Definición de pena
Del latín poena, una pena es la condena, la sanción o la punición que un juez o un tribunal impone, según lo estipulado por la legislación, a la persona que ha cometido un delito o una infracción. Por ejemplo: “El asesino de María Marta ha sido castigado con la pena de reclusión perpetua”, “Mi hijo tiene que cumplir una pena de cinco años de prisión por estafas”.
De acuerdo a la gravedad de la falta cometida, existen distintas clases de pena. Hay penas que privan al sujeto de su libertad (y lo obligan a permanecer en la cárcel o en su casa bajo régimen de arresto domiciliario), mientras que otras le quitan algún derecho o facultad (como la pena que prohibir conducir a un infractor de tránsito).
También existen las penas que actúan contra el patrimonio del individuo (una confiscación o una multa) e incluso las penas con castigo corporal.
Una pena, por otra parte, es un padecimiento interno o una dolencia emocional: “Siento pena por ti, has tenido que vivir situaciones muy difíciles, “Me da pena que mi tío no encuentre trabajo”, “Es una pena que Esteban no pueda venir a la fiesta”.
La pena de muerte
También denominada pena capital o ejecución, la pena de muerte se basa en asesinar a una persona que ha sido condenada por parte del Estado, en el caso en que ésta haya cometido uno de los llamados delitos capitales. En muchos casos, este castigo se ha aplicado tanto a criminales como a aquéllos que se oponían a un determinado movimiento político. Al día de hoy, ha sido abolida e irónicamente penalizada en la gran mayoría de los países, siendo Bielorrusia, Estados Unidos, Japón e India, algunas de las excepciones.
En lugares donde aún se permite este modo de actuar de una moral tan cuestionable, su propósito es castigar asesinatos, actos de espionaje, traición política y los supuestos delitos sexuales, como es el caso del adulterio o la sodomía. Como suele ocurrir en los casos en que alguien decide por el resto de los seres humanos e impone sus ideas, existe un gran choque ideológico entre quienes aceptan y quienes repudian la pena de muerte. Por otro lado, resulta difícil de entender que en algunos países consideren que matar es un acto comparable con rechazar una religión y que, como si fuera poco, ambos sean merecedores de la muerte y la humillación.
Muchas veces, la pena de muerte ha sido y es utilizada como medio para amedrentar a los ciudadanos, demostrándoles qué ocurre cuando se cruzan los límites establecidos por la ley. En el año 2007, el caso de un hombre coreano que fue fusilado ante 150.000 personas por haber intentado comunicarse con otros países fue muy resonado. El acto de barbarie tuvo lugar en un estadio deportivo, con la clara intención de que todo el país lo viera. Irónicamente, una vez acabado el triste espectáculo, seis personas más murieron a causa de avalanchas.
A pesar del grado de controversia que desata este tipo de sentencia, el ser humano se caracteriza por su volubilidad, por lo cual una postura puede revertirse en cuanto se alteren ciertos factores que la conviertan en la menos conveniente para uno. La misma persona que hoy se opone a la pena de muerte, puede ser la primera en exigirla si uno de sus seres queridos es atacado o asesinado.
Otra acepción
En varios países latinoamericanos, la noción de pena hace referencia al pudor, la timidez o el retraimiento: “A Felicitas le da pena desfilar en ropa interior”, “Javier sintió pena y se sonrojó después de haber confundido el nombre de la esposa de su jefe”, «Me da pena hacer algo semejante».