Definición de distorsión
En el latín es donde se encuentra el origen etimológico del término distorsión, ya que deriva de la palabra “distorsio”, que es el resultado de la unión de tres componentes léxicos:
-El prefijo “dis-”, que significa “separación”.
-El verbo “torquere”, que es sinónimo de “torcer”.
-El sufijo “-ion”, que se usa para indicar “acción y efecto”.
Partiendo de todo esto, llegamos a determinar que ese término fue traducirse como “deformación” o “torcedura”.
El concepto tiene varias acepciones: la primera mencionada en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) refiere a una torcedura.
Una distorsión, en este sentido, puede aludir a un esguince, una luxación u otro tipo de lesión física vinculada a un estiramiento brusco, violento o forzado. Por ejemplo: “El hombre accidentado sufrió una distorsión cervical debido al impacto”, “La distorsión le impide mover la rodilla con normalidad, por eso su presencia en el próximo partido está en riesgo”, “El estudio detectó un distorsión en la arquitectura de la epidermis”.
La idea de distorsión también puede aludir a una deformación de una señal (auditiva, visual o de otro tipo), generada en su reproducción o en su transmisión: “Creo que hay un problema en la señal de video: trataré de eliminar la distorsión”, “No logro entender lo que dice el entrevistado por la distorsión”, “Por favor, fíjate qué se puede hacer con esa distorsión”.
En la música moderna, se llama distorsión a un efecto sonoro que se suele realizar con guitarras eléctricas. También conocido como overdrive, se trata de una distorsión controlada típica del rock contemporáneo.
Una distorsión, por último, puede ser un desequilibrio o una desproporción en la percepción o la interpretación de los hechos. Dicha distorsión puede realizarse de manera intencional o involuntaria: “Los periodistas oficialistas se proponen lograr una distorsión de la realidad a través de noticias falsas, con el objetivo de proteger al gobierno”, “En los últimos años se produjo una distorsión de las tarifas debido a los subsidios”, “La anorexia nerviosa se vincula a una distorsión de la imagen corporal: el paciente siempre se ve gordo”.
Esto último es lo que se conoce como distorsiones cognitivas, que son esquemas equivocados que tienen ciertas personas a la hora de interpretar los hechos que suceden, generándose así una larga lista de consecuencias negativas.
Entre las distorsiones más frecuentes están las de las personas que mantienen unas ideas rígidas acerca de cómo deben ser y comportarse tanto ellas mismas como los demás.
No obstante, tampoco podemos pasar por alto las que se denominan catastróficas porque llevan a percibir catástrofes y hechos negativos sin tener motivos para ello. En este caso, lo que sucede, por ejemplo, es que alguien que siente un dolor en el estómago percibe que eso es señal de que está sufriendo un cáncer de colon.
El creer que si algo ha ocurrido una vez puede ocurrir otras muchas veces, lo que se conoce como sobregeneralización, o el negar continuamente los problemas que se tienen o los errores que se cometen son otras de las distorsiones cognitivas que existen, aunque también están el razonamiento emocional y el negativismo.