Definición de nexo subordinante
La noción de nexo tiene varias acepciones. En este caso nos interesa su uso en el ámbito de la gramática, donde permite aludir al morfema o la palabra que vincula oraciones o sintagmas a través de su función sintáctica.
Los nexos, por lo tanto, sirven para unir o enlazar. De acuerdo a sus características, se los denomina de distintas formas.
En el caso del nexo subordinante, es aquel que subordina una proposición a otra, ubicándola en un nivel inferior en lo referente a su importancia. La oración principal es la que presenta la información más relevante, mientras que la otra recibe el nombre de oración subordinada.
La subordinación establecida con el nexo, por otra parte, puede ser una subordinación adverbial, una subordinación adjetiva o una subordinación sustantiva. El nexo en sí, en tanto, puede tratarse de un pronombre, un adverbio, una conjunción o una locución conjuntiva.
Veamos un ejemplo: “La joven se marchó cuando ya era de noche”. En este caso, “La joven se marchó” es la oración principal, “cuando” es el nexo subordinante y “ya era de noche” es la oración subordinada. El nexo subordinante del ejemplo es un adverbio temporal (“cuando”) que posibilita la subordinación de la segunda oración a la primera.
“Soluciónalo como puedas” es otro ejemplo que incluye un nexo subordinante. “Como” es el adverbio de modo que enlaza las otras dos palabras que componen la expresión: “Soluciónalo” y “puedas”. La segunda parte (“puedas”) está subordinada a la primera (“soluciónalo”), con el adverbio “como” funcionando a modo de nexo.
Como podemos observar, la oración subordinada no nos aporta la suficiente cantida de información como para gozar de sentido, sino que depende de la principal para que sepamos qué ha ocurrido o de qué se está hablando. Si nos dicen «como puedas» no sabremos qué hacer, nos falta un contexto; en cambio, basta que nos indiquen «soluciónalo» para que nos pongamos manos a la obra.
Retomando las bases de los nexos subordinantes, podemos distinguir más de una clase, dependiendo del criterio que usemos. La clasificación más grande podemos llevarla a cabo teniendo en cuenta el tipo de palabra que se usa como nexo: preposiciones (a, ante, bajo, cabe, etcétera); conjunciones subordinantes (que, si, aunque, luego, etcétera).
Pero la clasificación puede agudizarse para dar lugar a grupos mucho más definidos. Por ejemplo, podemos empezar por los pronombres relativos, donde tenemos los siguientes: quien, que, el cual, cuyo, el que, cuanto, como y donde, algunos de ellos con sus variantes de género y número (por ejemplo: «los cuales», «las que», etcétera). En esta lista también podemos encontrar la palabra según, pero con una frecuencia menor. Ejemplos: La casa que ves en la foto es mía; La zona donde lo encontré era muy ruidosa.
Con respecto a las conjunciones, la lista es más extensa y compleja. La más común es que, la cual en este caso no actúa como pronombre relativo, o sea que no se puede sustituir por otros de los mencionados en el párrafo anterior. Veamos a continuación algunos ejemplos de oraciones subordinadas con esta conjunción:
* sustantiva o completiva: Me comentó que estaba muy cansado;
* causal: Quédate, que se está mejor en casa;
* final: Ven para que te enseñe el documento;
* comparativa: Este ordenador es más eficiente que el otro;
* consecutiva: La temperatura descendió tanto que los árboles se cubrieron de escarcha;
* condicional: Que te surge algo, pues me avisas con una hora de antelación.
Otras de las conjunciones usadas como nexos subordinantes se listan a continuación, resaltadas en sus respectivos ejemplos: No sé si podré viajar mañana, Aunque me ofrezcan otro descuento, me daré de baja, Luego, la situación comenzó a mejorar.