Definición de repisa

Una repisa es un elemento de la arquitectura o del diseño que sirve como sostén de algo. Se trata de un estante alargado en sentido horizontal que se fija a una pared para que puedan apoyarse cosas sobre su superficie.

Otros nombres por los cuales se conoce este concepto son estante y anaquel, siendo este último el cual parece albergar la etimología más curiosa. Si bien no se conoce con certeza el origen de la palabra anaquel, se cree que puede haber derivado de «manáquil», una voz árabe hispánica de forma plural cuyo singular, «manqálah», proviene a su vez de «minqalah», un término del árabe clásico que puede traducirse como «soporte» o «banco«.

Julio Casares Sánchez fue una importante figura de la lengua de finales del siglo XIX; nació en Granada en 1877 y realizó invaluables aportes en varios campos, incluyendo la folología, la lexicografía y la crítica literaria. Uno de ellos fue el «Diccionario ideológico de la lengua española«, una obra publicada en el año 1942 que refleja el resultado de un profundo trabajo de investigación y sistematización de nuestro idioma.

En dicho diccionario, algunos de los sinónimos que se agregan a repisa son anaquelería, andana, andén, plúteo, entrepaño, tabla, balda, poyata y velonera. Por otro lado, haciendo referencia al ámbito de la cocina y su tradicional mobiliario, es posible encontrar vasera, sobrado, aparador, cantarera y escudillero. En la arquitectura, por su parte, existe el término ménsula. En todos los casos, hay muchos usos y variaciones para cada palabra, así como la preferencia de una u otra según la región.

Por ejemplo: “Cuando era niño, tenía una repisa llena de soldaditos de plomo en mi habitación”, “Mi esposa quiere que instale una repisa en la cocina así puede guardar los frascos con fideos, arroz y otros productos”, “La repisa de trofeos es uno de los grandes orgullos del club: allí albergamos todas las copas que ganamos”.

Las repisas pueden tener diferentes características. Puede tratarse de un estante de madera, hierro, plástico u otro material que se fija a la pared a través de diferentes técnicas. En algunos casos, las repisas se atornillan, en otros se clavan e incluso existen repisas que se pegan al muro.

Es habitual que las repisas se empleen para exhibir ciertos objetos. En una habitación infantil, una repisa permite reunir y mostrar distintos muñecos, automóviles en miniatura, etc. Un club de fútbol, por su parte, puede mostrar los diferentes trofeos que consiguió a lo largo de su historia en una repisa.

Como puede apreciarse en varios de los ejemplos expuestos anteriormente, algunos de los objetos que se colocan sobre una repisa tienen un cierto valor sentimental, ya sea porque permiten a su dueño recordar a alguien especial, o bien porque simbolizan un triunfo en una determinada competencia.

Es importante señalar que ubicar una pequeña escultura o un trofeo en un estante no siempre se hace con la intención de que otras personas lo vean; dependiendo del espacio en el cual se encuentren, el objetivo puede ser la ostentación, pero también la presencia cercana y cotidiana de dichos objetos, para sentir con más intensidad aquellos recuerdos que evocan.

También es frecuente que las repisas se empleen como bibliotecas, albergando libros. Gracias a sus características, es posible ubicar los libros en el estante y apreciar a simple vista el título de cada uno en su lomo.

Cuando las repisas deben soportar mucho peso, apelan a distintos elementos de sujeción, como ménsulas o soportes adicionales a los clavos y tornillos. De hecho, una repisa puede ser parte de una estructura más compleja, que cuente con paredes y patas, tal como las típicas estanterías de los supermercados.

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