Beneficio bruto
El beneficio bruto es la diferencia resultante de los ingresos y gastos de una empresa antes de aplicar impuestos y amortizaciones, entre otras deducciones.
Es por tanto, una magnitud basada en los ingresos y gastos ordinarios de la actividad. Por lo que las amortizaciones, al no ser un gasto ordinario, sino una depreciación, no se incluyen.
Fórmula del beneficio bruto
Para la correcta obtención del beneficio bruto, se deben tener en cuenta la fórmula que lo hace posible:
Véase que el término ‘ordinario’ y ‘corriente’ poseen el mismo significado en el contexto que estamos exponiendo.
Por otra parte los ingresos corrientes son los ingresos derivados de las ventas de mercaderías de la empresa, o bien la prestación de servicios que ofrezca, siendo ambos o uno de ellos su actividad principal. Respecto a lo gastos corrientes se entiende como tales a lo que repercutan en el correcto funcionamiento de la actividad ordinaria, como puede ser el pago de salarios o el pago del alquiler de un local, por ejemplo.
A modo de aclaración, el beneficio neto consistiría en la aplicación de la siguiente fórmula:
Por lo que al restar amortizaciones del inmovilizado y los impuestos correspondientes, el beneficio se ve mermado. Por ello es que el beneficio bruto será siempre mayor que el neto, salvo excepciones.
Ejemplo de cálculo del beneficio bruto
Dada una empresa que ingresa por ventas 1.500€; ingresa por productos financieros 150€; gasta por personal de la empresa 400€; gasta por alquiler de oficina 250€; amortiza en ese periodo 250€ y se producen unos impuestos de un total de 300€, ¿cuál será el beneficio bruto de la empresa?
Luego, el beneficio bruto de la empresa será de 850€. No se deben restar impuestos ni amortizaciones. En ese caso, se estaría calculando el beneficio neto. Además, tampoco se debe incluir los ingresos de origen financiero si la actividad principal de la empresa no pertenece a ese sector.