Definición de viaje

Si queremos conocer el origen etimológico del término viaje tenemos que descubrir que este se encuentra en el catalán. Así, concretamente, podemos saber que emana de la palabra viatge, que a su vez procede del vocablo latino via, que puede traducirse como “camino”.

Viaje es la acción y efecto de viajar (trasladarse de un lugar a otro por cualquier medio de locomoción). El concepto se utiliza para nombrar al traslado en sí mismo, al periodo en que se realiza dicho traslado y a la ida a cualquier parte.

Por ejemplo: “Tengo un viaje en avión de tres horas antes de llegar a la casa de mis padres”, “Dentro de quince días, me voy de viaje y no pienso atender ningún llamado laboral”, “Debo hacer otros cuatro viajes antes de terminar el día”.

El viaje implica un cambio en la ubicación de las personas, que puede realizarse a pie o través de cualquier medio de transporte (un vehículo motorizado, una bicicleta, un animal). En cuanto a los motivos de un viaje, pueden resultar muy variados: hay viajes que se realizan por ocio (aquellos vinculados al turismo), otros que se concretan por cuestiones sociales o familiares (la visita a una tía o a un amigo) y algunos que se desarrollan por asuntos académicos o laborales (un viaje de estudios, la asistencia a una reunión de negocios).

De la misma forma, también es importante establecer que, fundamentalmente cuanto se trata de desplazamientos por ocio, se pueden acometer de muy diversas maneras. Así, por ejemplo, están las personas que prefieren llevarlos a cabo en plan mochilero, es decir, contando como único equipaje una mochila, andando mucho y hospedándose en los alojamientos que se vayan encontrando al paso.

No obstante, también existen personas que prefieren conocer otros rincones del planeta apostando por paquetes turísticos cerrados en los que las agencias les han buscado tanto los billetes de los medios de transporte que van a utilizar como los hoteles donde se van a hospedar o las visitas guiadas.

Y todo ello sin pasar por alto que en los últimos años, y en los sectores más pudientes de la sociedad, se han puesto de moda los viajes a los resorts. Es decir, a hoteles donde se ofrecen tratamientos de belleza pues cuentan con instalaciones tales como jacuzzis o spas.

Los viajes pueden iniciarse con una fecha de regreso ya establecida o, al menos, estimada. Ese es el caso habitual de las vacaciones: “Mi hermana sale de viaje el próximo viernes para conocer las Pirámides y regresa a fin de mes”, “Ya compré los pasajes para el viaje: salimos el 4 y regresamos el 19”.

Otros viajes, en cambio, no tienen fecha de regreso, como las migraciones. Las personas que deben viajar para huir de un conflicto bélico o que deciden trasladarse para instalarse en un país extranjero no saben cuándo regresarán a la tierra de partida o, incluso, es posible que nunca regresen.

Además de todo lo expuesto podríamos señalar que también existe lo que se conoce como libros de viajes. Se trata de publicaciones en las que los autores van narrando paso a paso las experiencias que han vivido en alguno de sus desplazamientos, los lugares que han conocido… Suelen incorporar tanto fotografías como mapas o planos.

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