Definición de clara
La noción de clara proviene del vocablo latino clarus. El término puede usarse como adjetivo, sustantivo o adverbio y puede resultar análogo, o no, a su versión masculina (claro).
Esto quiere decir que, según el contexto, clara y claro pueden aludir a cuestiones semejantes. En otros casos, en especial cuando el concepto aparece como sustantivo, los significados no son equivalentes.
Una mañana clara se caracteriza por su luminosidad.
La abundancia de luz
Se califica como clara o claro a aquello que cuenta con una gran cantidad de luz. Por extensión el adjetivo refiere al cielo despejado y a los elementos limpios o transparentes.
Por ejemplo: “Era una tarde clara y apacible cuando el muchacho llegó al pueblo por primera vez”, “El agua clara del arroyo invitaba a nadar”, “El brillo de la Luna hace que la noche sea clara y que resulte posible caminar por la playa sin inconvenientes”.
Una tonalidad clara
Cuando se indica que un color es claro, se hace referencia a que resulta suave o que tiende al blanco. Muchas veces la denominación cobra sentido a partir de una comparación: para saber qué tono es el verde claro, hay que compararlo con otro más oscuro.
Es habitual que, en las épocas de temperaturas elevadas, se recomiende usar ropa clara. Esto se debe a que los colores claros reflejan los rayos solares, mientras que los oscuros los absorben. Por eso se sugiere utilizar vestimenta clara (blanca, celeste, rosa, etc.).
En un huevo, la clara es la parte blanca que rodea a la yema.
Ausencia de obstáculos
Algo que carece de obstáculos o barreras y que, por lo tanto, puede distinguirse, percibirse o comprenderse con facilidad, puede ser señalado como claro. Lo claro, por esto mismo, resulta evidente o explícito.
Esta acepción del adjetivo aparece en muchas frases de uso habitual. Una vista es clara, por mencionar una posibilidad, cuando no encuentra estorbos. Si alguien habla de manera clara, en tanto, lo hace de forma tal que sus expresiones pueden escucharse y entenderse sin dificultades.
Las personas claras, por otro lado, son directas y apelan a la sinceridad: “Quiero que seas clara conmigo: ¿qué puedo hacer para ayudarte?”.
La clara del huevo
Como sustantivo, clara suele hacer referencia a la materia que, en un huevo, rodea la yema. Ambas partes son reconocibles por su color: mientras que la clara es transparente cuando está cruda y blanca si se cocina, la yema es amarilla o anaranjada.
La clara se compone mayoritariamente de una proteína conocida como ovoalbúmina y de agua. Su función consiste en brindar protección a la yema (el vitelo con el disco germinal).
Sin cocción, la clara es un líquido viscoso. Al alcanzar los 65 ºC, en cambio, se coagula. Por otra parte, al batir la clara se incrementa su volumen y cambia su consistencia.
Cabe destacar que se llama merengue a la preparación gastronómica que se obtiene al batir clara de huevo con azúcar. El merengue se utiliza con asiduidad en la repostería.
Nombre femenino
Clara también es un nombre femenino común en países de habla hispana. Su origen está en el latín y su significado se asocia a la luminosidad.
Numerosas personalidades históricas y figuras públicas comparten este nombre. A modo de referencia podemos nombrar a Clara de Asís (1194–1253), una religiosa italiana que fue canonizada en 1255 por el papa Alejandro IV. El santoral de Clara, en su homenaje, se conmemora cada 11 de agosto (fecha del fallecimiento de Santa Clara de Asís).