Definición de inotrópicos
El concepto de inotrópico no aparece en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). Sin embargo, se trata de un término de uso frecuente en el terreno de la medicina.
Un inotrópico es una sustancia que provoca efectos en la contractilidad muscular. El efecto inotrópico puede ser negativo (si disminuye la constricción) o positivo (si la incrementa).
A la cualidad que altera la contractilidad del músculo se la denomina inotropismo. Es habitual que la idea de inotropismo se utilice con respecto al corazón: en cardiología, son comunes los medicamentos con efecto inotrópico.
Cuando una persona padece una insuficiencia cardíaca, por ejemplo, puede recibir un tratamiento inotrópico. Los fármacos inotrópicos también se recetan tras una cirugía cardiovascular.
Los inotrópicos además se emplean en situaciones de emergencia: un paciente con un cuadro de hipotensión (caída de la presión arterial) o con un colapso circulatorio puede necesitar estos fármacos.
Los medicamentos inotrópicos se suministran por vía venosa y actúan sobre las células cardíacas y las paredes de las arterias. Entre los inotrópicos más usados se encuentran la dopamina, la noradrenalina, la dobutamina y el levosimendán.
Es importante mencionar que, más allá de su utilidad medicinal, los inotrópicos pueden provocar ciertos efectos adversos. Los vómitos, las náuseas, las arritmias y el incremento de la tensión arterial son algunas de estas consecuencias indeseadas.
Cabe destacar que los médicos son los profesionales indicados para asesorar sobre inotrópicos, explicar su funcionamiento y recetar su suministro. Estos especialistas cuentan con los conocimientos necesarios para el correcto tratamiento de sus pacientes.
En pocas palabras, el efecto que los fármacos inotrópicos producen en la contractilidad cardíaca y los vasos sanguíneos periféricos es inmediato y por esta razón se enmarcan en el grupo de los fármacos vasoactivos. Entre los diversos productos de esta familia encontramos los vasodilatadores, los vasoconstrictores y un tercer grupo que tiene efectos diferentes dependiendo de la dosis que se aplique al paciente; la dobutamina, la noradrenalina y la dopamina son tres respectivos ejemplos de dichos tipos de inotrópicos.
En la unidad de cuidados intensivos (abreviada UCI) de casi todos los hospitales encontramos fármacos inotrópicos, ya que se trata de sustancias necesarias en casos extremos, en los que la vida del paciente está en juego (algunos ejemplos comunes son el embolismo pulmonar, el shock séptico y el shock cardiogénico).
Como sucede prácticamente en cualquier situación de emergencia propia de una unidad de cuidados intensivos, la reacción de los profesionales de la salud debe ser muy rápida para que los procedimientos de asistencia sean exitosos. Muchas veces las decisiones son las adecuadas pero fracasan a causa de no ser llevadas a la práctica de forma inmediata.
Para llevar a cabo la administración de un fármaco inotrópico se utiliza una bomba de infusión que permite depositarlo directamente en una vena. Es importante señalar que la mayoría de estos pacientes reciben más de un medicamento a la vez, razón por la cual deben estar conectados a varias bombas de manera simultánea.
El tipo de bomba de infusión más común en estos casos es la de jeringa, porque brinda resultados muy precisos en contraste con la volumétrica, la cual es más frecuente en la infusión de fluidos. El proceso de infusión no puede interrumpirse para reemplazar una jeringa, ni siquiera por unos pocos segundos. Para ello existen las bombas dobles, que se activan manualmente de forma alternada: justo en el momento en el que se vacía la primera, el operador debe comenzar a usar la segunda.
En la actualidad existen bombas de infusión de fármacos inotrópicos que cuentan con tecnologías tales como puertos de infrarrojos para la transmisión inalámbrica de diferentes datos que facilitan la operación y ofrecen un grado mayor de precisión que las antiguas.