Banco zombi
Un banco zombi es aquella entidad bancaria o de crédito que opera en el mercado pese a situarse en un plano de insolvencia. Lo hace gracias a la permisividad del gobierno.
Como institución financiera, el banco zombi desarrolla su labor financiera en un punto de valor económico negativo, pero con la supervisión y protección del Estado.
En ese sentido, se trata de instituciones que cuentan con el beneplácito del sector público y las instituciones de control y regulación para el desarrollo de su actividad, pese a su situación límite.
Es decir, los entes supervisores en materia regulatoria pueden ofrecer su apoyo a los bancos zombi, antes de que estos se declaren en bancarrota o suspensiones de pagos.
Es un primer paso, a menudo, de estrategias contempladas como rescates bancarios. En España y otros países de habla hispana, por ejemplo, se asemeja a la creación del denominado como “banco malo”.
Motivación para la existencia del banco zombi
El motivo por parte de los poderes públicos para permitir la existencia y el funcionamiento de estos entes responde a la búsqueda de tranquilidad en el sistema económico.
Es decir, se persigue que el pánico de insolvencia sea trasladado al resto de organizaciones o instituciones (especialmente otros bancos) provocando una incipiente crisis económica.
La actuación contraria es la desarrollada, por ejemplo, por el gobierno de EE.UU. en la crisis financiera de 2007 al dejar caer determinados bancos en similar situación de insolvencia o quiebra.
Origen del concepto de banco zombi
Los bancos de carácter zombi continúan con su actividad económica principal porque se les presupone capacidad suficiente para cubrir sus deudas contraídas y obligaciones gracias al apoyo estatal.
Por otro lado, conviene señalar que esta denominación específica se originó a finales de los años ochenta en Norteamérica y a principios de los años noventa en Japón.
Los bancos zombi responden a la creciente aparición de fenómenos de estructuras prestamistas en situación de quiebra e insolvencia en dicho marco histórico.
Rasgos destacados
Los bancos que reciben la denominación de zombi presentan algunas características propias de la situación límite de deuda que suelen atravesar:
- Plano de insolvencia: En condiciones normales, estas entidades de crédito no podrían operar al no poder responder de sus deudas contraídas.
- Poca aversión al riesgo. Estos entes suelen aparecer en oportunidades de mercado de alto nivel de riesgo.
- Efecto contagio. A menudo la insolvencia de estas entidades acaba por contagiar o contaminar en los mercados en que opera. Por ello los gobiernos buscan su control y la no acumulación de bancos zombi.
En otros términos, la acumulación de entidades insolventes a menudo se traduce en la reducción del bienestar social, la fuga de capitales y, en definitiva, de la detención en seco del crecimiento económico de un territorio.
Por este motivo, el Estado en ocasiones permite la existencia de instituciones que operen bajo estos términos.