Definición de emergencia
El vocablo latino emergens llegó al castellano como emergencia. La primera acepción que menciona el diccionario de la Real Academia Española (RAE) alude al acto y el resultado de emerger (irrumpir, brotar).
El uso más habitual del término se refiere a un accidente o un acontecimiento que se presenta de manera abrupta y que, por lo general, requiere de algún tipo de acción para evitar o minimizar los daños.
Por ejemplo: “Emergencia en la zona céntrica: una enorme fuga de gas obligó a evacuar a miles de personas”, “La explosión de un motor provocó una emergencia en el taller mecánico”, “Anoche, en el hospital, tuve que atender cuatro emergencias”.
Una emergencia, en definitiva, es un suceso que exige atención inmediata ya que implica un desastre consumado o potencial. Un edificio a punto de derrumbarse con gente en su interior constituye una emergencia: si los rescatistas no actúan con rapidez y la estructura colapsa, puede haber muertos y heridos. Un incendio que se desata en un bosque, por otro lado, también supone una emergencia debido a que, a medida que avance el fuego, mayores serán los perjuicios que produzca.
Claro que el término emergencia tiene muchas aplicaciones subjetivas, que se alejan de la definición más pura y responden a situaciones que solamente para algunas personas pueden ser consideradas graves. Por ejemplo, si ocurre un desperfecto eléctrico en un hospital y afecta el curso de varias operaciones quirúrgicas, probablemente todo el pueblo lo considere una emergencia, mientras que si el problema tiene lugar en una compañía desarrolladora de software, ésto será relevante para sus trabajadores y ejecutivos.
Por otro lado, también es posible usar esta palabra de forma exagerada, en situaciones que realmente no son gravedad ni siquiera para el emisor o que resultan absurdas para su interlocutor: por ejemplo, si alguien etiqueta de «emergencia» el hecho de haberse olvidado de poner en la maleta su camisa favorita antes de subirse al avión.
Se conoce como medicina de emergencia o emergentología a la asistencia médica que debe prestarse de manera urgente a una persona cuya vida está en riesgo. En los hospitales, existen sectores destinados especialmente a este tipo de atención.
Supongamos que un hombre recibe un disparo en la cabeza en medio de un robo en la vía pública y cae gravemente herido. Dicha víctima necesita acceder a atención médica de emergencia para no morir. Los vecinos, al observar la situación, llaman a una ambulancia para que lo lleven sin perder tiempo al hospital.
En caso de emergencia en un espacio público, existen ciertas medidas a tener en cuenta para conseguir resolver la situación o ponerse fuera de peligro. Veamos algunas de ellas a continuación:
* mantener la calma. No importa qué esté ocurriendo, si permitimos que nos controlen los nervios la situación empeorará, por lo cual debemos actuar enfocados en una potencial solución;
* respetar a los demás. Esto se relaciona con el punto anterior, ya que para darles a todos las mismas oportunidades de salvarse debemos actuar con calma, sin entorpecer los planes de los otros;
* aprovechar nuestros conocimientos para ayudar a los demás. Los médicos son los que más pueden hacer en caso de una catástrofe con heridos, pero existen muchos conocimientos y disciplinas que pueden resultar útiles en medio de una emergencia;
* identificar la solución que queremos poner en práctica, o la salida a la que queremos llegar, antes de dar el primer paso. Movernos sin rumbo en medio de una muchedumbre aterrorizada no nos conducirá a ningún sitio, e incluso puede ponernos en peligro;
* si nos encontramos con una persona herida y no sabemos qué hacer, es preferible conseguir la asistencia de alguien con los conocimientos adecuados.