Definición de hoax

El término inglés hoax no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE), aunque su uso es frecuente en nuestro idioma. La Fundación del Español Urgente – Fundéu BBVA, de todos modos, sugiere reemplazarlo por bulo, engaño o infundio.

Un hoax, en definitiva, es una noticia falsa que se difunde con algún fin. Se trata de una mentira que se da a conocer como una verdad para que las personas crean en su supuesta veracidad.

La difusión de un hoax solía realizarse a través de medios de comunicación como la televisión y la radio. En los últimos años, sin embargo, Internet se ha convertido en el terreno ideal para su propagación. Las redes sociales, las cadenas de correo electrónico y los comentarios en portales y diarios digitales suelen ser los medios ideales de quienes desean propagar noticias falsas.

Por lo general, un hoax no tiene como principal objetivo generar un lucro. Su finalidad es provocar algún tipo de daño o influir en la opinión pública con una intencionalidad política.

Esta clase de engaño es frecuente en épocas electorales. Supongamos que dos candidatos se enfrentan en un balotaje. Para perjudicar al rival, desde el equipo de campaña de uno de los dirigentes se lanza un hoax asegurando que el competidor es dueño de una mansión que nunca ha declarado ante la Justicia y tiene millones de dólares en un paraíso fiscal. Ambos datos son falsos, pero la idea es atentar contra la imagen del candidato para que la gente no lo vote.

Para detectar un hoax, los expertos sugieren desconfiar de los mensajes anónimos que no citan una fuente confiable y que piden al receptor que lo comparta o lo reenvíe. Ante la duda, lo mejor es eliminar el mensaje y no contribuir a incrementar el alcance de la falacia.

Este tipo de noticias falsas se pueden propagar por diferentes medios de comunicación digital, ya sean las redes sociales, las casillas de correo electrónico, las comunidades de foros o incluso los servicios de mensajería instantánea. En WhatsApp, por ejemplo, es muy común recibir una cadena maliciosa de mensajes, aunque es bastante fácil identificarla para proceder a bloquear al usuario o, si fuese necesario, denunciarlo.

El primer punto a tener en cuenta a la hora de usar cualquiera de estas plataformas es que no todo el contenido sospechoso es en efecto un hoax. Debemos recordar que algunos mensajes genuinos no se presentan de la mejor manera posible porque sus creadores no tienen un buen manejo del programa o porque lo han elaborado sin prestar atención a la corrección ortográfica.

Si sospechamos de la veracidad de un mensaje, debemos ser muy cautos antes de dar un paso, ya que de ser un hoax podría perjudicar también a nuestros contactos si no lo frenamos a tiempo. Si bien la Guardia Civil y la Policía Local tratan este tipo de problemas con más seriedad cada día, tenemos en Internet una herramienta que puede sacarnos de dudas en un par de segundos: nuestro buscador favorito. Si hemos sido receptores de una cadena falsa bastante conocida, entonces lo sabremos al ver las numerosas quejas en los foros.

Un ejemplo común de hoax esparcido a través de WhatsApp es una advertencia acerca de un supuesto atentado terrorista con foco en los medios de transporte público. En el cuerpo del mensaje puede incluirse la recomendación de evitar los autobuses y el metro durante unos días, algo que podría ocasionar graves problemas laborales o estudiantiles a quienes creyeran todo al pie de la letra. Si a esto le sumamos un trasfondo tal como «he obtenido el dato de un familiar que trabaja en la policía», queda en cada uno decidir si arriesgar su vida o su puesto de trabajo. Para evitar cualquiera de estos dos extremos, debemos confirmar la legitimidad del mensaje.

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