, podemos destacar los siguientes:

  • Histórico de ingresos y pago de impuestos.
  • Declaración del patrimonio y de bienes.
  • No estar en el registro de deudores.
  • Que el préstamo cumpla con los criterios que establece el departamento de riesgos.
  • En caso de no ser apto, que cuente con un aval que sirva de garantía.