Definición de maestría
La maestría es la habilidad y la pericia para realizar o enseñar algo. De acuerdo al contexto, el término se aplica de diferentes modos.
En el lenguaje coloquial, se le dice maestría al talento o a la capacidad que tiene una persona y que le permite sobresalir del resto en un contexto específico. Por ejemplo: “El tenista suizo volvió a mostrar su maestría en varios puntos que el público aplaudió de pie”, “La maestría del pianista italiano quedó en evidencia en el concierto que ofreció anoche en el Teatro Colón”, “El delantero ecuatoriano definió con maestría ante la salida del arquero y anotó el primer gol de su equipo”.
Para sustituir el término «maestría» cuando se usa con este sentido tenemos una larga lista de sinónimos, algunos de los cuales se mencionan a continuación: pericia, habilidad, experiencia, destreza, oficio, autoridad, sapiencia, arte y capacidad. Dos de sus antónimos más comunes, por otra parte, son torpeza e impericia.
Si estudiamos la etimología de la palabra «maestría» notamos que se compone del término «maestro», el cual se origina en el latín magister, y el sufijo -ia, que denota «cualidad». De este modo podemos decir que cuando alguien ejecuta una acción con maestría exhibe cualidades propias de un maestro, de alguien que tiene un alto grado de habilidad y destreza en ese campo.
Mientras que el sustantivo «maestría» es muy útil para enfocarnos en la acción, su adjetivo «magistral» nos permite hacer un mayor énfasis en el desempeño. Se trata de un matiz que puede pasar desapercibido, pero que le da movimiento al discurso si lo usamos de forma adecuada.
Por ejemplo, si decimos «La soprano interpretó la difícil aria de Rossini con maestría» el enfoque está en el aria y sus características, más que en la destreza que exhibió la cantante, mientras que la oración «La interpretación que la soprano dio de la difícil aria de Rossini fue magistral» genera un cierto suspenso que se resuelve recién con la aparición del adjetivo, y por eso el énfasis está en el desempeño más que en la acción.
Una maestría también es un curso de posgrado. Al completar una carrera universitaria, es posible desarrollar estudios adicionales de uno o dos años para alcanzar otro grado académico: la maestría, también conocida como máster.
El objetivo de una maestría es que el graduado adquiera conocimientos específicos que lo conviertan en un especialista en determinado ámbito del saber. Es importante tener en cuenta que, para cursar la maestría, resulta imprescindible haber completado el grado previo (la titulación universitaria).
Tomemos el caso de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (Argentina). Una vez que el sujeto se graduó como abogado, puede ampliar su formación cursando alguna de las maestrías disponibles, como la Maestría en Derecho Comercial y de los Negocios; la Maestría en Derecho Internacional de los Derechos Humanos; la Maestría en Derecho de Familia, Infancia y Adolescencia; y la Maestría en Derecho del Trabajo.
Existen varias razones por las cuales los profesionales suelen cursar una maestría. Veamos algunas de ellas a continuación:
* mayor competitividad: la maestría le brinda al estudiante una formación técnica ideal para superar los desafíos laborales con mayor seguridad en sí mismo;
* más probabilidades de ascenso: en la inevitable competencia que tiene lugar dentro de una empresa, un empleado que haya cursado una maestría suele tener más herramientas para asumir puestos de liderazgo que los demás;
* actualización de los conocimientos: todo campo del saber evoluciona, y por eso es necesario continuar estudiando. En un curso específicamente diseñado para potenciar las habilidades profesionales, éste es uno de los aspectos fundamentales, así como el intercambio de conocimientos y experiencia con los demás estudiantes.