Definición de onda electromagnética
Antes de entrar de lleno en el esclarecimiento del significado del término onda electromagnética, es imprescindible determinar el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma:
• Onda viene del latín “unda”, que puede traducirse como “ola”.
• Electromágnetica deriva del griego. En concreto, se considera que está formada por la suma de tres componentes de dicha lengua: “elektron”, que es sinónimo de “ámbar o electricidad”; “magnes” que significa “imán”; y el sufijo “-tico”, que indica “relativo a”.
El concepto de onda tiene varios significados. Puede tratarse de una ondulación que se extiende en un líquido o de otras maneras de propagación. Electromagnético, por su parte, es el adjetivo que refiere a los sucesos que vinculan campos magnéticos y eléctricos.
Se conoce como onda electromagnética, por lo tanto, a la difusión de la radiación de este tipo por medio del aire. Estas ondas no requieren de un soporte material para su expansión, lo que implica que pueden desplazarse en el vacío.
Estos son otros de los datos más importantes que merece la pena conocer acerca de lo que es una onda electromagnética:
• Se propaga en el vacío a una velocidad constante y no infinita. En concreto, se considera que a 300.000 kilómetros por segundo.
• Se genera a partir de las oscilaciones que generan al moverse a la vez tanto partículas magnéticas como eléctricas.
• No tiene barreras y es muy importante porque es una forma de que la energía se transporte a través del aire. Es decir, sin necesidad de tener que contar con cables ni ningún dispositivo físico similar.
A la hora de poder estudiar cualquier onda electromagnética se hace necesario tener en cuenta los elementos que le dan forma. Entre estos se encuentran los siguientes:
• Longitud de onda.
• Frecuencia. Viene a ser el número de veces que se repite la onda por lo que es la unidad de tiempo.
• Amplitud, que es la mayor perturbación de la onda en sí.
• Velocidad.
• Periodo, que viene a ser la inversa a la frecuencia.
La existencia de las ondas electromagnéticas fue comprobada por los físicos del siglo XIX al analizar diversas cuestiones vinculadas a la electricidad. Las ondas de luz, de hecho, forman parte del grupo de las ondas electromagnéticas.
La radiación electromagnética combina campos magnéticos y eléctricos que oscilan, lo que permite que las ondas electromagnéticas se difundan por el espacio mientras llevan energía desde un sitio hacia otro.
Los rayos X, la luz que podemos ver con nuestros ojos y los rayos gamma son algunas de las manifestaciones de esta radiación de tipo electromagnética. La distribución de la energía de cada una de estas ondas conforma el espectro electromagnético.
Cada objeto, por su parte, tiene su propio espectro electromagnético, formado por la radiación que se encarga de emitir y por aquella que logra absorber. Los científicos, a través de este espectro, pueden reconocer de qué sustancia se trata.
La amplitud del espectro electromagnético se toma desde la radiación con longitud más pequeña que emite una onda hasta la longitud de onda más amplia. Un rayo X, por ejemplo, emite una onda de pequeña longitud, mientras que la radiofonía propaga ondas muy amplias.