Definición de onírico
Onírico procede de un vocablo griego que puede traducirse como “ensueño”. Se trata de un adjetivo que se emplea para nombrar a lo que está vinculado al mundo de los sueños.
Por ejemplo: “Ya he leído suficiente esta noche: voy a entregarme al universo onírico”, “Siempre anoto mis sueños así llevo un registro de mi actividad onírica”, “Tuve una premonición onírica y jugué a la lotería… pero mi número no salió sorteado”.
El concepto de onírico refiere a lo que se vincula a los sueños.
Onírico más allá de los sueños
Más allá de lo que específicamente transcurre durante un sueño, la noción de onírico también se utiliza para calificar a aquello que parece irreal (y, por lo tanto, que podría formar parte de una ensoñación): “El sol poniéndose en el mar y los delfines jugando en el agua crearon un paisaje onírico”, “Al salir con el niño en brazos de la casa en llamas y levantar su pulgar, el bombero ofreció una imagen onírica a los periodistas que cubrían la situación”, “Con 45 puntos, 16 rebotes y 11 asistencias, el jugador de los Chicago Bulls tuvo una actuación onírica”.
Dentro del ámbito de la literatura, es muy frecuente que se utilice el término que nos ocupa. Así, en concreto, podemos determinar que se suele hablar en él del llamado mundo onírico. Este podemos decir que es el universo que crea un autor con el claro objetivo de que el lector de la obra pueda conocer qué sueña cualquiera de los personajes. De esta manera, puede ver que los problemas del protagonista se ven reflejados en los sueños, a través de todo tipo de situaciones marcadas por la tristeza, la soledad o la incomunicación.
Aunque lo onírico suele aparecer al dormir, la noción también se emplea en en el arte y en la psicología.
El concepto en la literatura
Hay que exponer además que, dentro de cualquier narración, también es frecuente que el término mundo onírico se utilice para indicar aquellas situaciones y experiencias de las figuras que se refieren a estados de locura o de fiebre.
Ese tipo de mundo se “enfrenta” en la literatura a otros que también salen de la pluma del autor. Este sería el caso del mundo mítico, del fantástico, del utópico, del cotidiano o del realista, entre otros.
Lo onírico en la pintura
Dentro de la pintura también se usa el término que estamos abordando. Así, por ejemplo, existen varios autores que se asocian irremediablemente a esa palabra. Este sería el caso del artista español Salvador Dalí, que está considerado el pintor onírico por excelencia.
¿Por qué? Porque sus cuadros reflejan tal grado de fantasía y de surrealismo que se consideran por algunos expertos que sólo han podido ser fruto de sueños. Entre las obras que mejor representan estos están “La tentación de San Antonio” o “Carne de gallina inaugural”.
El onirismo
El onirismo, por otra parte, es un trastorno de la conciencia que lleva a una persona a perder su ubicación en el plano real, confundiendo fantasías similares a las oníricas con la realidad. En estos casos, el sujeto tiene alucinaciones que parecen propias del plano onírico y que lo llevan a mezclar la imaginación con lo real.
Cuando la alucinación visual es acompañada por otros trastornos sensoriales (como escuchar sonidos que no existen), se habla de un delirio onírico. Esto puede producirse por diversas causas, desde el uso de drogas hasta agotamiento, pasando por fiebre elevada o una infección.