Definición de ladrón
Ladrón es quien hurta o roba. Se trata, por lo tanto, de una persona que delinque, ya que hurtar y robar son delitos castigados por la ley. El delito de robo consiste en apoderarse de cosas ajenas a partir del uso de la violencia o de la intimidación, mientras que el hurto también implica tomar cosas ajenas, pero sin que participe la fuerza ni el enfrentamiento, sino de forma silenciosa y mientras los dueños no se encuentran directamente en la escena.
Por ejemplo: “La policía atrapó a un ladrón que había robado en tres casas del barrio”, “La víctima persiguió a los ladrones durante varios metros, hasta que los perdió de vista”, “Mi hijo podrá ser revoltoso y travieso, pero no es un ladrón”.
La pena que la ley impone al ladrón por su accionar delictivo depende de las características del mismo. Al comparar distintos casos, podemos advertir que la gravedad de los hechos puede llegar a ser muy diferente.
Veamos tres casos en los cuales las penas serían notablemente diferentes: una persona que aprovecha la distracción de un pasajero en una estación de tren y, sigilosamente, le quita el bolso de mano, que se encontraba apoyado sobre la valija; un ladrón que, en una calle semi desierta y oscura, amenaza a un transeúnte con dispararle si no le entrega su cartera y cualquier pertenencia de valor que lleve consigo; tres individuos que ingresan armados en una tienda y roban la caja y los artículos más caros, luego de lo cual disparan a los dependientes y se marchan.
En cada uno de los ejemplos hay sujetos que cometen delitos similares, y cada uno de ellos puede ser llamado ladrón. Sin embargo, a quien hurta un bolso le corresponderá la pena menor. El hombre del callejón que apela a la intimidación recibirá el castigo intermedio, mientras que la pena máxima recaerá en el grupo armado que hiere a los dependientes.
En la actualidad existen varios conceptos relacionados con los robos realizados a través de Internet, y uno de los más prominentes es el robo de identidad, que consiste en que un ladrón se haga pasar por otra persona, con el propósito de usar sus tarjetas de crédito, acceder a sus cuentas bancarias y perjudicarla de otras maneras, según el caso y la relación que existiera entre ambos.
Si bien la figura del ladrón suele ser despreciada y repudiada por la sociedad, dados los daños materiales, físicos y psicológicos que puede causar a sus víctimas, ciertos robos adquieren una magnitud que los convierte en auténticas leyendas urbanas, que trascienden tiempo y espacio, para ser repetidas durante años y, por qué no, exageradas y distorsionadas a gusto de quien las relate. Una de ellas se conoce como «La fuga de El Dioni«.
Dionisio Rodríguez Martín, conocido como El Dioni, es en la actualidad una figura pública de España, que aparece en diversos programas de cuestionable contenido y moral englobados en el grupo de periodismo del corazón. Sin embargo, en julio del año 1989 se convirtió en un ladrón al tomar la decisión de fugarse con un furgón blindado de la compañía Candi S.A., el cual contenía cerca de 300 millones de pesetas.
Con el botín, el ladrón se aseguró de cambiar su aspecto y viajó a Brasil, donde permaneció durante dos meses, hasta que la policía local lo detuvo y lo condenó a diez meses de cárcel. Finalmente, El Dioni fue extraditado a España, donde pasó en prisión cerca de seis años, antes de recibir la libertad condicional. Tan sólo se pudo recuperar poco más de la mitad del dinero y la empresa dueña del furgón, y antigua empleadora de Dionisio Rodríguez Martín, se declaró en bancarrota.