Definición de mobiliario
La noción de mobiliario, que procede del vocablo francés mobiliaire, alude a un mueble: elementos movibles que cumplen con diversas funciones en un hogar, una oficina, etc. El término también puede utilizarse para nombrar al conjunto de los objetos de este tipo que hay en una propiedad.
Por ejemplo: “Cuando me mudé, mis padres me regalaron el mobiliario del departamento”, “Me encanta el mobiliario antiguo de este bar”, “Todavía tenemos que comprar mobiliario de oficina antes de inaugurar nuestro emprendimiento”.
El mobiliario facilita el desarrollo de múltiples acciones y actividades, desde comer hasta dormir. Las camas, las sillas, las mesas, los sillones, los armarios, las alacenas, los escoberos y los escritorios forman parte del mobiliario.
En la lista anterior podemos distinguir dos tipos de mobiliario, dependiendo no sólo de sus características físicas sino en especial de sus funciones: las camas, las sillas y las mesas, entre otros muebles, constan básicamente de una superficie horizontal que se encuentra a una cierta distancia del suelo y se usan para el reposo o para colocar cosas sobre ellos; los armarios y las alacenas, por otro lado, tienen estructuras cerradas o semicerradas que permiten almacenar diferentes objetos.
El escritorio es un tipo de mueble bastante particular, ya que podríamos decir que se encuentra a mitad de camino entre un armario y una mesa: por un lado, cumple los requisitos de una superficie horizontal sobre la cual ubicar materiales de estudio o trabajo; pero también suele contar con cajones, puertas y estantes diseñados específicamente para el almacenamiento de libros, cuadernos y otros artículos para facilitar su acceso a la hora de usarlos.
Además de su finalidad funcional, el mobiliario puede fabricarse para decorar espacios interiores o exteriores. Las personas amantes del diseño suelen invertir gran parte de su tiempo y dinero en adquirir o elaborar los muebles de sus casas para conseguir un resultado armonioso. En este marco debemos mencionar las colecciones de muebles, que incluyen todas las piezas necesarias para cada habitación de la casa: por lo general, cuestan mucho dinero, pero prometen una absoluta consistencia estilística.
En la actualidad, la opción más común para quienes no disponen de un gran presupuesto dedicado al mobiliario consiste en comprar muebles para montar en casa. Existen varias tiendas especializadas en esta modalidad, que exhiben todos sus productos armados pero los venden desarmados, acompañados de las instrucciones y las herramientas necesarias para que los consumidores no requieran ayuda.
Es importante tener en cuenta que las máquinas como el televisor, la computadora, el teléfono, la licuadora y la cafetera no pertenecen al mobiliario. Tampoco utensilios o instrumentos como los tenedores, las cucharas, los cuchillos, los platos, los vasos y las tazas.
Se puede distinguir entre mobiliario industrial y mobiliario artesanal. El mobiliario industrial se fabrica a gran escala con la ayuda de maquinaria. El mobiliario artesanal, en cambio, supone la creación a mano de cada pieza.
Los muebles de una u otra clase pueden producirse con distintos materiales. Hay mobiliario de madera, de plástico y de metal, entre otras materias primas.
Se llama mobiliario urbano, por otra parte, a las instalaciones que el Estado facilita en la vía pública para su uso por parte de los vecinos. Se trata de objetos como paradas de transporte, bancos y cestos de residuos, por mencionar algunos, que son utilizados por la gente de distinto modo según la circunstancia.
Otro nombre por el que se conoce el mobiliario urbano es elementos urbanos. En el día a día de la vida en la ciudad su presencia es fundamental para mantener un orden y asistir a los ciudadanos. Por ejemplo, sin las papeleras se complicaría el desecho de ciertos envases y envoltorios entre las tiendas y los hogares; sin las paradas de transporte público sería difícil saber en qué punto esperar el autobús.