Definición de banco
El término banco tiene diferentes usos y significados. La palabra puede hacer referencia al asiento en el que pueden sentarse varias personas.
Los bancos, que pueden tener respaldo o carecer de él, suelen utilizarse en parques, plazas y otros lugares públicos. Por ejemplo: “Vamos a sentarnos en ese banco que está bajo el árbol”, “La plaza estaba colmada de gente: no había un solo banco libre”.
La noción de banco puede hacer referencia a un asiento.
Tipos de banco
Los bancos pueden estar construidos con madera, cemento o piedra, entre otros materiales. En la antigüedad, la mayoría de los bancos eran de piedra y estaba unidos al muro de algún edificio. También permitían formar los asientos que constituían las gradas en los teatros y circos.
Banco también es el madero grueso que, colocado de manera horizontal sobre cuatro patas, es utilizado como mesa por los carpinteros y otros artesanos.
Peces y arena
A su vez se conoce bajo el concepto de banco de peces al cardumen cuyos integrantes pertenecen a una misma especie y nadan de manera polarizada con una alta sincronización.
Un banco de arena es, en cambio, la acumulación de arena en el lecho de un río o a lo largo del litoral.
El banco como entidad financiera
En otro sentido, un banco es una entidad financiera que se dedica a la administración de dinero. El banco ofrece servicios como el depósito de valores y el préstamo de capital. El sistema bancario, también conocido como banca, es el conjunto de los bancos que operan dentro de una economía.
El concepto de banco como institución financiera comenzó a desarrollarse durante el Renacimiento. Los historiadores afirman que el primer banco moderno fue el Banco di San Giorgio, fundado en Génova (Italia) en 1406.
Se llama banco a una entidad financiera.
Cómo operan estas instituciones
Para poder operar estas entidades necesitan del apoyo de muchas personas y empresas solventes que aporten sus capitales, depositándolo en esta entidad y que ésta pueda darlo en préstamo a terceros, devolviendo a los primeros después de un determinado plazo una cantidad estipulada de antemano en materia de intereses acumulados.
Además, cuentan con el aporte de diversos accionistas que desean aumentar su capital y especulan en torno a lo que podrían poseer en un plazo determinado. El cálculo de los intereses que la institución deberá aportar a sus inversores se calcula en base a los porcentajes del dinero aportado y el tiempo en el que se mantendrá en vigor el contrato que sellarán, estos intereses reciben el nombre de tasa de interés de captación.
Con este dinero recaudado los bancos pueden prestar a personas o instituciones que le requieran préstamos conviniendo de antemano los intereses que éstos deberán pagar para darle al banco la seguridad de que volverá a ver dicho dinero; de estos intereses deriva el enriquecimiento de las entidades financieras dado que las tasas de interés a pagar por los solicitantes de estos préstamos suele ser más alta que la tasa de interés de captación. La diferencia entre ambas tasas es la ganancia que obtiene la institución financiera y se conoce bajo el término anglosajón de «spread».
El poder de los bancos
Lamentablemente y pese a que la fundación de estas instituciones tenía previsto la mejora en la calidad de vida de los habitantes, lo que ocurre es exactamente lo contrario. El poder que desde los gobiernos se les ha otorgado a los bancos ha llevado a que éstos dirijan los hilos que rigen la vida en sociedad y se conviertan en los enemigos del ciudadano común.
En España, por ejemplo, aquellos individuos que pidieron un préstamo hipotecario para poder comprarse una casa en cuotas, se han visto en la terrible circunstancia de, después de perder su trabajo, ser echados de sus casas por no poder continuar asumiendo los costes de la hipoteca; los bancos desahucian a las personas sin ningún escrúpulo para después poner a la venta nuevamente ese domicilio, ofreciendo otro préstamos y continuando con su enriquecimiento a costa del trabajo y la ilusión de las personas.