Definición de parte
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) reconoce más de una veintena de acepciones del término parte. Este concepto, cuyo origen etimológico se halla en el latín (partis), suele emplearse para nombrar a un fragmento o una fracción de algo que constituye un todo.
Esto quiere decir que un todo puede estar formado por diversas partes. Por ejemplo: “Este regalo es apenas una parte de todas las sorpresas que preparé para tu cumpleaños”, “Creo que este muñeco está roto y le faltan algunas partes”, “Tengo salud, estoy enamorado… la única parte de mi vida que me preocupa es la laboral”.
La parte en cuestión puede ser simbólica o física. Una persona puede indicar que la parte que más le gusta de otra es su personalidad o que la parte favorita de una película es cuando el protagonista se salva de un accidente. La parte también puede ser concreta: una pata es una parte de una mesa, al igual que un teclado puede considerarse como una parte de un equipo informático.
Cabe mencionar que la palabra parte puede ser la conjugación del verbo partir en Presente del modo Indicativo en tercera persona del singular: «Su avión parte dentro de una hora: es demasiado tarde para buscar la otra maleta», «Cada vez que parte, se lleva mi alegría», «Dados los problemas internos de organización, el tren parte cada día a una hora diferente».
La noción de parte también puede emplearse para nombrar a un individuo o grupo que tiene interés en un cierto asunto (“Las partes no se pusieron de acuerdo, por lo que el contrato aún no se firmó”) o a los bandos que se involucran en un enfrentamiento (“Las partes beligerantes se encontraron esta mañana a orillas del río”).
Un determinado lugar (“Vete a otra parte”), un mensaje o aviso (“El doctor todavía no me dio el parte médico de la abuela”), las divisiones de una obra artística (“La primera parte de Star Wars es mi preferida”) y los órganos sexuales (en este caso, se emplea en plural: “Me golpeó en mis partes”) son otros conceptos que se nombran como partes.
Los dispositivos, los electrodomésticos y los automóviles, por ejemplos, suelen venderse en partes, ya sea cuando el producto original ha sufrido daños irreparables, o bien cuando los vendedores desean conseguir una mayor ganancia al agregar un porcentaje más alto a cada pieza. Esto resulta muy útil para aquellas personas con los conocimientos necesarios como para llevar a cabo la reparación pertinente, dado que contratar a un tercero puede costar mucho más dinero.
En la actualidad, gracias a la facilidad que nos brindan los portales de venta libre (como ser eBay, Segundamano y Mil Anuncios) que nuestro ordenador deje de funcionar o que a nuestro teléfono móvil se le destruya la pantalla en una caída ya no son desgracias irreparables: hay muchas personas deseosas de comprar las partes que se hayan salvado, por lo cual basta con tomarse el trabajo de fotografiarlas y ponerlas en venta para recuperar un porcentaje del dinero que deberemos invertir en un nuevo aparato.
Otra de las acepciones de la palabra parte hace referencia al rol o al personaje que debe interpretar un artista en una obra. En este caso, la asignación de cada parte puede realizarse tomando en cuenta diferentes criterios: en una ópera, por ejemplo, el papel del barítono bajo no podría ni debería ser interpretado por nadie que no posea dicha cuerda, por lo cual existe una restricción a nivel físico; cuando el canto no es un requisito, es posible derribar cualquier barrera siempre que el director lo considere adecuado para transmitir su visión de la obra (ni el sexo ni los rasgos de los actores son determinantes rígidos de las parte que pueden representar).