Definición de hipertrofia
La noción de hipertrofia procede del latín científico hypertrophia y alude al crecimiento desmedido de algo. El concepto suele usarse en el terreno de la medicina y de la biología para referirse al incremento exagerado del tamaño de un órgano.
La hipertrofia muscular, en este marco, consiste en el aumento del tamaño de los músculos. Puede tratarse de una hipertrofia transitoria (generada cuando, luego de un entrenamiento, el músculo se hincha durante un periodo breve) o de una hipertrofia crónica (que se extiende en el tiempo).
En el culturismo, la hipertrofia muscular es uno de los objetivos que persigue el atleta. El fisicoculturista recurre a diversas series de ejercicios y técnicas para lograr que su tejido muscular crezca.
En este contexto, se dice que son muchos los factores que deben combinarse para dar lugar a la hipertrofia muscular; entre ellos se encuentran los siguientes: líquido intracelular, procesos inflamatorios, fibras de varios tipos, hormonas, genes, reproducción de células satélite, miostatina. Si bien no es de público conocimiento el modo de conseguir este fenómeno, al margen de las muchas incógnitas también hay conceptos bien definidos. Resumiendo toda la información a su mínimo exponente, llegamos a los dos puntos fundamentales de la hipertrofia muscular:
* tensión mecánica: la única forma de fortalecer un músculo es obligarlo a vencer una resistencia por medio de la aplicación de una fuerza, y esto se denomina tensión mecánica;
* estrés metabólico: para conseguir que dicha fuerza sea efectiva, también es necesaria una determinada cantidad de estrés celular. Ciertos factores pueden ayudar a regular la hipertrofia parcialmente; entre ellos encontramos la falta de oxígeno (que se denomina hipoxia), las mioquinas, la acumulación de lactato, los radicales libres o la inflamación. Por esta razón, algunas técnicas como el entrenamiento con oclusión sirven para reducir la cantidad de tensión mecánica necesaria para el mismo grado de hipertrofia.
Si bien los expertos han conseguido definir estos dos conceptos fundamentales para la hipertrofia muscular, su aplicación en la práctica es muy compleja, porque no es tan fácil determinar la relación que existe entre ellos. Por un lado, es correcto decir que es directa, ya que sin tensión mecánica no es posible generar estrés metabólico. Sin embargo, también puede parecer opuesta ya que un exceso de tensión mecánica (que se aproxime al nivel máximo del individuo) puede reducir considerablemente el número de repeticiones por sesión y, en consecuencia, el grado de estrés metabólico.
Entrenar la fuerza produce nuevas miofibrillas (las unidades contráctiles) y ensancha las antiguas, dando lugar a un músculo de mayores proporciones y resistencia. Esto se conoce con el nombre de hipertrofia miofibrilar, y sirve para entender el desarrollo de los músculos en mayor profundidad. Este tipo de ejercicios también expande el sarcoplasma, un líquido que se encuentra dentro de las fibras musculares, y por eso puede hablarse de hipertrofia sarcoplasmática para enfocarse en los fenómenos específicos que lo incluyen.
Es importante tener en cuenta que la hipertrofia muscular implica que las células musculares crezcan pero no se dividan. La hiperplasia, en cambio, supone un aumento del tamaño de un tejido u órgano por un incremento del número de células, provocado a su vez por un proceso de división celular.
La hipertrofia ventricular, por otra parte, es un trastorno que se caracteriza por el crecimiento del grosor del miocardio que forma la pared del ventrículo derecho o izquierdo. Esta afección puede ser provocada por una insuficiencia valvular, una cardiopatía hipertrófica o la hipertensión arterial, entre otros males.
La hipertrofia virginal del seno o gigantomastía juvenil, por último, es un desequilibrio infrecuente que provoca el aumento excesivo y hasta discapacitante de los senos en la pubertad. El único tratamiento posible para revertir esta hipertrofia es una intervención quirúrgica (una mamoplastia).