Apoderamiento apud acta

El apoderamiento apud acta es una forma de demostrar que una persona ajena al proceso judicial tiene la potestad de representar al demandado o demandante.

Es obligatorio que el procurador acredite su representación a través de poderes para poder representar a la persona que está en el proceso judicial. Los poderes pueden ser a través de notario o a través de apoderamiento apud acta.

Este tipo de apoderamiento, al contrario que el poder notarial se recoge en un documento conocido como acta. De ahí deriva su nombre. Es gratuito, al contrario que el poder notarial, y solo funciona para el procedimiento judicial concreto en el que el procurador va a representar a la persona.

En el caso de que en la presentación de la demanda el procurador no entregue el poder, será reclamado para subsanarlo por la administración de justicia. El tribunal le indicará que podrá subsanarlo a través de la presentación de poderes notariales o hacer un apoderamiento apud acta. En el caso de que el procurador elija realizar este apoderamiento deberá acudir al juzgado.

El funcionamiento es el siguiente: el procurador debe personarse en el juzgado ante el Letrado de la Administración de Justicia para llevar a cabo este tipo de apoderamiento.

Con este apoderamiento, existe la facilidad de poder otorgar este poder de representación en otro juzgado que no sea donde se esté realizando ese proceso judicial. Y su mayor ventaja es su carácter gratuito a diferencia del poder notarial clásico.

Para comprender la funcionalidad del apoderamiento apud acta hay que saber que es necesario en ciertos procesos judiciales ir representado por procurador y ¿Quién es esta figura?

Un procurador es una persona que se encarga de la representación procesal de una persona en un juicio. La función del procurador es la presentación y seguimiento de los escritos que redacta el abogado. Esta figura se encarga de que los plazos sean cumplidos, de recoger mandamientos de registro o de pago, de gestionar las tasas judiciales, de recibir las notificaciones del juzgado y ponerlas en conocimiento del abogado, entre muchas otras tareas.

Qué tipos de poderes tiene un procurador:

• General: El ciudadano le da al procurador un poder para intervenir en todos los procesos (civiles, penales, etc.)
• Especial: El ciudadano le da al procurador un poder para un determinado ámbito (civil o penal, por ejemplo)
• Especialísimo: El ciudadano le da al procurador un poder para un determinado asunto procesal.

En este caso, el apoderamiento apud acta es un poder especialísimo.