Definición de tabla

Tabla, del latín tabula, es una pieza plana de madera u otro material rígido. Si la tabla es muy gruesa, recibe el nombre de tablón. Existan tablas de distintos tipos y con diferentes usos, pero siempre se trata de un objeto de superficie plana.

En la carpintería, las tablas se utilizan como soporte o estantería. En la antigüedad, la tabla se utilizaba para la curación de quesos, mientras que en la actualidad también pueden usarse para apoyar o cortar alimentos.

Las tablas también se utilizan en el deporte. Las primeras tablas de surf se realizaban con madera o totora, materiales que permitían flotar pero que eran poco resistentes. Hoy en día, se fabrican con materiales sintéticos o plásticos polipropilénicos de baja densidad, convirtiéndolas en objetos más livianos y fáciles de manipular.

Las tablas de snowboard, por otra parte, suelen construirse con madera y estar laminadas con fibra de vidrio. Estos artefactos se utilizan para deslizarse sobre la nieve con intenciones deportivas o de esparcimiento.

Una tabla es, además, una lista o catálogo de cosas ordenadas de manera sucesiva o con alguna relación entre sí. Dos ejemplos muy conocidos son las tablas de multiplicar y la tabla periódica de los elementos.

En el campo de la informática, la noción de tabla está relacionada con las bases de datos y las planillas de cálculo, y suelen incluir diversos campos (que corresponden al nombre de la clase o tipo de dato que se desea recoger) y registros (los datos almacenados).

En este contexto, los programas Excel y Access, ambos pertenecientes a Office (la suite de oficina de Microsoft), son los más populares, a pesar del creciente éxito de las alternativas de fuente abierta que luchan por el primer puesto desde finales de la década del 90. El primero sirve para confeccionar hojas de cálculo y el segundo, bases de datos.

Las tablas pueden parecer un sistema cerrado y precario de organizar la información; pero cuando se combinan con conceptos tales como las referencias (muy utilizado en bases de datos de gran envergadura), el nivel de complejidad crece de forma exponencial. Si, por ejemplo, una empresa desea almacenar los datos de contacto de sus clientes, resulta natural pensar en un diseño que contenga campos tales como «Nombre», «Apellido», «Teléfono» y «Correo electrónico».

El primer problema que presenta dicha estructura es que muchos clientes pueden tener el mismo apellido, e incluso el mismo nombre. A menos que el resto de los campos sea obligatorio, acceder a un registro en particular puede resultar difícil; por eso es siempre recomendable utilizar una clave única de identificación, un número que se asigna automáticamente a cada nueva línea, y que jamás se repite, dado que se incrementa en uno cada vez que se realiza un nuevo ingreso.

Hasta aquí, la informática no parece brindar tantas ventajas por sobre el papel, salvo por la potencia de las búsquedas. Sin embargo, si la compañía deseara contabilizar las compras de sus clientes, sería necesario crear una nueva tabla, que podría almacenar «Número de transacción», «Producto», «Importe» y, el punto fundamental de toda relación, un campo que la vinculara con la tabla de clientes: «Número de cliente», la clave única antes mencionada.

La relación entre tablas no tiene límites, en cuanto a que una tabla puede relacionarse con tantas como se desee, y brinda un nivel de flexibilidad y de acceso a los datos muy elevado. Existen tres modelos posibles: de una a una, de una a varias y de varias a varias.

En el juego de ajedrez o damas, tablas es el empate entre competidores (cuando ninguno de los jugadores puede sacar una ventaja y ganar la partida).

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