Definición de ebitda

Una sigla es una abreviatura que se forma con las letras iniciales de una frase o expresión. Cuando una sigla se pronuncia como una palabra, se la denomina acrónimo.

En esta ocasión, vamos a centrarnos en un acrónimo de uso frecuente en el ámbito de la economía y las finanzas: ebitda, procedente de la expresión inglesa “Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization” (es decir, “Beneficios antes de Intereses, Impuestos, Depreciaciones y Amortizaciones”).

Ebitda es un acrónimo que procede de una expresión inglesa traducible como Beneficios antes de Intereses, Impuestos, Depreciaciones y Amortizaciones.

Qué es el ebitda

El ebitda, por lo tanto, es el indicador que refleja las ganancias brutas de explotación que obtiene una empresa, antes de aplicar la deducción de los gastos financieros (los intereses, los impuestos, etc.). La utilidad del ebitda en un análisis varía de acuerdo a múltiples factores y es cuestionada por algunos especialistas.

Para muchos economistas, el ebitda es importante ya que permite realizar comparaciones sin la distorsión que producen aquellos gastos financieros que, en el futuro, pueden ser compensados y, por lo tanto, mejorar el resultado.

La finalidad del ebitda es dar a conocer si una empresa gana o pierde al desarrollar su negocio principal. Por eso deja afuera los desembolsos impositivos, el pago de intereses y la caída de valor provocada por amortizaciones y depreciaciones.

Para qué sirve

Es relevante mencionar que el ebitda no solo puede utilizarse para comparar el desempeño de dos empresas. También puede emplearse para cotejar cómo le fue a una firma en diferentes periodos, siempre centrándose en su actividad central y descartando otros datos.

Hay que tener en cuenta, por otro lado, que el ebitda no muestra el flujo de caja del negocio. Esto se debe a que prescinde de las inversiones realizadas en activos fijos y de los cambios que se producen en el capital de trabajo.

Las ganancias brutas de explotación que logra una compañía se reflejan en el ebitda.

El ebitda y el OIBDA

En el ámbito de las finanzas y la economía también es común encontrarse con el acrónimo OIBDA, otro término técnico de origen inglés: se trata del Resultado operativo antes de depreciaciones y amortizaciones, y su versión original es Operating Income Before Depreciation and Amortization. En palabras más sencillas, este concepto representa la diferencia que existe entre los gastos y los ingresos como resultado de la actividad comercial que no es contable ni tampoco financiera.

La actividad comprendida por el OIBDA es la que una compañía lleva a cabo antes de dotar la pérdida de los activos de manera contable por el paso del tiempo y el uso. Es importante señalar que este indicador no le sirve a la empresa, dado que no refleja su verdadero estado.

El ebitda, en cambio, sí se puede usar para controlar la rentabilidad de un negocio, porque se basa en las ganancias y las pérdidas de la compañía. La razón de que podamos basarnos en el ebitda para realizar una comparación de los resultados de una o más empresas a lo largo de un periodo de tiempo determinado es que no se basa en cuestiones tributarias ni financieras ni en los gastos contables que no acarrean una salida de dinero.

Para poder llevar a cabo dicha comparación, el ebitda supone dividir el término que se desea analizar por la inversión que hayan realizado las empresas involucradas o bien por las ventas que hicieron en el mismo plazo. Esto nos da un ratio que se relaciona de forma directamente proporcional con la eficacia operativa de la firma.

Esta medida de resultados permite no involucrar ciertas cuestiones de carácter tributario y financiero, o bien de amortizaciones y depreciaciones, para dar con un resultado más allá de los sucesos que podrían tener lugar en ciertas empresas por cuestiones tales como un determinado tratamiento fiscal, la cuantificación de sus depreciaciones o bien una financiación que sea extraordinariamente favorable.

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