Definición de esteroides
Se llama esteroides a los lípidos de estructura policíclica de los cuales proceden diferentes compuestos que son relevantes para la biología. Los esteroides se encuentran en la naturaleza, aunque también pueden sintetizarse en laboratorios.
A nivel natural, los esteroides son producidos por las glándulas endocrinas. La cortisona, la aldosterona, los andrógenos y los estrógenos, por ejemplo, son hormonas esteroideas. El colesterol y la vitamina D también son esteroides.
Se conoce como esteroides anabólicos o anabolizantes a sustancias sintéticas que se producen en laboratorios para favorecer el crecimiento muscular. En una primera etapa, estos esteroides se empleaban en el tratamiento de diversos trastornos, pero con el tiempo comenzaron a ser utilizados por atletas para obtener ventajas deportivas. Por eso su uso se encuentra penado en las reglas antidoping. Además su abuso resulta perjudicial para la salud.
Estos esteroides pueden llegar a ser iguales a los andrógenos, las hormonas sexuales masculinas de nuestro cuerpo, y el más potente de ellos es la testosterona. Es importante señalar que existe más de un centenar de variedades de esteroides anabólicos. Si bien la testosterona hace referencia a los hombres en edad madura sexualemente, las mujeres también fabrican esta hormona, aunque en cantidades mucho menores. En la pubertad, es gracias a ella que los adolescentes desarrollan sus rasgos masculinos, como el vello corporal y el descenso en el tono de la voz.
Las personas que desean incrementar su masa muscular suelen recurrir a los esteroides, al igual que los levantadores de pesas y los fisicoculturistas. Es importante mencionar que hay esteroides de consumo legal y que, más allá de lo desaconsejable que resultan por los riesgos para el organismo, muchos individuos los eligen para modificar su cuerpo y verse, según su pensamiento, más atractivos y fuertes.
Algunas personas contemplan el consumo de esteroides para aumentar su competitividad en la práctica de un deporte. Esto se da especialmente en ciertos profesionales que no soportan las presiones típicas de su actividad y sienten que no les alcanza con su rendimiento natural para superar los desafíos. De hecho, muchas veces son los entrenadores quienes aconsejan a los jóvenes que tienen a cargo y confían en ellos, y esto vuelve mucho más difícil decir que no.
Las consecuencias del abuso de esteroides son numerosas. Algunas son menores, como la aparición de acné o la pérdida de cabello prematura (total o parcial), mientras que otras son potencialmente letales como la irrupción de cáncer de hígado o un ataque cardíaco. La atrofia testicular, una disminución en la producción de espermatozoides, el agrandamiento del clítoris, el aumento de la presión arterial, la retención de líquidos y hasta el desarrollo de problemas psiquiátricos son otros posibles efectos del uso excesivo de esteroides.
Otros de los perjuicios del consumo de esteroides anabolizantes son los siguientes: aumento de peso, alteraciones del humor, generalmente con tendencias a la agresividad, problemas de sueño, aumento de probabilidades de lesiones en tendones y músculos, enfermedad hepática con la respectiva ictericia (la piel se torna amarillenta), retraso en el crecimiento del cuerpo, embolias y accidentes cerebrovasculares.
Pero los riesgos también se pueden clasificar según afecten más a las mujeres o a los hombres. En el primer grupo tenemos los siguientes: aumento del vello corporal, incluyendo el facial, cambios en la voz, reducción del pecho y alteraciones en los ciclos de la menstruación. Los hombres, por otro lado, pueden sufrir una reducción en el tamaño de sus testículos, molestias al orinar, desarrollo excesivo de los senos, impotencia sexual (dificultad o incapacidad para alcanzar la erección del pene) y esterilidad.
A pesar de todos estos riesgos, y muchos otros que no se incluyen aquí, el uso de los esteroides anabolizantes no se ha eliminado por completo, sino que continúa siendo bastante común en el mundo del deporte.