Definición de sujeto tácito

El concepto de sujeto suele utilizarse para nombrar al individuo que, en un cierto contexto, no tiene denominación o identificación. Además el término refiere a una función gramatical y a una categoría del ámbito de la filosofía.

Tácito, por su parte, es un adjetivo que refiere a aquello que no se pronuncia de manera directa o formal, sino que es posible inferirlo o suponerlo. La noción, por otra parte, se vincula a lo que está en silencio.

La idea de sujeto tácito pertenece al terreno de la gramática. Aquellas oraciones que carecen de un nombre o de un pronombre que pueda identificarse cuentan con sujeto tácito, también definido como sujeto omitido o sujeto elíptico. En estos casos, el sujeto no está explicitado, sino que se infiere por vía referencial.

En esta clase de oraciones, por lo tanto, el sujeto se construye de manera elíptica, ya que no hay elementos fonéticos que permitan definirlo en la propia oración.

Por ejemplo: “Escuchamos música”. En este caso, “música” es un sustantivo, aunque no actúa como sujeto ya que no se modifica si cambia la persona o el número del verbo (“escuchar”, en infinitivo). El sujeto, en esta oración, es tácito y puede inferirse a partir del modo en el que aparece el verbo. Como “escuchar” se encuentra conjugado en la primera persona del plural, el sujeto también debe estar mencionado en la primera persona del plural: “nosotros”. De esta forma, la oración completa (o sea, incluyendo un sujeto explícito) sería la siguiente: “(Nosotros) Escuchamos música”. “Nosotros”, pues, está incluido de modo tácito.

El sujeto tácito es algo muy propio de nuestra lengua, por lo cual lo usamos con total naturalidad, sin ser conscientes de que no es posible en muchas otras. No es necesario llegar a idiomas orientales o poco comunes, ya que el inglés no es compatible con la omisión del sujeto, al menos no al nivel que lo hacemos en español.

En el ámbito de la lengua nunca es aconsejable generalizar o hablar de forma terminante: la evolución y el habla cotidiana siempre consiguen que muchas características consideradas vulgares o incorrectas se cuelen poco a poco en las páginas de «la gramática aceptada». Si bien en la escuela no nos enseñan a hablar inglés omitiendo el sujeto, en la vida real, en «la calle», la situación es muy diferente: nos preparan para decir «It sounds good» (que puede traducirse como «me parece bien»), pero terminamos encontrándonos con «Sounds good» (nótese que el sujeto, it, se omite en el segundo ejemplo.

Vemos que el inglés acepta la omisión del sujeto en algunos casos, especialmente en el habla informal, pero esto no quita que en la mayoría de los casos sea necesario explicitar el sujeto; de hecho, en inglés es obligatorio mencionarlo tantas veces que las traducciones literales a nuestro idioma a menudo resultan redundantes e incorrectas. El sujeto tácito es algo que podemos —y debemos— usar en el habla formal, ya que nos ayuda a evitar la repetición innecesaria de los pronombres, con un consiguiente aumento en la claridad de la comunicación.

Así como el dequeísmo, el queísmo y los errores de conjugación de los verbos que llevan a algunos hispanohablantes a colocar una ‘s’ al final de la segunda persona del singular en el tiempo Pretérito simple («dijistes«, en lugar de «dijiste», por ejemplo), no usar el sujeto tácito en los casos recomendados es un error muy común y ensucia el discurso.

Un ejemplo de este error puede ser la siguiente oración: «Ella me dijo que vendría, y cuando le pregunté a ella si le parecía bien que invitara a Esteban ella me dijo que no quería verlo». En este caso, bastaba con mencionar el pronombre «ella» al principio de la oración, ya que en las otras dos proposiciones puede deducirse perfectamente.

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