Definición de mitad

Cuando un todo es dividido en dos partes idénticas, se lo divide en mitades. Una mitad, por lo tanto, es uno de los dos fragmentos iguales en los que se corta o se secciona algo.

También se llama mitad al punto que, en una cierta superficie, resulta equidistante de los extremos. La idea de mitad, por otra parte, alude a aquello que contiene o contempla la misma proporción que la otra parte.

Por ejemplo: “Apenas llegó a su casa, Juan devoró la mitad de una pizza en unos pocos instantes”, “El muchacho partió el chocolate a la mitad y lo compartió con su novia”, “La mitad del automóvil quedó destruida por el violento choque”.

En la vida cotidiana, las mitades suelen ser aproximadas. Muchas veces resulta difícil precisar el contenido exacto o la medida precisa de los elementos.

Supongamos que un hombre quiere compartir una manzana con su hijo. El sujeto toma un cuchillo y corta la fruta al medio, dándole una mitad a su descendiente y quedándose con la otra. Lo más probable es que ambas mitades no pesen lo mismo.

Tomemos el caso de un joven que realiza un viaje de 400 kilómetros en automóvil para ir a una playa. Una vez que arriba a su destino, llama a sus padres para avisarles que llegó bien y les comenta que, durante el trayecto, se detuvo a mitad de camino para almorzar. Esto no quiere decir que el viajero haya frenado exactamente a los 200 kilómetros, aunque se entiende que realizó la parada en torno a esa distancia.

Dados todos estos ejemplos podemos entender que el concepto de mitad tiene dos grandes usos: uno que hace referencia a una medida exacta y otro que sirve para expresar una cantidad de forma aproximada. No sólo su significado es poco preciso en el habla cotidiana, sino que también tiene un matiz subjetivo: muchas veces creemos que estamos hablando de la mitad de algo y por eso usamos esta palabra, incluso si no hemos llevado a cabo ningún tipo de medición.

Retomando el caso del viaje en automóvil, decir que hicimos algo o que algo ocurrió «a mitad de camino» no siempre significa que el emisor haya calculado el tiempo o la distancia desde el origen hasta ese punto y los haya comparado con los restantes, sino que a veces se usa esta expresión simplemente para dar a entender que el todo ha sido dividido en dos partes.

En el caso de la edad, por ejemplo, también puede usarse el término mitad para hacer referencia a la gran diferencia de años que hay entre dos personas, incluso si no se trata de una relación de 2 a 1. Por ejemplo, si una persona intenta convencer a otra de que corte con su pareja porque es mucho mayor que ella, puede usar frases como «te dobla en edad» o «tienes la mitad de su edad», aunque esto no sea cierto al cien por ciento.

Al ser una palabra que sirve para expresar el resultado de una medición o de una apreciación del tamaño, la duración o la distancia, entre otras magnitudes, no es inherentemente bueno o malo, sino que este matiz puede agregarlo o insinuarlo el hablante de forma totalmente opcional. Por ejemplo, si estamos hablando de una manzana que se corta en dos partes iguales, al nombrar cada una de sus mitades no suele haber un juicio, por así decirlo, que las califique. Sin embargo, en un contexto determinado, donde el hecho de que se haya partido en dos sea relevante, esto puede cambiar: «Tan sólo me dio una mitad el tacaño», «No me esperaba que me diera una mitad, fue muy generoso».

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